Aplicar el artículo 155 “a la carta” es inútil de antemano, solo será un parche poroso por el que seguirá supurando la herida
Por José L. Román.- Aplicar el artículo 155 de la Constitución “a la carta”, tal y como quieren Soraya Sáenz de Santamaría o Margarita Robles, es inútil de antemano; solo será un parche poroso por el que seguirá supurando la herida. Todo es postureo para que parezca que hacen algo, pero la realidad es que temen coger el toro por los cuernos. Cuentan con el apoyo de la Unión Europea y con el respaldo de la mayoría del pueblo español, pero no es suficiente. Una vez más quieren dejar claro que la justicia en España no es igual para todos.
Díganme, ¿existe alguna razón de peso para no aplicar el artículo 155 en toda su extensión? ¿Temen que se descubra donde ha ido a parar nuestro dinero durante los últimos cuarenta años? ¿O más bien tienen miedo que aflore el famoso dossier que según autorizados cronistas obra en manos de Jordi Pujol?
Y, en el caso de que ninguna de esas razones les impidan actuar con contundencia, ¿por qué no lo hacen? ¿Es que no tienen el bagaje ni la fuerza moral suficientes para actuar en consecuencia? Claro que, criar un monstruo durante cuarenta años dispensándole todo tipo de alimentos y cuidados, para después tener que “matarlo”, no es una empresa para pusilánimes.
Pero, el hecho de que los españoles hayan vuelto a salir a la calle, esta vez con banderas nacionales, no ha sido solo para protestar contra la secesión de Cataluña, que también, sino que es una seria llamada de atención a los profesionales de la política para decirles, que nuestros problemas no tienen solución con el actual sistema autonómico. Sé que esto no lo dicen los medios informativos, lo que no obsta, para que hayan entendido a la perfección lo que el pueblo está demandando en la calle.
A la mayoría de españoles nos duele la situación actual de España. Pero cuidado, que nadie se equivoque ni confunda, no nos duele la situación creada desde el pasado mes de septiembre, fecha en que el gobierno catalán decidió desafiar al Estado, no. Ese dolor viene de lejos; de muy lejos. Lo que ha sucedido es, que los españoles hemos estado amordazados. La democracia suprimió el patriotismo como virtud, hasta tal punto, que expresar con libertad ese dolor, aparte de suponer un peligro para nuestra integridad física por no estar bien visto por la práctica totalidad de los partidos políticos, tampoco era políticamente correcto hacerlo a través de los medios informativos.
Medios informativos que han visto siempre, en esa expresión tan llena de significado, un ataque a la democracia. Cuarenta años de dolor por España provocado por un cáncer que la está devorando, sin que por el momento haya surgido un cirujano de hierro ni unos medios informativos capaces de presentar al “hombre del bisturí”, como una esperanza para la nación.
El cáncer contraído por España ha dejado a la nación sin los nutrientes básicos para subsistir. Diecisiete tumores que la devoran porque sus gestores se han venido llevando la mayor parte del presupuesto nacional dejando la despensa prácticamente vacía.
Este es el principal mensaje lanzado por los españoles que han salido a la calle con las banderas en todo lo alto, y que los dirigentes políticos y sus medios informativos oyen pero no escuchan.
Medios informativos que nunca han dado la licencia ni el permiso para que la voz del pueblo que estos días resuena con fuerza, haya podido llegar mucho antes a todos los hogares españoles. Ciudadanos de toda condición y estrato social unidos como una piña en torno a una nación. Españoles que no queremos dejar de serlo y que somos víctimas de un cáncer, que la totalidad de nuestros dirigentes políticos sentados en el Parlamento se resisten a extirpar de raíz.
Por eso es tan importante la unión que mostramos ahora. Por eso es tan necesario continuar con las banderas en todo lo alto. Porque solo mediante la unidad seremos capaces de sanear la democracia, si exigimos y forzamos una reforma profunda de la Constitución que incluya la desaparición de las autonomías.
