“O Marta Rovira o Inés Arrimadas”
S. Sostres.- Esquerra y el PDECat dan por amortizado a Carles Puigdemont. La cúpula de Esquerra convocó el lunes a Marta Rovira para dejárselo claro: es la única candidata a la presidencia de la Generalitat. El PDECat espera que pasen las elecciones para que Puigdemont tope con la realidad, desprenderse de él y volver a centrar al partido como cuando en los tiempos de Jordi Pujol tuvo vocación mayoritaria.
Puigdemont y su equipo, con Elsa Artadi como estratega, insisten en plantear un desafío al Estado, acusan a Esquerra de aceptar el paradigma autonomista que el presidente Rajoy ha impuesto con la aplicación del artículo 155, y no contemplan otro escenario que el de la investidura de su candidato -«el president legítim»-, no tanto porque crean que van a conseguirlo como por poner al Estado entre la espada y la pared. Un íntimo colaborador de Puigdemont señala que «así como el PDECat se pelea por el poder en la autonomía, Puigdemont quiere discutirle el ‘status quo’ a España».
Más realistas, y más pragmáticos, los colaboradores de Oriol Junqueras han abandonado cualquier esperanza de que su líder pueda ejercer la presidencia de la Generalitat aunque ERC gane las elecciones y están trabajando con Marta Rovira para darle un tono presidencial, para evitar por todos los medios «que en cualquier momento rompa a llorar» y para alejarla de idealismos estériles o de acusaciones que no pueda demostrar, como la de los muertos en la calle de hace 10 días.
«O Marta Rovira o Inés Arrimadas» es la idea fuerza con que Esquerra afrontará la campaña, ninguneando a Puigdemont, por no ser creíble su candidatura. Por primera vez desde la recuperación de la democracia, los republicanos acudirán a unas elecciones como el partido moderado del soberanismo, tratando de transmitir firmeza en las convicciones pero a la vez moderación y seriedad.
Sin alternativa
Y por primera vez, también, Convergència será el partido extravagante, el de la vieja pista de elefantes tendida sobre el macadán, el del «todo o nada», el del desafío abierto sin voluntad de solucionarlo. Cuando a Elsa Artadi se le pregunta en qué alternativa piensa si Puigdemont no puede ser investido presidente -que no podrá- realmente no tiene ninguna, como si creyera que la Historia va a detenerse hasta que sus problemas se solucionen.
Ante los ataques de oportunismo autonomista con que los de Puigdemont tratan de desacreditar a Esquerra, los republicanos recuerdan que el voto independentista se mueve por vasos comunicantes y que lo que avance el presidente depuesto es exactamente lo que Rovira retrocederá, y que los únicos beneficiados de este trasvase serán los Ciudadanos de Inés Arrimadas, que podrían llegar a ganar las elecciones si ERC no pasa de los 30 diputados.
Puigdemont pelea inútilmente contra su destino mientras ERC y el PDECat buscan la excusa para apagarle las luces y dejarle vagando por Bruselas o donde se quiera marchar.