¡Buscad en las imprentas la propaganda, pero los medios informativos al servicio de los golpistas no se tocan!
Todos los españoles estamos siendo testigos de la actuación de la Guardia Civil en Cataluña. Hemos visto el asedio al que fueron sometidos sus agentes por una turba furiosa de independentistas cargados de odio que, entre otras cosas, profirieron insultos muy graves contra la Benemérita y se llevaron armas y material de tres de sus vehículos que debían ser custodiados por los mozos de escuadra.
Una vez más los mozos de escuadra, que conforman una policía regional puesta en escena en 1983 con el visto bueno del gobierno socialista de Felipe González, no están al servicio del orden constitucional establecido, no. Están únicamente para percibir una nómina muy superior a la de un guardia civil; están para ser la guardia pretoriana de los chorizos del 3%; están para hacer la vista gorda mientras se lleva a cabo la islamización de Cataluña; están para hacer caso omiso a los avisos de la CIA sobre un más que probable atentado islamista en Barcelona; están para llamar a una juez exagerada e ignorante por opinar sobre la aparición de cien bombonas de butano tras una explosión en Alcanar; y sobre todo, están para servir de felpudo a los independentistas mientras se ciscan en el ministro del Interior.
Una región en quiebra técnica, cuyo gobierno y administraciones se sostienen gracias al dinero que les transfiere el gobierno del Partido Popular y que sale de los bolsillos de los contribuyentes españoles, emplea este dinero, entre otras cosas, para sostener unos medios informativos deficitarios pero eficaces instrumentos de propaganda independentista, y llenar la andorga a esos policías autónomos que desobedecen sistemáticamente pasándose por el forro de los caprichos, las órdenes del gobierno de España y de los Tribunales de Justicia.
Y mientras todo esto tiene lugar, el gobierno de España, bestia negra de la Guardia Civil que jamás ha escuchado sus reivindicaciones, ordena a su ministro del Interior, más falso que un euro de madera, que movilice a esos hombres y mujeres a los que sistemáticamente les han negado siempre el pan y la sal, para que vayan a Cataluña a dar la cara, a enfrentarse con un problema que los gobiernos centrales han venido engordando durante cuarenta años, y a sofocar la revuelta a ser posible sin disparar un solo tiro.
¡Buscad en las imprentas papeletas y carteles sobre el referéndum ilegal, pero los medios informativos ni se tocan!
Es decir, descolgamos el retrato pornográfico de la pared del salón del prostíbulo en que nos encontramos, pero nada que decir sobre las actividades que se practican y desarrollan en él.
Ya está bien señores políticos. Ya está bien de confundir a la opinión a través de esos medios que ustedes no tienen intención de meter en cintura. La Guardia Civil no está para ser utilizada a capricho de cualquiera ni para ser castrada cuando ustedes lo consideren oportuno. La Guardia Civil, institución con más de 173 años de historia, y como dejó escrito su fundador, el duque de Ahumada, no se ha creado para servir a ningún “jefe político” para sus ambiciones o aspiraciones personales, sino para servir a España y a los españoles, sea cual sea la parte del territorio en el que se encuentren, e independientemente de su situación social, laboral o económica.
Por lo tanto, hago un llamamiento desde aquí una vez más, para que los españoles de bien, los españoles que no quieren dejar de serlo, exijan a este gobierno y al Parlamento en general, que no sean hipócritas y dignifiquen a los que llegado el momento, como sucede actualmente en Cataluña, se ponen a las órdenes de los Tribunales de Justicia para perseguir el delito y defender la unidad de España, enfrentándose a un problema que no crearon ellos, sino que lo trajeron los que les niegan una equiparación salarial con unos policías regionales, que para mayor escarnio muerden la mano de quienes les dan de comer, y están dirigidos por delincuentes que se sientan en un Parlamento.
Pues qué es la política sino el arte de crear problemas en beneficio propio. Se presentan a sí mismos como “la solución” a todos los problemas, pero no son más que la causa de los mismos.
Así como Craso quemaba las casas de los romanos para ofrecerles a continuación su servicio privado de bomberos, los políticos de hoy viven de hacer iniquidades una tras otra y fingir que son la solución.
Qué bien se estaba en España aquellos cuarenta años en que no hubo políticos mangoneando el destino de la nación!
Don José Luis, su artículo es excelente, como viene siendo habitual. Ahora bien quiero incidir en el enfoque que Sexta y Cuatro están haciendo de la crisis secesionista catalana, satanizado al gobierno de Rajoy por su firmeza reciente frente al desafío, y a la vez exhonerando de toda responsabilidad a los separatistas. Parecen televisiones extranjeras en vez de españolas. En ellas no se habla de la corrupción separatista, de la coacción creciente de los independentistas, del despilfarro presupuestario de la Generalidad, de la deslocalización de empresas y la crisis industrial catalana, etc…Han decidido ponerse de parte de los separatas para… Leer más »