Lo que Carmena esconde
Mayte Alcaraz.- La crisis en el Ayuntamiento de Madrid no es solo un golpe en la mesa de una alcaldesa contra un concejal díscolo. Bajo el epitelio de ese golpe de autoridad supuran varias heridas.
—Camena ha decidido campar sola y fundar su propia marca con vistas a su reelección dentro de año y medio. Elegida por los podemitas como el rostro amable para contraponer a una declinante Esperanza Aguirre y con capacidad para maquillar los tenebrosos perfiles del populismo, la alcaldesa está resuelta a no volver a encabezar una lista compuesta por los retales cortados por Pablo Iglesias y Alberto Garzón y quiere marcar su propio territorio. En Podemos ya se lamentan de una realidad palpable: «Alimentamos un monstruo que nos va a comer».
—La mala relación de Carmena con Iglesias y Garzón impidió que en las reuniones contra reloj que mantuvieron horas antes del cese de Sánchez Mato se pudiera sofocar la crisis. Tanto en público como en privado, la alcaldesa no esconde su distancia política y personal con Iglesias e insiste en que ella no representa a ninguna coalición política sino a una candidatura ciudadana.
—Apoyada en sus dos personas de confianza en el Consistorio, Marta Higueras y Luis Cueto, la alcaldesa gobierna de espaldas a la mitad de su Gobierno que la responden con desprecio absoluto a su autoridad.
—Tampoco la sintonía de Iglesias y Garzón pasa por su mejor momento. La estrategia de alineamiento del líder de Podemos con los independentistas catalanes ha provado un gran malestar en el coordinador de IU, que reprocha la falta de un discurso nacional para evitar la fuga de votos en el resto de España. La confluencia de ambas fuerzas en 2020 está ahora más en el aire que nunca.
—Aunque Iglesias y Errejón han mantenido posturas iguales respecto a la espantada de Sánchez Mato, las grietas internas en Podemos son cada vez más profundas y la soledad del secretario general frente a las bases se agranda al ritmo de la sangría electoral que comenzó en las elecciones de junio de 2016, con la pérdida de un millón de votos (pese a la convergencia con IU), y confirman las últimas encuestas.
—Sánchez Mato es amigo íntimo de Alberto Garzón, al que trasladó sus razones para no apoyar el Plan Económico que Carmena pactó con Cristóbal Montoro. IU respalda a su concejal pero ha intentado minimizar la crisis con Podemos para no desestabilizar el primer «Ayuntamiento del cambio», la simbólica Alcaldía de Madrid, que consideran su carta de presentación para las próximas elecciones generales.
—Las divergencias de IU respecto a la estrategia de Podemos de priorizar el poder institucional al sustrato ideológico contrario a la regla de gasto que la Unión Europea exige a España, tendrá su propia réplica en ayuntamientos como el de Zaragoza, Valencia o Cádiz, donde la tensión entre distintas familias de extrema izquierda tiene a sus alcaldes pendientes de un hilo.
Se resume todo en unas palabras INEFICIENCIA Y MENTIRA.