La Fiscalía general del Estado advierte del aumento de los delitos contra la libertad sexual cometidos por menores, ya que pasan de los 1.081 asuntos en 2015 a 1.271 en 2016. Han subido las agresiones sexuales —476 en 2016, frente a las 417 de 2015— y, especialmente, los abusos sexuales —795 en 2016, frente a los 664 de 2015—.

Si bien la cifra de agresiones sexuales está en la línea de años anteriores y es inferior a la del 2013 y otros prevos, «la de abusos sexuales es la más alta, con diferencia, de la presente década», según subraya la institución que dirige José Manuel Maza en su Memoria Anual, presentada este martes 5 de septiembre.

Asimismo, sostiene que este incremento puede tener su explicación en el cambio legislativo introducido en el Código Penal en 2015, que eleva de 13 a 16 años la edad para prestar consentimiento en las relaciones sexuales. Sin embrago, desde la Sección de Menores de Córdoba, subrayan que a pesar de la modificación legislativa se siguen dando situaciones de abusos a menores de 13 años de ciertas etnias con la indiferencia de las familias.

El maltrato hacia familiares sigue en valores elevados

La violencia ejercida por los hijos menores de edad contra sus progenitores, hermanos o abuelos baja por primera vez en lo que va de década, hasta las 4.355 causas en 2016, 543 menos que el año anterior. Sin embargo, esta institución subraya que el número de procedimientos relativos a la violencia doméstica protagonizada por niños y adolescentes en el ámbito doméstico sigue siendo «muy elevado», que «absorben buena parte del quehacer diario» de las Secciones de menores.

El Ministerio Fiscal destaca que de las tres sentencias dictadas por el Juez Central de la Audiencia Nacional, una de ellas corresponde, precisamente, con una condena a una menor por delito de maltrato a su madre, cometido en el extranjero. Asimismo, insiste en la importancia de la educación en la primera infancia, pues hay muchos casos en los que los menores que pegan a sus progenitores tienen menos de 14 años.

Asimismo, apunta que bastantes supuestos vienen motivados por el consumo de estupefacientes y trastornos de conducta, por lo que las Secciones de Menores provinciales «echan en falta una labor institucional de terapia preventiva que evite en muchos casos desembocar en la vía judicial». Eso sí, descartan medidas como la convivencia en grupo educativo, que, aun siendo útil en otros casos, en estos «queda abocada al fracaso».

Desciende la violencia machista en menores

En cuanto a la violencia de género, la Fiscalía General del Estado señala que en los cinco últimos años este tipo de delitos protagonizados por menores ha sufrido altibajos y su proporción es «moderada» dentro de la violencia violencia juvenil. En concreto, en 2016 han subido los casos respecto a 2015, hasta los 543, una cifra, no obstante, inferior al dato de 2012 (632 casos).

Para el Ministerio Fiscal lo «preocupante» de este problema es que las víctimas adolescentes le resten importancia y disculpen al menor maltratador y, sobre todo, que la edad de estas es cada vez más baja, ya que hay casos de niñas de entre 12 y 14 años.

También lamenta la despreocupación de los familiares más directos de las víctimas: «Trascendiendo más allá de la anécdota, es el caso del que da cuenta de una menor con múltiples contusiones que, días después de ratificar en Fiscalía la denuncia policial, se presentó nuevamente pretendiendo retirar la denuncia, acompañada de su propia progenitora y de la madre del menor agresor».

Los menores y el yihadismo

La Memoria indica que de las 22 diligencias preliminares incoadas en la Audiencia Nacional sobre delitos cometidos por menores, 15 de ellas están relacionadas con terrorismo yihadista, instruyéndose actualmente algunos expedientes por integración en banda terrorista y habiendo recaído una sentencia contra dos menores por ese delito.

Sobre la delincuencia perpetrada por bandas juveniles, el Ministerio Fiscal señala que en Madrid se observa un «recrudecimiento» de las peleas entre bandas juveniles rivales al incrementase los asuntos por lesiones con instrumentos peligrosos, la pertenencia a bandas criminales y la tenencia ilícita de armas y riñas tumultuarias.

Destaca una causa en que la Audiencia Provincial de Madrid, estimando un recurso de apelación de Fiscalía, declaró ‘organización criminal’ a Domenican Don’t Play (DDP), condenando a varios de sus miembros menores de edad.