Dos turistas caminan junto a unas pintadas en la zona del Parque Güell.

Es sorprendente pero, sobre todo, parece preocupante: sólo el 49% de los alemanes considera que España es un destino turístico seguro. El procés catalán, los atentados y los brotes de turismofobia que estallaron el pasado verano están minando la confianza de los germanos en uno de sus lugares favoritos para pasar las vacaciones, nuestro país.

La economía turística sigue evolucionando mejor que el conjunto de la economía española. Tres décimas más que en 2015 aportó el turismo al global en 2016 y es ya el 11,2% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB), según la Cuenta Satélite del Turismo de España, publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero la hegemonía de su aportación al PIB no está exenta de riesgos.

Alemania es uno de los países que ha contribuido más a ese auge del turismo en España. Los alemanes aportan buena parte de los 125.529 millones de euros generados por el sector conforme a la cuenta satélite del INE. Y, pese a un leve descenso del gasto medio por persona en tasa anual, mantienen uno de los gastos más altos dentro de los realizados por los países de nuestro entorno más cercano: 990 euros de media en 2016, sólo por debajo de lo que gastaron los de los Países Nórdicos y los Países Bajos. Y por encima del desembolso de un británico (991 euros).

15 de cada 100 extranjeros que optó por España el pasado año fueron alemanes, acumulando un total de 11,2 millones de los 75,3 millones de visitantes, frente a los algo más de 17 millones de británicos. Son, asimismo, la segunda nacionalidad que más nos visita -en habitual rivalidad con los franceses-. De hecho, un 13,5% de los 82 millones de alemanes viajó a nuestro país el pasado año. Y, además, sus llegadas suelen crecer a un ritmo estable. Se incrementaron el año pasado un 6,85% en tasa de variación anual.

Con las posibles consecuencias del Brexit acechando la bonanza del turismo español, el hecho de que ni siquiera la mitad de los encuestados por la consultora GfK considere que España es segura es inquietante. «Muchos viajeros tienen la sensación de que en España ya no son bienvenidos», ha asegurado el director del estudio Ulrich Reinhardt.

Además, el debate sobre una posible implementación de más impuestos a los turistas es también uno de los puntos que preocupa a los alemanes, según dicho estudio. Y dado que se espera una caída del poder adquisitivo de los británicos -nuestros principales visitantes-, mantener el interés y los ingresos de los germanos se convierte en esencial.

La aportación del turismo al PIB español ha crecido en los últimos años especialmente gracias al consumo turístico receptor. Así, España aglutinó un mayor peso de quienes nos visitan en la demanda turística final en 2016, con el 49,3% del total. Mientras, la demanda de los españoles en el ámbito de los viajes osciló entre descensos y crecimientos menores.

La encuesta, sin embargo, no califica a España de inseguro propiamente dicho y la ubica como el sexto destino con mayor seguridad conforme a la percepción de los alemanes. Austria, Suiza, Escandinavia e Italia, al margen de la propia Alemania, son los destinos que éstos consideran más seguros que el nuestro. Y la seguridad es un factor determinante a la hora de escoger un destino de ocio.