¿Hacia dónde nos pueden conducir un cobarde y un villano?
Por José L. Román.- Sin mostrar vergüenza alguna por el grave daño que tanto los gobiernos del PP como del PSOE han causado a España en su concubinato con quienes siempre han tenido como objetivo independizarse de España, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez vuelven a encamarse juntos, dicen, que por el interés de España y ante la crisis institucional consecuencia del golpe de estado en Cataluña.
Es cierto que se han “unido”, pero, no para intervenir la autonomía, detener a los golpistas y disolver el Cuerpo de mozos de escuadra por traición a la Patria, no. Los ha unido la corrupción de sus partidos y la antigua Convergencia con Pujol a la cabeza, en busca de una salida pactada.
El líder socialista dice ofrecer su apoyo a Rajoy con la condición de reformar la Constitución. Una reforma constitucional que, lejos de acabar con las autonomías o cáncer que nos devora, y lograr la recuperación por parte del gobierno central de competencias en educación, sanidad, justicia y seguridad, como creo que está demandando el pueblo, lo que pretende esa reforma no es otra cosa que la voladura controlada de una unidad histórica de siglos, y vender España como un saldo de retales.
¿Hacia dónde nos pueden conducir un cobarde y un villano? Todavía tengo en la retina aquella imagen de Mariano Rajoy frente a Pedro Sánchez en un plató de televisión, y recuerdo con detalle el momento en el que el incapaz discípulo de Zapatero llamaba “indecente” a un presidente del gobierno que, en aquella campaña electoral, fue golpeado públicamente por un joven podemita visiblemente crecido y envalentonado.
A estos dos sujetos, Rajoy y Sánchez, líderes de los dos principales partidos que han gobernado España desde 1982, y que han sido respaldados preferentemente por la mayoría de los medios informativos, les importa una higa lo que la gente piense en momentos tan decisivos. Se pasan por el forro de los caprichos el reproche que con más insistencia se les hace, y que no es otro que el haberse vendido durante cuarenta años a los nacionalismos separatistas por un puñado de votos.
El pasado martes 17 de octubre, sin ir más lejos, pudimos ver en el Congreso una sesión de hipocresía en estado puro. Mientras un representante de Ciudadanos presentaba una moción para terminar con el adoctrinamiento antiespañol que sufren los niños y jóvenes en los centros de enseñanza de Vascongadas, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares, y del que todos los españoles hemos sido testigos, los grupos representados en el Parlamento, no solo el PNV u otras formaciones independentistas, no, también el PP y el PSOE, en lugar de apoyar la moción por las miles de denuncias existentes de padres y madres víctimas de ese adoctrinamiento para con sus hijos, lincharon, insultaron y criminalizaron, al diputado que denunció las canalladas.
Después de comportamientos como éste, si tuviesen vergüenza, el presidente del gobierno disolvería las Cortes y convocaría elecciones, y, a continuación, si les quedase un ápice de dignidad, PP y PSOE disolverían sus partidos de inmediato y se irían a sus casas.
Sé que no lo van a hacer. Y no lo harán porque se temen lo peor. Prefieren aguantar el chaparrón; esperar a que el asunto catalán se resuelva con Soraya rogándole un “gesto” cariñoso a Puigdemont, y, si todo sale como tienen previsto, aquí no ha pasado nada.
Juegan con la misma estrategia de siempre. Su baza no es otra que contar con la voluntad de un pueblo que siempre se ha mostrado olvidadizo, estigmatizado, o tal vez acomodado, y que aunque finja estar harto de las autonomías, de la corrupción, del paro, del desmadre callejero y la “kale borroka”, de los altos índices de criminalidad en nuestras calles, y de los chiringuitos políticos para enchufados, no ha dejado de acudir a las urnas como un corderito a entregar su voto, tal y como le han marcado los medios informativos afines al bipartidismo.
Por eso los partidos, PP y PSOE, no temen a los actos de afirmación nacional de estos días, porque están convencidos que esas manifestaciones no son reproches a su mala gestión durante cuarenta años alimentando a los golpistas, sino que los españoles han salido a la calle solo contra el comportamiento de Puigdemont y la CUP, y para defender la democracia que nos trajeron, precisamente, aquellos que pusieron en manos de los nacionalismos independentistas los instrumentos necesarios para conseguir su objetivo.
La gente que ha salido a la calle masivamente con banderas nacionales para apoyar a las FCSE y reivindicar la unidad de España, es la única esperanza para nuestro pueblo. Por eso nadie debería respaldar en las urnas a un cobarde y a un villano. Los españoles decentes, los ciudadanos de buena voluntad que contribuyen con su trabajo a la vertebración de la nación, conscientes de la gravedad del momento, deberían saber, después de cuarenta años de entreguismo por parte del bipartidismo para con terroristas y separatistas, que estos dos sujetos, en nombre de sus respectivos partidos, son capaces de vender España como un saldo de retales con tal de no soltar la ubre del Tesoro Nacional ni perder sus prebendas y privilegios.
Si España constituyese un estado nacional fuertemente unido; con unos medios informativos libres e independientes al servicio del bien común; con unos jóvenes educados en el amor a la familia, a su Patria, y alejados del botellón y de las drogas; si el conjunto de la ciudadanía estuviese cohesionado por ese espíritu nacional como virtud patriótica, seguramente no estaríamos hoy lamentándonos por lo que sucede en Cataluña, ni por lo que nos espera si arriamos nuevamente la bandera de la Patria.
