¿Es realmente falso, o solo políticamente incorrecto el “viernes negro” (Black Friday) sobre los esclavos?
Circula por las redes sociales un mensaje sobre el origen del “viernes negro” (Black Friday), que no ha debido gustar mucho a los patrocinadores de estas singulares rebajas. El mensaje dice que tal denominación tiene su origen en la esclavitud. Fue el día después de Acción de Gracias a mediados del siglo XIX cuando los comerciantes de esclavos los vendían rebajados para la temporada de invierno. De ahí el nombre de Black Friday.
Digo que no ha debido gustar mucho a ciertos patrocinadores, porque rápidamente han salido en tromba ciertos medios para desmentir el contenido del mensaje, y decir que se trata de una falsa leyenda cuyo origen es desconocido y que pudo surgir para hacer sentir mal a los futuros compradores de unas rebajas en esa fecha señalada. Afirman con rotundidad que el Black Friday no se originó por la venta de esclavos negros.
La leyenda que los medios se apresuran a desmentir, no fue publicada por cualquiera, se la atribuyen a dos estadounidenses muy populares a nivel mundial: el jugador de baloncesto de la NBA, J.R. Smith, y la famosa cantante Toni Braxton. La publicación realizada por J.R. Smith fue borrada un tiempo después, al ser advertido de que se trataba de un “archivo falso”, ya que no hay ni un solo documento histórico que acredite lo publicado.
Otros sostienen que la verdadera historia sobre el origen del “viernes negro” fue a raíz de llamar “días negros” a aquellas jornadas que pasaron a la historia por significar algo macabro o siniestro, por ejemplo: el célebre jueves negro de 1929, cuando se produjo la caída de la Bolsa o Gran Depresión; el lunes negro de 1209, día que tuvo lugar la masacre de 500 ingleses en Bristol a manos de los guerreros irlandeses de O`Byrne; o el martes negro, el día de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.
Se dice también que el origen del término “viernes negro” tuvo lugar en Filadelfia. Desde 1980, en Estados Unidos se juega un clásico deportivo muy antiguo y que levanta tal expectación nacional, que el mismísimo Presidente de turno se hace presente en el partido de fútbol americano colegial que enfrenta a dos academias del Ejército. En Estados Unidos es un clásico. El partido se jugaba tradicionalmente el sábado siguiente al jueves de Acción de Gracias, por lo que una enorme multitud se agolpaba el viernes, -día siguiente al de Acción de Gracias-, para conseguir alojamiento en Filadelfia, saturando restaurantes, bares y comercios. Esta marea humana colapsaba todos los servicios, y desencadenaba accidentes, robos, crímenes, etc. El fenómeno se repetía año tras año, por lo que la Policía, que lo odiaba, comenzó a llamarlo viernes negro.
Los comerciantes, que como todos ustedes saben no hacen ascos a nada que signifique negocio, en Filadelfia, no fueron la excepción, así que decidieron aprovechar ese viernes negro, y comenzaron a lanzar ofertas atractivas para vender sus productos. Los resultados fueron extraordinarios; las ventas se dispararon. Así, año tras año, ese día al que la Policía llamaba viernes negro, los comercios de Filadelfia se abarrotaban desde que abrían hasta que cerraban, y sus estanterías quedaban prácticamente vacías.
En resumen, para hacer atractivas estas rebajas sin que se le indigesten a nadie, la historia sobre el viernes negro que nos invitan a creer, es la versión “oficial” de las grandes multinacionales que sostienen, que de enero a noviembre las tiendas suelen operar con pérdidas, o sea con números rojos, y que precisamente en el “viernes negro” (Black Friday) obtienen de nuevo ganancias, es decir, números negros. Por lo tanto, se le llama así, porque ese viernes es el que las tiendas regresan a los números negros, viernes negro. Repito, esta es la historia oficial, la que las multinacionales y los medios, donde insertan su publicidad, insisten en contar.