El indigno Puigdemont ha provocado que el Gobierno reconozca lo injusto que ha sido con la Guardia Civil y la Policía Nacional
Algunos pensarán que se trata de un chiste de mal gusto, pero no lo es. El desafío independentista liderado por Puigdemont y espoleado por la extrema izquierda, y la traición de los mozos de escuadra, han permitido entre otras muchas cosas que el gobierno de Rajoy, tenga que claudicar y reconocer lo injusto que ha sido durante muchos años con sus dos principales Cuerpos de Seguridad.
El presidente Rajoy no puede decir que desconocía la discriminación que sufren la Guardia Civil y la Policía Nacional. Don Mariano lleva muchos años formando parte de los distintos gobiernos del PP sin que jamás haya querido escuchar a quienes eran objeto de esa injusticia y ese desprecio. Sin embargo, llegado el momento difícil y complicado de poner orden y hacer cumplir la ley en una parte de España como es Cataluña, dos lecciones magistrales han puesto a cada cual en su sitio. Por un lado, esos hombres y mujeres ninguneados y desconsiderados a los que no se les ha querido escuchar, acataban las órdenes de su “madrastra” instalada en la Moncloa y acudían sin pestañear al lugar de la contienda, para garantizar el orden constitucional establecido. Y, por otro lado, la “guardia pretoriana” de los delincuentes; aquellos “policías regionales” creados y alimentados abundantemente por la “madre buena” residente también en la Moncloa, traicionaban cobardemente a los leales guardias civiles y policías nacionales, tratándoles como “pobres cenicientas estatales” y dejándoles solos ante una turba fanática y enloquecida.
Nunca como ahora se había puesto tanto interés en algo que parece ya endémico; esa diferencia salarial que existe entre un mozo de escuadra y un guardia civil o policía nacional. Cientos de voces se han alzado durante años ante esta terrible injusticia; voces que se oyeron pero nunca se escucharon. Cientos de cartas dirigidas a los gobiernos del Partido Popular a través de la prensa, incluso en épocas de bonanza económica, para que sus líderes se dignasen por lo menos a tenerlas en cuenta. Pero nunca lo hicieron.
Si ha habido en España un tema en el que los gobiernos centrales han rayado en lo sublime, este no ha sido otro que permitir la discriminación peyorativa de “sus propios hijos”: Guardia Civil y Policía Nacional.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su verdadera imagen. Nadie, absolutamente nadie, ha podido mentir tanto, corromperse tanto ni traicionar tanto y de forma tan reiterada, como lo han hecho los distintos gobiernos centrales, especialmente los del PP, con la Guardia Civil y la Policía Nacional. Más de tres décadas cachondeándose y ciscándose en los más humildes servidores públicos, mientras se rompían las manos aplaudiendo en los desfiles. Unos humildes servidores públicos muy valorados por la sociedad, pero a los que los gobiernos centrales, particularmente los del PP, han mentido sistemáticamente y sin sonrojarse con los mismos labios que rezaban en los funerales.
Ha tenido que ser ahora, justo ahora, tras el indigno comportamiento de Puigdemont y de su “guardia pretoriana”, y la decisión del gobierno de España en aplicar el 155 para salvar el autogobierno catalán junto a su “policía traidora”, cuando aparece el ministro Zoido muy campanudo prometiendo una equiparación salarial de guardias civiles y policías nacionales, respecto a aquellos que ya deberían haber sido disueltos por alta traición.
Algún ministro, cuyo nombre ahora no recuerdo, hasta pidió disculpas públicamente por los EXCESOS DE LA GUARDIA CIVIL Y DE LA POLICÍA NACIONAL.
¡Para excesos los de los separatistas catalanes, AL DESTROZAR TRES VEHÍCULOS DE LA GUARDIA CIVIL, IMPEDIRLES SALIR DE LA CONSEJERÍA DE ECONOMÍA, HACER QUE LA SECRETARIA JUDICIAL TUVIERA QUE HUIR POR LOS TEJADOS, ETC!
Eso sí que fueron auténticos excesos, o más bien DELITOS.
Ese fue nada menos que el delegado del gobierno en Cataluña, Enric Millo.
Un saludo don Ramiro.
Esto es hablar claro y lo demás tonterías. Haber aplicado el 155 con limitaciones, porque no han tenido más remedio dada la presión del pueblo en la calle, no les exime de su responsabilidad en el daño causado por los sediciosos. El Partido Popular ha sido, sin ninguna duda, la bestia negra para los que realmente se dejan la piel dentro de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Se han envuelto en la bandera de España y en la Constitución solo, para corromperse hasta el tuétano, pero después, para no quedar en evidencia por la falta de lealtad… Leer más »
Estas ratas traidoras y corruptas del PP son los primeros que deberían ir a prisión. El maltrato a la GC y PN en su venganza anticipada.