Sobre la II República. Memoria histórica para no olvidar
1.- Nació la II República de un golpe de estado urbano, instigado y bullanguero, en algarada populachera, con motivo de unas elecciones municipales (12-04-31) en las que los partidos monárquicos obtuvieron en segunda vuelta 22.150 concejales (79,2%) frente a los 5.875 (20,8%) de los partidos republicanos. El rey asustado por estas algaradas urbanas –los republicanos ganaron en las capitales mayoritariamente y montaron el pollo- hizo dejación y huyó sin abdicar formalmente –mal aconsejado- (res derelictae) y aprovecharon la ocasión los enemigos del régimen (Pacto o más bien conjura no escrita de San Sebastián de agosto de 1930) para subirse al carro. Ya era suya España. Los jacobinos, de acuerdo con este pacto le sustituyeron. Se violaba abiertamente la Constitución de 1876 con un golpe en algarada urbanita y Alfonso XIII abdicó después en su tercer hijo cuando ya no tenía nada de qué hacerlo. La legitimidad de la Monarquía actual viene de Franco que la instauró ex novo en la ley de Sucesión de 1947 y de la Constitución de 1978 (que incluía la monarquía en el paquete de la paz y de la reconciliación) muy mayoritariamente votada (Si: 87,78% No: 7,89% Blanco: 3,57%) por TODOS los españoles –incluidos catalanes y vascos- y con una participación excepcional (67,11%). Eso se llama legitimidad, para el que no lo sepa.
2.- La II República española nunca fue refrendada en ninguna urna. No hubo referéndum popular que la aprobase. Esto debe saberse. Su Constitución, la del 31, violaba la libertad religiosa y la de enseñanza hoy recogidas en la nuestra del 78 y en la Declaración Universal de los derechos humanos del 48.
3.- Nunca se votó en Referendum la Constitución de la II República de 1931. El voto femenino, al que se oponía la izquierda por considerarlo patológico, no se permite hasta el 33 y entonces ganan las derechas. La Ley de Vagos y Maleantes de 4 de agosto del 34, es un invento de la República. Esto debe saberse.
4.- Defender la monarquía era ilegal en la II República, según la ley de Defensa de la República (de 21-X-31 al 29-VIII-33) para que no se pudiese repetir lo que los republicanos habían hecho con la monarquía. Cara dura y desvergüenza se llama eso, no democracia.
5.-El primer golpe contra la República lo dio la izquierda cuando perdió las primeras elecciones en 1933 ante la derecha, con la revolución de 1934 en Asturias, nada democrática y con más de mil víctimas. Como dijo Salvador de Madariaga que no es un cualquiera: La izquierda perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión del 36. El golpe del 34 fracasó y el del 36 tuvo éxito, esa es la diferencia. Largo Caballero (el escayolista estuquista) dijo clarísimamente qué si ganaban las derechas en febrero del 36, tendrían que ir a la guerra civil y las manipularon sin ningún escrúpulo “democráticamente”. Afirmó igualmente el Largo este, que: el socialismo es incompatible con la democracia. ¿Quién quiere más? ¿Era eso democracia? ¿Libertad? No, era dictadura proletaria y bolchevique. Pensaban que eran los más fuertes y no era así, ni lo será nunca. La libertad prevalece siempre.
6.- La izquierda abominaba de la bandera republicana, que ahora en 2017, pasea a todas horas ignorante de lo que hace. Largo Caballero, presidente del gobierno y ministro de la Guerra de septiembre del 36 a mayo del 37, decía y quería que ondease la roja de la revolución socialista, no la tricolor de una república “burguesa”. La que le gustaba era la roja con la hoz y el martillo de la URSS, “la bandera del partido extranjero” que decía de Gaulle, la del partido comunista.
7.-En 1931 a partir del 14 de abril, con la amnistía se puso en la calle a miles de patibularios y delincuentes y propiciada por los sindicatos, el PCE y algún que otro gobernante y comienza el terror, el asesinato, la quema de iglesias y conventos ante la pasividad y vista gorda flagrante del gobierno republicano y que prosigue durante la guerra en el lado republicano. Se asesinó a casi 7.000 religiosos, sacerdotes y monjas, amén de miles de civiles al gusto de las partidas de milicianos que campaban por sus respetos y ardieron veinte mil templos y conventos católicos y se reprocha a la Iglesia su aproximación al bando nacional, cuando el republicano frentepopulista la estaba torturando y exterminando. Clara Campoamor escribe en La revolution espagnole vue par une republicaine (1937): “Solamente en la Casa de Campo se encontraban de 70 a 80 cadáveres cada mañana. Un día el gobierno hubo de confesar que hubo 100 muertos”. Por el Frente Popular, en la “Zona Roja”, como ella misma se denominaba, se ejecutaron de 60.000 a 75.000 personas. En Madrid, este Frente Popular “tan legítimo él” asesinó a unas 17.000 personas. Sólo en noviembre del 36, en Madrid se asesinaron a 9.775. Como dijo Melchor Rodríguez el anarquista Director de prisiones, –según el testigo Cayetano Luca de Tena- a los que en la cárcel de Alcalá iban a asesinar a presos políticos, plantándose ante ellos: Que eran unos cobardes, que eso de matar presos desarmados era muy fácil, que si querían podían ir al frente. Así les fue. Memoria histórica para los asesinados.
