Las 62 mayores empresas que han salido de Cataluña suponen 11.500 millones de PIB
Las 62 mayores empresas que han trasladado su sede de Cataluña a otras regiones suponen un 5,8% del PIB catalán y un 1% del total nacional. Madrid, Valencia y País Vasco son las comunidades más beneficiadas por los traslados.
La diáspora de empresas que huyen del secesionismo es una amenaza para la economía de Cataluña. Sólo las 62 principales compañías que han trasladado su sede de Cataluña suponen un impacto directo en el PIB de 11.540 millones de euros, lo que representa un 5,4% de la economía catalana y un 1% de la economía española en su conjunto, según un estudio del Centro de Predicción Económica (Ceprede) difundido ayer por la Cámara de Comercio de Madrid. Estas 62 empresas suponen una facturación conjunta de más de 27.700 millones de euros y generan 83.600 puestos de trabajo, lo que representa un 13,1% de la facturación de las empresas radicadas en Cataluña y un 2,6% del empleo regional. Se trata de las principales empresas, con una facturación al menos superior al millón de euros, y han venido haciendo pública su decisión de deslocalizarse desde el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre.
La fuga de empresas se traducirá en un sensible aumento del PIB de las comunidades hacia las que se trasladan las sedes, según los autores del estudio. Principalmente, Madrid, Valencia y País Vasco. “La repercusión es enorme. Se va a disparar el PIB, aunque es difícil determinar cuánto”, subraya Juan López-Belmonte, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, en referencia en este caso al impacto en Madrid. Cataluña, hasta ahora cabecera del PIB nacional, podría verse adelantada por la Comunidad de Madrid por el impacto de la fuga de empresas. Es complicado calcular la verdadera dimensión del impacto derivado de la fuga de empresas. El estudio se refiere a 62 empresas, de las 258.000 que operan en Cataluña, pero si la fuga continúa, y termina arrastrando los centros operativos de estas compañías, el efecto podría restarse sobre el 5,4% que aportan al PIB catalán. Lo explicó Josep Borrell en su discurso el domingo pasado: “Imaginad que tenéis cuatro euros, tenéis una moneda de dos euros y en casa tenéis dos euros en monedas de un céntimo, tenéis 200”. Perder la moneda de dos euros implica perder la mitad del patrimonio, por mucho que queden 200 moneditas de un céntimo.
La aportación al PIB de 11.540 millones hace referencia al valor añadido de la empresa para la economía. Ceprede calcula esta cifra a partir de los gastos de explotación, descontando los gastos directos (personal y dotaciones para amortización) y lo que compra a sus proveedores y, finalmente, al neto del valor añadido. Las cifras que aparecen en negativo en la tabla, con datos de facturación de 2016, -ver página 21- querrían decir que la empresa compra más de lo que ingresa.
Ceprede calcula la aportación de estas empresas al PIB regional teniendo en cuenta la localización real de la producción y la generación de valor añadido, con las correpondientes correcciones para distribuir el llamado efecto sede. Esto es, que el cambio de sede social de esas 62 empresas, per se, no alcanza a restar en su totalidad un 5,4% del PIB catalán. Pero si las empresas deslocalizan establecimientos y unidades productivas, el impacto sería mucho mayor. López-Belmonte considera que “esta situación se puede producir”, pero añade que “lo peor que podría pasar es que, en lugar de irse a Madrid, estas empresas se vayan a París” u otras capitales extranjeras. Como advierten los autores del informe, si estas deslocalizaciones se prolongan por mucho tiempo acabarían por terminar generando un cierto desplazamiento de las actividades de gestión de estas empresas que podrían desplazar puestos de trabajo desde Cataluña hacia otras regiones y que terminaría provocando un cierto cambio en el valor añadido. Se trata de un riesgo mayor en el caso de multinacionales.
El temor ahora es que la fuga no haya terminado. “De aquí y hasta las elecciones del 21 de diciembre se van a ir muchas más empresas”, vaticina López-Belmonte, aludiendo a la incertidumbre que seguirá habiendo en la comunidad hasta que se despeje totalmente el panorama parlamentaio. “Si el 21 no se aclara la situación, no se va a ir una, se van a ir cientos”, añade. Actualmente, todavía hay 20 grandes empresas en Cataluña (con una facturación por encima de los 1.000 millones) y 350 compañías con una cifra de negocio de entre 100 y 999 millones. De hecho, según el informe de la Cámara, si el periodo de incertidumbre se prolonga, o la situación se agrava, podría producirse un movimiento mucho más elevado.”Si las elecciones son rápidas es precisamente para sujetar esta fuga”, señala el presidente de la Cámara. Aproximadamente, 7 de cada 10 empresas que han anunciado su traslado han elegido la Comunidad de Madrid para ubicar su sede social (un 69% de las 62 empresas mencionadas). La aportación de estas empresas al PIB de la Comunidad de Madrid sería del 1,8%. Sin embargo, en términos de facturación de estas empresas, la Comunidad Valenciana se sitúa por delante de Madrid, principalmente por los cambios de CaixaBank a Valencia y de Sabadell a Alicante. A pesar de que sólo un 12% de las empresas han escogido Valencia como comunidad de destino para sus sedes, la región aglutina la mayoría de la facturación, un 40%, lo que supone 11.007 millones. Madrid no está lejos, con 10.763 millones (un 39%), y le sigue Vascongadas (14%).
Fuente: Expansión