Cataluña volverá a la legalidad, lo quiera, o no
Paloma Cervilla.- Los independentistas catalanes no van a conseguir su objetivo, que les quede muy claro. La legalidad va a triunfar sobre un grupo de sediciosos, que afortunadamente no son todos, ni mucho menos. Porque la Ley no se la puede saltar nadie a la torera, ni en Cataluña ni en ningún otro punto de España.
El Gobierno y la Justicia han puesto en marcha su maquinaria y me temo que ante eso ningún político de bajo vuelo, como están demostrando ser Puigdemont y compañía, pueden hacer nada. Por mucho ruido que hagan o por muchas barbaridades que se puedan decir.
Se puede ser independentista, por supuesto, pero respetar las leyes. Lo que no se puede ser es un kamikaze de la política y embaucar a todo un pueblo en una rebelión, porque no se hace lo que yo digo. La Cataluña independentista, no se equivoquen, no quiere dialogar, sino imponer.
Dicen que lo de Cataluña es una protesta civilizada y en paz. Pues que se lo digan a los guardias civiles que se quedaron encerrados el otro día en la Consejería de Economía, en su intento de restablecer el Estado de Derecho, y a los que apedrearon en sus coches por las calles de Barcelona.
El Ministerio del Interior ha enviado a Cataluña refuerzos policiales, y no me extraña, porque me temo que la escalada de violencia y tensión irá creciendo esta semana.
Así no se va a ninguna parte, llevando a los niños de los colegios a manifestarse por las calles, desafíando a la Ley, ocupando universidades, agrediendo e insultando a los que no piensan como yo.
La Cataluña sensata, lo quieran o no los sediciosos, terminará imponiéndose, pero hará falta mucho tiempo para recomponer las heridas que han dejado abiertas este grupo de dirigentes irresponsables.
Pues eso de que por supuesto se puede ser independentistan, no lo comparto. Vayan a Alemania o a Francia con un partido independentista; a ver cuánto tardan en ilegalizarlo. El Estado no tiene por qué tolerar partidos que desean destruirlo. Y conste que ello no impide la libertad de expresión; podrán expresar sus opioniones, pero no deberían poder presentarse a una elecciones.