Hay historiadores cuyo oficio no es otro -cuando con objetividad lo desempeñan-, que contemplar el pasado y darnos cuenta veraz del mismo. Hay periodistas que honran su profesión cuando nos relatan sin engaños el auténtico acontecer de cada día. Yo soy un humilde español que tiene conciencia de serlo, que no se ha refugiado de un modo egoísta en su propia celda ni se ha retirado amargamente y entristecido para adormecerse en su hogar. Soy de los que pienso que el pasado me alecciona, el presente me indigna y el futuro me inquieta y preocupa.
Del pasado me quedo -con idea de ser lo más objetivo posible y que tomen buena nota todos aquellos que por acción u omisión están colaborando con el suicidio colectivo-, con lo siguiente:
Emilio Castelar, uno de los presidentes de la I República española, decía en el parlamento en 1873: “Yo soy español; yo amo profundamente a España, y amo a España más que a la libertad, más que a la república y más que a la democracia, y con toda mis fuerzas me opondré a que la más mínima parte del territorio español sea desgarrado de España; yo quiero entregar a los hijos de España que están por venir, una España unida en una auténtica y verdadera nación.
Antonio Zugazagoitia, un socialista convencido decía que antes que socialista era español, y en 1932 poco después de proclamada la II República española, en un folleto denominado “panfleto antiseparatista” escribió nada menos que lo siguiente: “España sobre todo; la República está subordinada a España; el izquierdismo español solo ha de querer el auge y la grandeza de nuestra Patria; al socialismo español no le caben nada más que dos opciones, o bien pactar con el piojoso separatismo sectario y reaccionario, o crear una grande y profunda conciencia nacional española”.
José Antonio Primo de Rivera fundador de la Falange, dejaba en 1933 el siguiente mensaje: “El problema de España es que está dividida por los separatismos regionales, la pugna entre partidos políticos y la lucha de clases”.
Manuel Azaña, presidente de la II República, en plena Guerra Civil y ante el comportamiento del nacionalismo independentista vasco, en un arranque de sinceridad se atrevió a dejar este mensaje: “Yo no he sido nunca lo que llaman españolista y patriotero, pero si esas gentes (separatistas vascos) van a descuartizar a España, prefiero a Franco”.
Salvador de Madariaga, bien conocido como antifranquista, y a quien calificó Indalecio Prieto con algo de ligereza de “tonto en siete idiomas”, dijo que ni en el espacio ni en el tiempo puede admitirse en España un plebiscito para la independencia.
José María Gil Robles, abogado y político español, monárquico antifranquista, escribía en “The Universe” del 22 de Julio de 1937, que “los intereses del separatismo vasco estaban por encima de la cristiandad, haciendo causa común con los comunistas incendiarios de iglesias, asesinos de obispos, sacerdotes, religiosos y profanadores de cosas santas”.
Don José Ortega y Gasset hizo el siguiente diagnóstico en el Congreso de los Diputados, el 13 de mayo de 1935: “La solución del nacionalismo no es cuestión de una ley, ni de dos leyes, ni siquiera de un Estatuto. El nacionalismo requiere un alto tratamiento histórico. Los nacionalismos sólo pueden deprimirse cuando se envuelven en un gran movimiento ascensional de todo un país, cuando se crea un gran Estado en el que van bien las cosas, en el que ilusiona embarcarse porque la fortuna sopla en sus velas. Un Estado en decadencia fomenta los nacionalismos, un Estado en buena ventura los desnutre y los reabsorbe”.
Julián Marías, filósofo antifranquista de la transición de 1978, en un libro titulado: “Ser español” dice lo siguiente: “Se está manipulando nuestra historia por los partidos nacionalistas que exhiben una historia que no ha existido jamás, y por los partidos políticos nacionales que ignoran, desconocen y pisotean la historia reciente de España”.
Y el que fuera presidente del Tribunal constitucional don Francisco Tomás y Valiente (1986-1992), asesinado por ETA en 1996, dijo algo que no comparto en las formas pero si en el fondo: “No cabe un plebiscito por la independencia que pide el nacionalismo vasco”.
