Familiares de presos etarras con Urkullu.

Por José L. Román.- Cuando el gobierno de la nación tiene que enfrentarse a los independentistas, sean golpistas o no; a racistas y xenófobos antiespañoles que se sientan en las Instituciones; o tiene que bregar con terroristas que cargan sobre sus espaldas con cientos de brutales asesinatos, secuestros, extorsiones, tentativas de asesinato, cooperación necesaria para el asesinato, etc. Entonces, ese gobierno busca el apoyo de la clase política en general, y todos se ponen en marcha aligerando el paso para llegar lo antes posible a algún tipo de acuerdo, al objeto de tratar a los golpistas detenidos como presos políticos, a los independentistas en general entre algodones, y a los terroristas con miles de años de condena se les pone en libertad mediante una “hoja de ruta” aceptada por consenso, so pretexto de acabar con la violencia y decir sin vergüenza torera -como si los españoles fuésemos gilipollas-, que ETA ha sido derrotada por la democracia.

Hoy dicen una cosa y mañana la contraria. Les importa una higa la forma escogida para ciscarse en los contribuyentes que cumplen con el orden constitucional establecido; en la unidad de la Patria recogida en la propia Constitución; y en la sangre inocente derramada por aquellos que un día creyeron en una formación política, y en la lealtad de las más altas magistraturas del Estado.

La “hoja de ruta” diseñada para acabar con España como nación sigue su camino. Y, los asesinos etarras que todavía no han sido liberados, permanecen en la cárcel a la espera de salir a la calle más pronto que tarde, mientras el gobierno y el PNV buscan la forma o manera de acercarlos a las prisiones de Vascongadas, para que no sufran sus familiares.

Hay que recordar que en octubre de 2011 se reunieron Zapatero y Urkullu para hablar de una política penitenciaria “flexible” y avanzar en el proceso final de la violencia y de normalización política ¡Fantástico!

¿Avanzar en el proceso final de la violencia con casi 350 asesinatos por esclarecer? ¿Normalización política cuando el objetivo del PNV es que Vascongadas se independice de España? Creo que sobran comentarios. Solo apuntar que Rajoy se ha vuelto a reunir con Urkullu con motivo de la negociación sobre los presupuestos para 2018, y, que el titular del PNV, le ha exigido entre otras muchas cosas el acercamiento de presos etarras con el siguiente lamento: “sus familias sufren”.

Y mientras, se siguen otorgando subvenciones a la asociación de familiares de presos de ETA (ETXERAT) por parte de la Diputación de Álava y del Ayuntamiento de Vitoria, y se continúa buscando la fórmula para liberar a los golpistas catalanes que se encuentran en la cárcel, y la triquiñuela “legal” para permitir que vuelva Puigdemont y sus mariachis desde Bruselas, como si aquí no hubiese pasado nada.

Créanme, en este país donde a nuestros dirigentes políticos se les llena la boca de democracia, el bolsillo a fin de mes, y la andorga cada día, da igual que la Constitución diga que “todos los españoles somos iguales ante la ley”, o que “la Justicia en España es igual para todos”. A todos ellos se la trae floja. Creo que ya no queda ni un solo español, que no viva de la política o de sus migajas, que no se haya dado cuenta de que no es lo mismo ser asesino etarra, golpista o independentista, que contribuyente impoluto, desempleado de larga duración, dependiente sin recursos, víctima del terrorismo, o preso común.

La diferencia está clara. Un contribuyente honesto que paga sus impuestos puntualmente y cumple las leyes a rajatabla; un desempleado de larga duración; un dependiente sin recursos que no puede ni protestar; o un español víctima del terrorismo, son vistos y tratados por los dirigentes políticos -cuyos partidos están de corrupción hasta las cejas-, como unos auténticos parias.

Para el gobierno de Rajoy, las víctimas del terrorismo son un forúnculo en el culo; una rémora molesta; un “mueble viejo” que estorba y que hay esconder en el desván para que deje de obstaculizar el paso. Esto mismo es aplicable también a los desempleados, dependientes, ancianos sin recursos, etc.

Y por último, lo estamos viendo con toda esta farsa montada en Cataluña en torno al golpe de estado y la aplicación del 155 con sirope de fresa. Mientras todos tenemos la mirada fija en Cataluña, nos olvidamos del resto de problemas, por ejemplo, que la Caja de la Seguridad Social está literalmente vacía, y quieren perdonarle la deuda a Cataluña. Barrunto que todo terminará como la “diplomacia del engaño y la mentira” tenía previsto: todos los golpistas puestos en libertad y recibidos en Cataluña como héroes de la libertad y de la democracia, del mismo modo que son recibidos los terroristas en Vascongadas.

Terroristas encarcelados por múltiples asesinatos, gozan de privilegios que jamás se le brindan a un preso común, y además, tienen al PNV defendiendo sus intereses y sus mismos objetivos. Da igual que el terrorista le haya arrebatado la vida a cientos de personas inocentes indiscriminadamente, será puesto en libertad sin cumplir su condena o trasladado a cárceles próximas a su domicilio, mientras que miles de presos comunes de familias humildes que no pudieron permitirse depositar una fianza, cumplen condenas por delitos menores en establecimientos penitenciarios lejos de sus domicilios, sin que nadie alce la voz por el escandaloso agravio comparativo que sufren, respecto a los criminales más sanguinarios de la Historia reciente de España.

Y una pregunta que sometemos a la consideración de políticos y jueces: Si miles de presos afirmaran acatar el Código Penal… ¿serían excarcelados como los golpistas catalanes presumiblemente este lunes?