Claves para entender cómo votarán hoy los catalanes
¿Cómo votarán los catalanes hoy? Varios expertos en comportamiento electoral auguran una participación récord. De hecho, en los anteriores comicios, los de 2015, donde el debate también se centró en la independencia, se saldó con el segundo porcentaje de participación más alto desde el restablecimiento de la democracia, el 77%. El récord lo siguen tiendo las elecciones generales de 1982, donde Felipe González (PSOE) consiguió su primera mayoría absoluta.
La investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Berta Barbet recuerda, que históricamente, en Cataluña existía la “abstención diferencial”: había una parte del electorado que sólo iba a votar en las elecciones generales, porque consideraba que eran las más importantes. La altísima movilización del votante independentista también ha implicado que los tradicionales abstencionistas acudan a las urnas.
Otro elemento que ha quedado atrás es el bipartidismo de CiU -que ya no existe- y un PSC que ya no es el gran partido de masas que fue hasta el inicio de la crisis. Los sondeos sitúan ahora como principales favoritos a ERC y Cs.
Según Barbet, hay un combate entre partidarios y detractores de la secesión, pero también por el liderazgo de estos bloques. Sin embargo, “hay poco movimiento entre bloques”, apunta Barbet.
Según esta experta en comportamiento electoral, una de las claves del 21-D será la participación del electorado “de identidad mixta o no independentista”, y que “podría hacer decantar la balanza”. Barbet explica que el fracaso de la Declaración de Unilateral de Independencia (DUI) ha implicado que una cierta desilusión entre los dos millones de catalanes que apoyan la secesión. Sin embargo, ” no hay indicios” que permitan pensar que vaya a crecer la abstención en este colectivo.
Barbet explica que hay una parte de los electores de los dos bloques que pueden optar a última hora por el voto útil e inclinarse por las fuerzas que lideran los sondeos. Si este factor es el que se acaba imponiendo, ERC se impondría a JxCat, y Cs, al PSC.
Otra clave del 21-D está en el territorio. Cataluña no tiene ley electoral: la falta de consenso entre los partidos implica que la distribución de los escaños se haga igual que en 1980, pese a que la demografía ha variado mucho desde entonces. En la provincia de Barcelona están en juego 85 de los 135 escaños, el 63% del total, aunque en ella viven 5,5 millones de habitantes, el 73% de la población.
En los comicios de 2015, los partidos independentistas obtuvieron una amplia mayoría en el interior, tanto en los municipios pequeños como en capitales comarcales, con la excepción del Valle de Arán (Lleida). Sin embargo, se quedaron lejos del 50% en las zonas más pobladas, situadas en el cinturón de Barcelona y en el litoral.
Según el profesor de ciencias políticas de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Albert Aixalà, las diferencias “no se limitan únicamente entre la región metropolitana y las comarcas: en las grandes ciudades, se observa un gran arraigo del independentismo en el centro, y de Cs en los barrios periféricos”. Estos datos expresan “una fractura territorial múltiple, no sólo entre el interior y la costa: hay grandes contrastes dentro de cada municipio”.
En Barcelona, en 2015 el independentismo superó el 50% de los votos en dos distritos -Eixample y Gràcia-, pero no alcanzó el 30% en Nou Barris. El independentismo tampoco sumó la mitad de los sufragios en Lleida y municipios metropolitanos como Rubí, Santa Coloma de Gramenet y Hospitalet.
Aixalà recuerda que, desde las segundas elecciones autonómicas de 1984, la antigua CiU -ahora JxCat-, ERC y la CUP -que se presenta desde 2012- siempre ha logrado entre el 45% y el 50% del voto.
La bipolarización del debate político se vive con especial intensidad en las redes sociales. Según Marc Argemí, responsable de la herramienta de monitorización Websays, pronostica un “triple empate” entre Cs, ERC y JxCat. Sus tres candidatos han generado en la campaña entre 1,4 millones y 1,6 millones en toda España. “Cs triplica el volumen de conversación del PP”, afirma.
Pues normal, los catalanes de toda la vida que viven en el centro votan independencia y los nuevos (del sur de españa sobretodo) que viven en las periferias con los moros, pues votan a los nacionalistas españoles.
Luego estan los flipados de podemos que … en fin…
Será eso…, en mi comunidad de vecinos en Madrid, somos 60 vecinos, 2 extremeños, 5 andaluces, 1 murciano, 3 vascos, 2 asturianos, 1 catalán y el resto madrileños… el único que no paga la comunidad es… adivina… el catalán, de apellido… “PI”, y hay que llevarlo a juicio todos los años desde hace 30 para que haga los deberes… ¿será del centro de Barcelona? ¿o de las afueras? o ¿tal vez será un andaluz “renombrado”?. Eso si, todavía no se ha declarado independiente de la comunidad de vecinos… y aquí nadie le pone pegatinas en el coche, ni le golpea… Leer más »
No se crea, Don Andrés. En los barrios periféricos hay mucho estómago agradecido.