8- El 13 de julio del 36, el asesinato de Calvo Sotelo, líder de las derechas, amenazado por la Pasionaria y por Casares Quiroga en sede parlamentaria ambos, se lleva a cabo por una patrulla de la policía, acompañada por guardaespaldas del líder del PSOE Indalecio Prieto y después fueron a por Gil Robles, que se libró por suerte. Puro bolchevismo. ¿Eso era legitimidad, un golpe de Estado o el fin -por aniquilación- de la democracia y del adversario como en la URSS? ¿Quién dio la orden? No se sabe, se supone. Era la gota que rebasaba el vaso de la paciencia.
9.-La idílica II República dejó fuera a bastante más de media España, la parte española. La otra media, eran separatistas, republicanos extremistas, comunistas pro URSS, anarquistas, masones, delincuentes comunes, inciviles y anticlericales a muerte. Una merienda de negros que en ocho años –de 1931 a 1939- tuvo 27 gobiernos, (uno cada tres meses) lo que no es ni medio normal. Siempre se hablaba -por los mismos- de la República y de los republicanos, nunca de España ni de los españoles. Es para pensar.
10.- Añadamos a todo esto el gran fraude doloso y deliberado en las elecciones de 16 febrero del 36 que daba la victoria absoluta al Frente Popular –robo, falseamiento y manipulación- que ha quedado al descubierto reciente e indubitablemente -81 años después de la fechoría vestida de legitimidad y tan cacareada- tras cinco años de investigación y trabajo metódico sobre documentos disponibles por el público, de los prestigiosos historiadores –ambos de la Universidad Rey Juan Carlos- Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García (en su libro Sobre la II República “1936. Fraude y Violencia en las elecciones del Frente Popular”. Espasa 2017). Han consultado TODAS las actas de la gran victoria mayoritaria del Frente Popular, tras una sucia campaña con 41 muertos y 80 heridos de gravedad. Demuestran estos estudiosos que más del 10% de los escaños de esas cortes -más de 50- no fueron fruto de la voluntad del pueblo soberano por la vía democrática, sino del gobierno de Portela Valladares que lo permitió –sin duda por inspiración y expreso deseo de Largo y de Azaña- y quién dio por bueno el “más que pucherazo” del Frente Popular bajo la Presidencia de la República de Alcalá Zamora y con un ambicioso Azaña y un Largo que pretendían cuajar como fuese ese Frente Popular que les diese las Presidencias de la República y del gobierno, de su República de ellos y acabar con la derecha –monárquica o no- como se había hecho en la URSS –o hasta 1989 como fue su final por inanición- y robados por la manipulación delictiva de un régimen sin escrúpulos y amante del totalitarismo marxista. El número total de diputados eran 473. Una burla más al pueblo, que deslegitima a la II República y supuso la gravísima responsabilidad de la guerra civil y de un millón de muertos. Por si fuese poco, se eludió ir a una segunda vuelta esclarecedora, como estaba establecido por la Constitución del 31 y la ley electoral de 1933. Se omitió sin duda porque quedaría a la vista el pucherazo. “Dime de qué presumes…” Sin duda si esto ha sido consecuencia de la Ley 52/2007 de 26 de diciembre, de Memoria Histórica, la damos por buena. En lo que se refiere a la omisión patente y obvia en la ley a todo lo que se refiere a condenar e ilegitimar al partido comunista, que no aparece por ningún sitio, esperamos que algún día se repare en ello y quede fuera del arco parlamentario por antidemocrático, totalitario y anti constitucional. Cualquier reforma de nuestra Constitución del 78 debe recoger esto, así como que los diputados hayan jurado bandera previamente, en bien de España y de la civilización cristiana y occidental a la que pertenecemos. Es de cajón. Como decía Monroe, América para los americanos.
