BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad financiera, estima que el efecto de la mayor incertidumbre sobre la economía catalana reducirá en siete décimas el crecimiento del PIB del año 2018 y en cerca de tres décimas en el 2019.

Además, el banco apunta que este menor crecimiento supondrá 35.000 ocupados menos de los que se habrían creado en un escenario sin incertidumbre en la región. En concreto, la entidad prevé que la economía catalana registrará un crecimiento del 2,1% en 2018, con lo que será la comunidad que menos crecerá este año. Para 2019, la estimación es del 2%.

Además, según BBVA, el alto grado de integración de la actividad económica con la de otras regiones (vía relaciones comerciales, turismo o vínculos empresariales) hará que el “menor crecimiento” se traslade también a otras comunidades. Las del Valle del Ebro y el Mediterráneo, con más vínculos económicos con Cataluña, son las que se podrían ver más perjudicadas, considera la entidad.

En todo caso, el grupo financiera señaló que el empleo ha continuado mostrando un “buen comportamiento”, no sólo durante el cuarto trimestre de 2017, sino también en el mes de enero de 2018, lo que podría venir explicado por varias cuestiones.

Entre ellas se encuentra que la política monetaria mantiene bajos los costes de financiación, y continúa impulsando la inversión y el consumo; que la economía catalana llevaba una “fuerte inercia” y que la recuperación global de la economía, y en particular de la europea, está impactando favorablemente en las exportaciones de bienes, y facilita que los efectos sobre el turismo exterior “no sean tan intensos”. “El impulso de los factores externos compensa el impacto de la incertidumbre, el crecimiento puede ser mayor de lo previsto”, agrega BBVA Research.