La ridícula charlotada de Cataluña
Esta cuadrilla de descerebrados y payasos sin gracia alguna, a las órdenes del periodista mentecato que luce el mocho tribal, propio de un papúa y del filólogo -que no es que no haya hecho la mili, sino que sería declarado inútil total si pretendiese hacerla- junto al caradura -de piedra- al servil lameculos del delincuente Boquica que apalea los millones robados y que luce la sonrisa propia de un cebú, con aparente presencia de ánimo, sin mérito alguno del que puedan alardear, ni trayectoria alguna medio decente, frustrando a los ingenuos que piensan que los comunistas van a perdonar la patada en el culo que les dio Franco en el 39, nos tienen jodidos a cuarenta y tantos millones de españoles. ¡Ni cenamos ni se mueren sus padres de ellos!
Ya está bien de bromas. A Batet la declaración de independencia de Cataluña en la II República Española – la invocada hoy día 10-10-17 como modélica e idílica, nacida de un golpe, bolchevique, de constitución sin votar, caótica y de bandera roja-comunista, etc…) le duró 24 horas de reloj hace ochenta y tres años, cuando el ambiente del frente popular revolucionario y hermanada con la revolución de la Asturias minera que se saldó con mil víctimas mortales, la propiciaba.
Huyeron por las alcantarillas los cuatro pirados que se hicieron fuertes en el palacio de la Generalidad ante los cañonazos que mataban a más de cien seres humanos. No hay independencia sin dar la vida, amigos. No hay patria sin lucharla con la sangre y el hierro. ¿Han falseado tanto la historia que no saben lo que hacen y han perdido el concepto del honor, de la gloria y de la valentía? Ya se vio cómo recibieron a Franco en marzo del 39 los que lo vivieron. Hay testimonios gráficos sobrados. No parecía que hubiese muchos catalanes valientes, sino los que entraban triunfantes bajo las banderas del tercio de Montserrat. Los cobardes separatistas o ácratas huían por las alcantarillas y por la Junquera trastrabillando. Esa es la verdad puñetera y tozuda que se obstinan en no reconocer estos mentecatos, mientras se masturban pensando en ser España desde el siglo VI, como lo cuenta San Isidoro en sus Etimologías. Hispania.
¿Cómo es posible esto? ¿Qué está pasando?
Sencillamente, que nadie les ha levantado la mano a tiempo a esta gentuza impresentable, que no les ha instruido debidamente sobre lo que les aguarda en Soto del Real para los próximos veinte años entre la población reclusa común –no política- los delincuentes de cada día, como ellos, claro, que les están esperando ansiosos de noticias frescas de cómo han arruinado Cataluña y la han dejado limpia de empresas y de puestos de trabajo que se van a otras regiones y que nadie se lo va a agradecer a los que quieren una república bananera Jordi way.
Se las agradecerán, espero, debidamente para festejarlas como se merecen. Van a llorar y mucho porque duele cuando se convierte en habitual ese cariño trianero. Ellos lo han querido, putos frailes mostenses. Que lo aprovechen y piensen en Jordi Pujol y los cuartos que se ha llevado en familia separatista y que no termina, como esperamos y deseamos, de aterrizar –de dar con sus huesos- donde merecen sus méritos pecuniarios. Algún día compartirán galería y chabolo, esperamos, digo.
¿Quién debía levantar esa mano? Ay, amigo, ahí es donde empieza Cristo a padecer. Ha habido que actuar a tiempo, al poco de empezar la deriva que ha hecho víctimas a tantos españoles de bien y que se han visto abandonados en las cesiones de competencias alocadas y sin control, viendo como impunemente han adoctrinado a sus hijos en la torticería histórica más descarada y falsaria que se ha visto. Se ha permitido que los comunistas volviesen por sus fueros y hoy los tenemos jodiendo la marrana. Y se les vota tan estúpidamente como se hizo con Zapatero por dos veces consecutivas. ¡Y luego dicen que el pescado es caro!
Ahora es tiempo y ocasión, se puede hacer todo, hay que hacerlo ya. Es cuestión de voluntad, de sincerarse ante el pueblo soberano y contar con él, como siempre se ha hecho. Que participe de verdad, como debe ser. Nadie, ningún español, se va a oponer a una mano dura y seria para los próximos quince años y VOTARÁ en razón a lo que vea en la reacción, que no lo olviden los que se autoproclaman políticos. ¡No se juega ni con España ni con la Constitución, que ha habido muchos muertos! ¡Qué jueguen con los huesos de sus padres y de sus madres si saben quiénes son!
Hay que convocar elecciones para que el pueblo soberano se manifieste y deje claro a quién cede la vara de mando, porque hace falta unión y solidez como tantas veces la ha habido y no la ha sabido utilizar preventivamente ni el PSOE de González, ni el PP de Aznar o de Rajoy. Olvidemos la nefasta iniciativa de Suarez y que hable el pueblo que es el que sabe.
No ha habido cojones en ningún gobierno desde el 78. Se ha permitido estar presentes en el hemiciclo de las leyes a partidos que odian a España, odian a los católicos y odian a nuestra historia y bandera, sencillamente porque sus abuelos –bajo la roja extranjera- corrían ante la bicolor, la de los nacionales que echaron a los comunistas de nuestra tierra, que la querían sumar a la URRS y es de comprender, pero darles cancha e incluso apoyarse en ellos, en los separatistas para gobernar es de locos.
El despelleje y despiece que se haga en vivo y en caliente y deben verlo todos los separatistas en directo, por más que les disguste. Ya han tenido bastante tiempo para opinar y han demostrado que no son buenos para España ni para los españoles. Si hace falta y es bueno para España, coño, que paguen justos por pecadores. Es el momento de limpiar fondos y barrer en bien de todos.
Brillante comentario, al que me suscribo plenamente.
Buen artículo. Todo se reduce a lo siguiente: Quienes disfrutan de las poltronas, bajo ningún concepto, caiga quien caiga, quieren perderlas. Quienes aspiran a tenerlas, venderán padre, madre, hijos, patria grande y patria chica, para conseguirlas. Algunos, de ambas clases, aspiran a un trono de reyezuelo. Lo único capaz de detenerlos, es el miedo a perder la vida, la integridad física, o sus posesiones. Aunque puede ser muy efectivo un tratamiento: Una buena y democrática patada en el culo. Para ello, es imprescindible altas dosis de inteligencia y consenso. Difícil, pero no imposible.
Muy bueno.
La otra hipótesis es que nadie ha querido aplicar mano dura porque el objetivo de todos (de sus dueños) es acabar con España. Sin que se note mucho hasta que se haya consumado.