El cava valenciano se hace fuerte en el mercado nacional

El Consejo Regulador del Cava ha pedido al Ministerio de Agricultura que limite el incremento de la superficie de viñedo dedicada a la elaboración de dicho vino espumoso a sólo 0,1 hectáreas durante los próximos tres años, lo cual ha sido rechazado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) porque supondría, a efectos prácticos, impedir que pudiera seguir creciendo la producción en las bodegas valencianas dedicadas a ello, radicadas en el término municipal de Requena.

El freno solicitado al aumento de plantaciones afectaría a toda España, pero es obvio que en última instancia favorecería a las bodegas de cava de Cataluña, que concentran más del 95% de la producción, y perjudicaría a las demás zonas de España autorizadas a producir cava, que son las emergentes y se encuentran en crecimiento durante los últimos años.

Desde este punto de vista, la referida solicitud (la decisión depende al final del ministerio) correspondería a una maniobra de la posición dominante en el consejo regulador (Cataluña) para frenar al resto. El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, recuerda que dicho organismo, con sede en Villafranca del Penedés, está «dominado, lógicamente y en función de su relevancia económica y representativa, por las bodegas catalanas».

La formación valenciana «rechaza la pretensión de Cataluña de impedir nuevas plantaciones para producir cava en Requena» y considera que «no tendría sentido frenar el crecimiento de una actividad que está en plena fase de expansión y con una demanda en alza».

Sin embargo, no opinan exactamente lo mismo productores de cava de Requena consultados, quienes aluden a la conveniencia de que no se dispare la producción porque «podría ser perjudicial para todos». Un bodeguero explicó claramente que «no opina lo mismo quien está dentro del club y quien está fuera, porque el que está fuera pretende entrar y el que ya está dentro aspira a poder vender mejor su producto». En todo caso, se mostró contrario a la prohibición total de nuevas plantaciones y partidario de que se autorice al menos la superficie que está inmersa ya en procesos de reestructuración.

La Denominación de Origen Protegida ‘Cava’ es peculiar porque no se centra en un único territorio. Abarca 159 municipios, de los que una gran mayoría, 132, son de Cataluña: 63 en la provincia de Barcelona, 52 de Tarragona, 12 de Lleida y 5 de Girona. Los otros 27 no catalanes se reparten así: 18 en La Rioja, 3 de Álava, 2 de Zaragoza, 2 de Navarra, 1 de Badajoz (Almendralejo) y otro de Valencia (Requena).

De las 36.000 hectáreas reconocidas, unas 29.000 son de Cataluña. De las 7.000 restantes, Requena es el municipio con mayor superficie y producción (unas 4.000 hectáreas), seguida de Almendralejo (1.400), y ambos son los que están experimentando mayor crecimiento productor en los últimos años, por lo que son los que más se pueden ver perjudicados con la pretendida limitación.

Las bodegas que actualmente elaboran cava en Requena son: Torre Oria, Pago de Tharsys, Dominio de la Vega, Coviñas, Chozas Carrascal, Hispano Suizas, Vegalfaro y Unión Vinícola del Este.

Torre Oria fue la primera bodega de fuera de Cataluña en ser autorizada para elaborar cava, tras un largo proceso judicial en los años 80 que acabó en sentencia favorable del Tribunal Supremo, la cual abrió las puertas a todo el término de Requena y a los demás repartidos por España que se sumaron en su momento.

Los entonces responsables de Torre Oria (hoy al frente de Pago de Tharsys y Dominio de la Vega) se enfrentaron judicialmente (con la ayuda de la Conselleria de Agricultura) a la oposición de las bodegas catalanas a que pudiera hacerse cava fuera de Cataluña.

AVA reclama ahora al Ministerio de Agricultura «que no ceda ante las nuevas pretensiones» de frenar la producción, y a la Conselleria de Agricultura «que asuma sin fisuras ni vacilaciones la defensa del cava valenciano y de sus productores».

Aguado ve como «explicación más lógica de la actitud del Consejo Regulador y de las bodegas catalanas» las derivaciones comerciales «en torno a las tensiones secesionistas de Cataluña», pero advierte que «no es de recibo que pretendan que otros paguen los platos rotos reclamando que se frene por decreto el potencial de crecimiento de zonas competidoras; nos parece muy egoísta que se quiera perjudicar a otros porque las ventas de cava catalán se estanquen».