Tengo la impresión -cada día mas acentuada a tenor de los acontecimientos–, que la sociedad catalana se rompe en dos bloques bien diferenciados con ideologías y actitudes cada vez mas polarizadas y enfoques mas divergentes. De un lado los intentos autárquicos de unos políticos sediciosos, deshonestos y traicioneros, pero hábiles para influir en ese sector de la opinión publica catalana, manejadiza y obtusa que, a mi juicio, conforman lo que podríamos llamar los “bastardocatalánes”. De otro, el que poco a poco a ido perdiendo el miedo a manifestar su adhesión a los valores patrios en manifestaciones masivas y actitudes personales… Leer más »
Como que el Estatuto del 2006 se demostró y declaró inconstitucional, ahora la “solución” es reformar la Constitución para que sea constitucional.
¡Si es que mira que no se nos había occurrido, con lo fácil que es!
Y mientras, el generalato frenando las ansias de justicia de los oficiales, suboficiales y tropa de las Fuerzas Armadas, consolidando así la mamandurria de los políticos que les auparon a las más altas esferas, traicionando con alevosía y premeditación el juramento que hicieron cuando de mozlbetes ingresaron en la milicia. Jamás han estado al frente de los ejércitos, antes bien los han frenado cuanto han podido a través de toda la singular y sin parangón Historia de España. Lean, lean la Historia de España y observarán que es cierto cuanto manifiesto aquí.
De seguir cómodamente metidos en casa todos los que nos manifestamos en la calle con banderas de España, al estrelladero. Habrá que mantener la presencia de la mayoría que llaman silenciosa, pero que está ahí, en las calles si no queremos que un cobarde y un villano, además de un sedicioso nos metan un gol por la escuadra. No queda otra.
Reunión de aprendices, solo falta los mandiles y el compás y escuadra
Pues con estos 2 ineptos tendremos otros 38 añoñs de memocracia, estos no son ni peores ni mejores que suarez y gonzalez, quizas menos ladrones y espabilados, por lo demas , todo seguira como hasta ahora pero cada vez peor, hasta que alguien lo remedie o no.
en las últimas generales el PP sacó 7.941.236 votos… ocho millones de votos casi, no descartemos que en las próximas saquen 58.000 votos más, el pueblo español lleva demostrando desde 1975 que no sabe votar
El desgaste de la nación es imparable, solo la mantiene la España que trabaja y crea riqueza con su intervención en el circuito económico. Los políticos, todos sin excepción, se han convertido en un autentico problema, un obstáculo que nos va a llevar a la quiebra. Estoy convencido de que ha empezado una singladura sin paz, sin paciencia que es la ciencia de La Paz, sin unidad y una ruina paulatina de la sociedad. Vienen tiempos sombríos, no se atisba la más mínima esperanza, esta está en el ejército donde seguro que hay hombres de bien, el JEMAD lo entiendo… Leer más »
A la mismísima m…
Señor Román no se puede ser más claro. Enhorabuena
Pues haciendo una rima del titular, a que nos den por el ano..
Errata advertida:
Donde dice deslumbramiento, debiera decir DESMEMBRAMIENTO.
Respondiendo a la presunta del Titular de este artículo,…se pueden decir varias cosas a modo de sinónimos: Al abismo o precipicio, al atolladero, al estercolero de la infamia,…a la consumación de todos los despropósitos, al deslumbramiento de la Nación, a un laberinto demoníaco, al exterminio cultural y racial, Lo que queda completamente de manifiesto es que a estos sujetos, les importa una muerda España y los españoles, excepto los que tienen apesebrados En todas paz Administraciones. Cualquier componenda la verán idónea, si con ella se mantienen en sus cargos, y siguen chupando nuestra sangre, vida y haciendas. Esto es lo… Leer más »
Amigo Alarico subscribo sus palabras una por una
Saludos cordiales
Alarico, tiene razón, mas yo, amplío las opciones Con una huelga de urnas vacías, pero hay un problema ¿cuantos apesebrados hay en España? esos, no dejarán de votar ¿cuantos lobotomizados por las drogas y la televisión? esos, votarán lo que les digan. Han conseguido que el resto, seamos minoría. La sublevación popular, militar, o mejor, las dos juntas, es la solución eficaz, pero sangrienta, mejor si no es necesaria, si llega, no podremos hacer como “el Vileda” sí, pero no, no, pero sí. Estará en juego nuestra familia y por extensión, nuestra patria. Todos ellos huirán como ratas pero la… Leer más »
Totalmente de acuerdo…son dos ejemplos de la degradaciòn politica que vivimos..uno por incapaz(deberia haberse quedado de por vida de registrador) el otro por orgulloso pretencioso con ribetes chulescos… Lo que ud dice…lo veo muy dificil….una sublevacion popular?…no veo al pueblo español lo suficientemente despierto para iniciar una liberaciòn…lo segundo? igual de complicado…seguro que ha habido ya movimientos no visibles pero hoy en dia ni en un sentido ni en otro hay ideales por los que dedicar la vida…para mi una vida vacia sin valores ni ideales es sencillamente una existencia perdida…si hubiera mucha gente como ud y los que escriben… Leer más »