El Supremo abre una causa al diputado de Podemos Alberto Rodríguez por desórdenes públicos
El Tribunal Supremo ha abierto una causa para investigar si el diputado Alberto Rodríguez, de Podemos, cometió un delito de desórdenes públicos cuando, en la madrugada del 25 de diciembre de 2006, tuvo un altercado con policías locales en La Laguna (Tenerife).
Según el Supremo, los indicios apuntan a la participación en los sucesos del diputado, contra quien se formuló acusación por estos hechos antes de haber sido elegido.
La causa ya había sido instruida antes de la elección de Rodríguez como diputado, pero tras su designación, el Supremo ha pasado a ser competente. Así, el alto tribunal ha considerado que procede la apertura del procedimiento «con el fin de que pueda ser oído» Alberto Rodríguez.
El auto añade que el procedimiento contra el resto de investigados por los mismos hechos deberá continuar en el Juzgado de lo Penal número 3 de Santa Cruz de Tenerife, que fue el que remitió testimonio del caso al Supremo por figurar como acusado el parlamentario Alberto Rodríguez Rodríguez.
El auto recoge el escrito de calificación provisional de la Fiscalía elevado en su día al Juzgado de Instrucción de La Laguna, el que llevó el caso.
En ese escrito se señala que, en la madrugada del día de Navidad de 2006, tras una identificación realizada en un control de la Policía local de La Laguna en un dispositivo contra el consumo de drogas, hubo un hostigamiento de Alberto Rodríguez y otro acusado hacia los policías.
Los acusados increparon «a las personas que allí se encontraban consumiendo bebidas alcohólicas, provocando que arrojaran botellas, vasos y otros objetos», dice también el escrito citado.
El auto indica que, en 2014, el Juzgado de lo Penal número 3 de Santa Cruz de Tenerife dictó sentencia de conformidad respecto a dos acusados, dejando pendiente la celebración del juicio a los otros dos acusados que no prestaron conformidad.
Al conocerse que uno de ellos, Alberto Rodríguez, había sido elegido diputado, se mandó testimonio al Supremo para el enjuiciamiento de dicho aforado.
Los políticos son el reflejo de los votantes. Vamos apañados.
Por Dios….!!! Un pueblo capaz de sentirse representado por un sujeto con un aspecto y una impronta semejante es un pueblo totalmente podrido y corrompido hasta la médula.
Salvar lo poco que queda digno de ser salvado va a ser tarea titánica. Mucho me temo que habrá que dejar que todo colapse y rezar para que entre las cenizas queden hombres y mujeres sanos capaces de reconstruir la sociedad y retomar los valores que tan alegre e irresponsáblemente hemos dilapidado tal que si fuésemos estúpidos adolescentes.