11.- La sinonimia le es muy desfavorable a la II República. Si la primera República es sinónimo de sainete grotesco en extremo, pero con muertos y responsables de ello, la segunda, nacida de un golpe de Estado fue abandonada incluso por las personas de orden y liberales serias que propiciaron su venida de buena fe y que espantados exclamaban: ¡No es esto, no es esto! salvando sus vidas en el exilio, de milagro, como fue el caso de Marañón y de Ortega y Gasset. Otros escaparon del terror rojo, o eran adeptos al bando nacional o siendo republicanos moderados y de buena fe regresaron cuando se hizo el orden: Laín, D’Ors, Vivanco, Tono, Mihura, Jardiel Poncela, Torrente, Álvaro de la iglesia, Gila, Chumi Chumez, Neville, Bernaola, Ridruejo, Xavier Zubiri, González Ruano, Jacinto Benavente, Manuel Gómez-Moreno, Arniches, Zuloaga, Rosales, Dalí, Miró, Tapiés, Chillida, Oteiza, Fisac, Panero, Berlanga, Bardem, Saura, Manuel Machado, Camba, Marquina, Josep Pla, Marías, Menéndez Pidal, Gómez de la Serna, Azorín, Juan Antonio Gaya Nuño, Baroja, Gerardo Diego, Madariaga, Sampedro, Caro Baroja, Aleixandre, Dámaso Alonso, Grande Cobián, etc. son un buen plantel y sólido exponente de la intelectualidad partidaria del orden. Ninguno era nazi, ni marxista. Su presencia en la España nacional desautoriza totalmente la propaganda marxista del mito de la superioridad intelectual de la izquierda, que ha venido a caer a la altura de cómicos residuales que van de “intelectuales”. No comparen porque quedan mal. La República, bolchevizada hasta extremos incomprensibles, se convirtió en sinónimo de algo sectario, espeso, suplantador, anárquico, anticlerical, endogámico, asesino, destructivo, inseguro, criminal, lleno de odio y parcialidad y desastroso para los españoles orgullosos de serlo, monárquicos, republicanos moderados, no republicanos, no marxistas, no anarquistas, creyentes, gente de orden, mayoritariamente heterosexuales, a los que se tachaba y se sigue tachando estúpidamente por el sectarismo izquierdista fracasado y rencoroso que se adhiere a la piel de los ignorantes, de fascistas. El personal ignora que se dice fascista al régimen de partido único y totalitario y cierra los ojos –se los hacen cerrar como a rebecos- ante la realidad histórica de lo que es el comunismo. Partido único te guste o no para los restos. ¿Es mejor, acaso, ser comunista totalitario, a secas y mantener un régimen carcelario de 1917 a 1989 en la URSS y satélites, 72 años incomunicados del resto del planeta para al final claudicar motu proprio? ¿No es eso fascismo totalitario e intolerante? Léase al sindicalista anarquista Ángel Pestaña –“Setenta días en Rusia. Lo que yo vi” (1924) -se encuentra en Google- es toda una lección de la verdad del comunismo. Pues bien, en la II República –excluyente por naturaleza- todos sus dirigentes fueron responsables de la guerra civil y de la muerte de cientos de miles de españoles, digan lo que digan de ello quienes no quieren asumir esa responsabilidad. Eso supone solidarizarse extemporáneamente con aquel desastre y echar la culpa arbitrariamente a Franco, quién acabó con aquello y ha permitido a España vivir 78 años de paz y progreso –en abierto contraste con esos 72 años perdidos (de 1917 a 1989) por los comunistas y sus víctimas- como nunca ha sido en nuestra historia. ¿Eso no vale? ¿Hay que callarlo? ¿Eso merece un revisionismo esperpéntico como el que pretenden comunistas agriados como la Carmena y los ignorantes socialistas que no lo piden para los múltiples desastres vistos en la URSS, en Cuba, en Corea del Norte, en Venezuela, Vietnam, Laos y la híbrida China que se transforma lentamente? Sólo es mal perder, ignorancia y rencor, sobre todo rencor. Miguel de Unamuno apoyó totalmente a los nacionales, pese a sus roces con algún militar como Millán Astray, “frente a la destrucción que suponía el Frente Popular contra la civilización”, los hunos y los hotros, según decía.
12.- Largo, el gran escayolista orwelliano, lo había anunciado, que todo valía para ellos para alcanzar el poder. Stanley G. Payne califica el esclarecimiento de este fraude electoral, de este robo escandaloso de febrero del 36 “como el fin del último de los grandes mitos políticos del siglo XX”. Memoria histórica que te crió.
13.- El 18 de julio del 36 se sublevaron 4 de los 18 altos generales lo que supone un 22%, 18 de 32 generales de brigada que son un 56%, el 85%, eso sí, de los jefes y oficiales, 44 de las 53 guarniciones (83%) y el 50% de las fuerzas de orden público (asalto y guardia civil). Se habla maliciosamente de un grupo de generales golpistas, nada tan lejano a la realidad de lo que fue. Fueron los mandos intermedios, los jefes y oficiales -que son los tácticos- los que se alzaron en armas en mayor proporción contra un régimen caótico que duró cinco años, tres meses y cuatro días. Sorprende con estas cifras y porcentajes de sublevados que, disponiendo de generales, coroneles, etc., la voz cantante, los que cortaban el bacalao en las principales batallas y ofensivas del ejército que se llamaba rojo -que no era otro que el de la II República española y lucía sin embargo masivamente la bandera de la URSS- eran los comunistas de la Frunze de Moscú, Lister, Modesto, Etelvino, el Campesino, etc, que lideraban divisiones y Cuerpos de Ejército. Una División son varios miles de combatientes que está al mando de un general de División. Un Cuerpo de Ejército suma muchas Divisiones y normalmente está al mando de un Teniente General. Juzguen ustedes.
La marginación y persecución de media España por parte de la II República, es a lo que llevara de aprobarse la ley de “memoria histérica” que ha presentado PSOE con el apoyo de C’s y la abstención del PP. Volvemos hacia los años 30 del siglo XX.
Así es. Siempre he dicho que la izquierda ha sido, es y será una auténtica amenaza para la convivencia y para la democracia. Nunca supieron gobernar, pero sí dividir, enfrentar, corromper y degenerar.