De izquierda a derecha, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, líderes del PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Mayte Alcaraz.- Albert Rivera había vendido la piel del oso con el oso vivito y coleando. El oso es Mariano Rajoy. O el PP, que sobrevivirá a Rajoy, y dicen que con mejor salud. El CIS contradice las últimas encuestas y resitúa las cosas: la aplicación del artículo 155 ha consolidado a los dos partidos tradicionales, PP y PSOE (aunque ambos con bajadas), ha premiado a Ciudadanos, con un repunte encomiable de tres puntos y el batacazo del Podemos, esta piel sí la ha vendido a buen precio Rivera, que paga no haber estado al lado del 155, es decir, de la ley.

Pablo Iglesias baja del 20% de intención de voto, frontera que delimita si una fuerza es alternativa de poder o solo un actor secundario. Es claro que el tiempo del populismo ha pasado. Por contra, Ciudadanos se hace con la palanca de poder territorial, que se ventilará en 2019.

No obstante, y pese a la supervivencia del bipartidismo, tanto PP como PSOE, a los que separan tres puntos, siguen por debajo del 50%, lo que demuestra que la fragmentación ha llegado para quedarse pero en absoluto para apartar definitivamente a las dos formaciones que han gobernado España alternativamente.