La Real Maestranza reanuda la reforma de la plaza de toros de Sevilla
Real Maestranza de Sevilla en tarde de feria
La plaza de la Real Maestranza de Sevilla afronta a partir del lunes la tercera fase de la rehabilitación integral de sus cubiertas que comenzó en otoño de 2015 y se adapta al parón de la actividad taurina que se reiniciará el primero de abril de 2018, Domingo de Resurrección.
Los tendidos afectados por esta nueva fase de las obras que la Maestranza ha calificado de «rehabilitación y conservación» son los tendidos pares de Sol 8 y 10 que corresponden al espacio que delimita la Puerta del Encierro -la de la antigua enfermería- y la llamada Puerta Principal, por la que hacen entrada las cuadrillas.
El palco del Príncipe ha ejercido de eje de estas operaciones que en 2015 afectaron a los tendidos impares de Sombra y en 2016 al tramo comprendido entre la propia Puerta del Príncipe y la del Encierro. O lo que es lo mismo: los tendidos 2, 4 y 6.
Refuerzo de las columnas
Este nuevo programa de obras implica la continuidad del proceso de restauración y rehabilitación acometido entre 2005 y 2011 bajo la dirección del arquitecto José Antonio Carbajal Navarro, que sigue al frente de la dirección de unos trabajos que incluyen el refuerzo de las columnas y las arcadas además del levantamiento y resane de las cubiertas de teja árabe a dos aguas que otorgan la fisonomía al edificio.
Los trabajos completan además la reforma de las gradas programada entre el otoño de 2008 y el invierno de 2010, ha informado la Real Maestranza en un comunicado.
Esas operaciones redujeron el número de filas de las localidades cubiertas de toda la plaza adecuando la estética, la seguridad y la comodidad de los espectadores sin renunciar a las claves estéticas e históricas del edificio.
Ése fue el tramo más complejo de una serie de trabajos iniciados en 2005 que incluyeron la reapertura de la antigua Puerta del Despejo para dar acceso a la nueva enfermería, trasladada de su anterior emplazamiento junto a la Puerta del Encierro para restituir una escalera perdida en el espacio liberado que -a su vez- fue empleado para ampliar el museo taurino.