Por lo tanto, con la unidad de España en peligro inminente; con la sociedad engañada y anestesiada por la propaganda que la atonta y ensordece; con la corrosión y putrefacción política; y con la irrupción de la extrema izquierda partidaria de la autodeterminación de los pueblos, podemos decir sin lugar a equivocarnos, que la aplicación del artículo 155 de la Constitución “a la carta”, ante la grave situación que se vive en Cataluña, solo será un parche poroso por el que seguirá supurando la herida. Insisto, no habrá solución a los problemas del separatismo antiespañol, mientras no desaparezcan las autonomías mediante una profunda reforma de la Constitución.
No valen medias tintas, hay que ir hacia el objetivo de frente y con superioridad de tres a uno, una vez ocupadas las posiciones, limpiarlas , neutralizarlas destruyendo y deslojando al enemigo para a continuación explotar el éxito en todas direcciones no dando refugio ni cuartel a los q huyen o a los desertores y rendidos. España no paga tráidores ni tibios, nuestra raza , el coraje y la caballerosidad española se impondrá a los ávaros,cobardes e hipócritas q militan en la fantochada separatista una vez más el pueblo español hará el trabajo que sus politicos, por inacción o por… Leer más »
Ya estan los mozos en Barcelona, pegando porrazos a los patriotas que han salido a la calle con banderas nacionales
Y la tv de la Iglesia 13tv, diciendo que se trata de grupos de ultraderecha que han provocado a los mozos.
Manda huevos
Lo supuse y lo avisé hace tiempo. Este 155 va ser a imagen y semejanza de rajoy “el tibio”. Es decir un 155 laxo, descafeinado, apático, lento, burdo y tarde. Un 155 que se asemejará más a Trafalgar que a Lepanto. Lo peor es que no será un Trafalgar por falta de apoyos y medios frente a un enemigo muy inferior cuajado de separatas cobardes y trasnochados. Lo malo es que será un Trafalgar por culpa de un nuevo “infame Villeneuve” reencarnado en la figura de rajoy. Solo que esta vez no solo dirige una flota sino que dirige la… Leer más »
Si otras comunidades se declaran en rebelión, vaya escenario, si es difícil y lo peor sería pagar el precio más alto, compatriotas catalanes por favor volver a la legalidad, no tenéis razón ni motivo, lo tenéis todo y os han envenenado y la dejadez de los Diferentes gobiernos , entre trinque y trinque os han conducido a lo más injustificable , no lleváis razón y si en algo la lleváis es común para otras autonomías muy mal tratadas también en lo fiscal. Volver a la legalidad ese camino en su génesis no es legal ni justo.
Mariano ya te han dado (nos han dado) el golpe de estado, además avisando y TV3 sigue emitiendo pamfletos secesionistas y loas a la república . tu respuesta es que “las cosas se harán bien”, pero para cuando pasmao, no las hiciste mi bien ni mal cuando las tenías que haber hecho , ahora a que esperas
Me lo dejaba. E intervenir los ayuntamientos porque, salvo honrosas excepciones, la mayoría son un feudo de los radicales. Si conviene, se revoca el nombramiento de los alcaldes y concejales y se nombra una junta gestora hasta las próximas municipales.
Ciertamente. Aquí la única solución es abolir la Generalidad en pleno y asumir sus competencias íntegramente. Clausurar el parlamento autonómico porque, sin gobierno, no es necesario para nada. Abolir también las cuatro diputaciones provinciales porque están controladas por los radicales. Disolver el cuerpo de Mozos. Todos los funcionarios afectados, a la calle y, como mucho, reincorporarlos a la Administración del Estado, previo examen de cada caso y si no son personajes tóxicos. La educación retransferida al Ministerio y todos los maestros, porque no se puede hacer de otra manera, de entrada admitidos para que sigan en su puesto pero, después… Leer más »
me acabo de enterar que Orange va a cwerrar su delegación en Cataluña y unas 500 personas iran a la calle, una de ellas un primo hermano mio fanatico independentista…voy a lllamarlo para felicitarlo por la independencia y por su nuevo estado de parado jajajajajaja por lo menos una alegria a ver si Aldi cierra du departamente de contabilidad y me da otra alegria con otra fanatica.
Alegrarse de las desgracias ajenas es ser un pelín hijo-a de puta.