El equipo jurídico del fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha esbozado una nueva estrategia para conseguir que su cliente abandone la Embajada de Ecuador en Londres, donde lleva más de cinco años, que pasa por presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), según ha informado una fuente cercana a Assange.

El nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que considera a Assange “un problema heredado”, quiere solucionar cuanto antes la situación del periodista australiano y por ello ha dado una serie de pasos a los que la anterior Administración de Rafael Correa se había resistido.

Ecuador ha otorgado la nacionalidad a Assange y le ha dado estatus diplomático. Sin embargo, Downing Street ha aclarado que no reconoce tal estatus, lo cual ha llevado nuevamente la situación a un punto muerto para el que el Gobierno de Moreno busca incluso una mediación internacional.

La fuente ha revelado que, por su parte, los asesores legales de Assange buscan una vía diferente. En su caso, estarían preparando una demanda ante la CIJ para obligar a Reino Unido a reconocer el estatus diplomático concedido por Ecuador.

Depo Akande, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Oxford, ha explicado que Ecuador puede argumentar que Reino Unido no puede rechazar su decisión de dar a Assange estatus diplomático. “En principio, Reino Unido no puede aprobar o desaprobar”, ha sostenido.

Akande ha apuntado que el objetivo real sería conseguir que las autoridades británicas reconocieran el estatus diplomático de Assange para forzar después que le declararan persona ‘non grata’, lo cual implica la expulsión del país, algo que acabaría de una vez por todas con su reclusión en la Embajada.

Frente alemán

Por otro lado, Daniel Domscheit-Berguno, uno de los más estrechos colaboradores de Assange durante la primera etapa en Wikileaks, ha revelado que la agencia de investigación federal de Alemania, la BKA, le han contactado para que responda a una serie de preguntas que le ha enviado el FBI.

Domscheit-Berguno ha contado que la BKA le pidió en noviembre que contestara a unas preguntas del FBI sobre los contactos entre Assange y Bradley Manning (ahora Chelsea Manning), el soldado condenado por filtrar información clasificada a Wikileaks sobre las guerras en Afganistán e Irak.

De acuerdo con su versión, les respondió que no estaba interesado en colaborar con el FBI y su investigación sobre Wikileaks.