Mi ángel, mi todo, mi yo
Cualquiera que reciba una carta con este comienzo se verá impelido a seguir leyendo. No es para menos, así empieza la carta de amor que Beethoven escribió a un amor desconocido del que, parece evidente, estaría locamente enamorado.
En el día de San Valentín – por qué no hacerlo todo el año – renovamos el espíritu romántico que nos atrae a nuestra pareja. El enamoramiento inicial es un deseo poderoso que nos ligará a otra persona por un tiempo determinado hasta que sea sustituido por un sentimiento más profundo, comprometido y duradero, el verdadero amor, caracterizado por la comprensión, el respeto, el apoyo, la admiración y la diversión.
Lejos está la idea del amor romántico como un proceso de dominación en la pareja por la que una mujer se sentiría menos persona por tener ese sentimiento por un hombre, al decir de la Directora de Igualdad del Govern Balear Nina Parrón, quien combate, sin razón ni justificación alguna, un sentimiento tan humano como la vida misma y que no es malo per se, sino por la manipulación que en algunos casos se pudiera hacer abusando de él.
El feminismo de género, del cual Parrón es fiel militante, en su desbocada y alocada carrera en contra de la violencia contra la mujer se equivoca de cabo a rabo en su diagnóstico y su proceder. Si ni siquiera es capaz de entender los sentimientos humanos poco se puede esperar de sus erróneas propuestas.
*Presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de Las Islas Baleares (APFSIB)
La mayoría de las femiistas son lesbianas.
Y el resto, amargadas por la vida: viudas, divorciadas, solterosas a las que nadie ha querido aguantar (por feas, por imbéciles, por insoportables), etc.
ESTA ES LA PURA REALIDAD.
Estimado don Jorge, es muy triste que hoy día la lucha por la igualdad deba centrarse en la no persecución legal de los varones y en preservar los derechos de los padres (y, por añadidura, el de los menores a tener a ambos progenitores para que velen por ellos), pero, como usted bien dice, el feminismo “de género” (llamémoslo por su nombre: hembrismo) nos ha dejado en esta penosa situación. El régimen legal por efecto debería ser la custodia compartida, y la LIVG, abolida por anticonstitucional, sólo con esas bases podemos empezar a curar un poco a la malherida institución… Leer más »
Que prodsiga el amor entre las parejas y, cierto es: del enamoramiento a la maduración del amor, si ésta es viable, corre a cargo la vida entera: una trenza de dos que se apoyan sin anularse, que se quieren, se aman, se odian, pero se respetan; que gozan de sus ratos de isla en soledad , para luego unirse sin necesidad de palabras, porque se trata de dos vidas emn una.
Cuando se firma un contrato hay que leerlo previamente y asesorarse. El matrimonio es un contrato de larga duración, si se firma un contrato prematrimonial con los siguientes puntos se evitan un 75% de problemas:
Separación de bienes.
Renuncia mutua a pensión compensatoria en caso de divorcio.
Reconocimiento de paternidad previa prueba de ADN.
Ya, es a lo que lleva el romanticismo agalopado. El amor es otra cosa y no sabe de cláusulas, el verdadero, que va más allá del mero enamoramiento.
Estimada Mónica, el amor, especialmente cuando es amor maduro entre personas que llevan toda la vida juntas, es una bendición y algo hermosísimo, pero por desgracia pocos tienen la madurez para conseguirlo y mantenerlo.
Piense en los acuerdos prenupciales como en el seguro del coche y de vida: seguro que usted no planea tener un accidente ni quedar con secuelas graves vitalicias tras el mismo, pero nunca está de más prevenir las consecuencias de tales eventualidades.
Personalmente, si de antemano pensamos así, no ha lugar matrimonio alguno, sino unión eventual hasta que dure. Pienso que , no ya el matrimonio, sino la unión en pareja, conlleva buena fe; si la cosa se trafulca, es de civilizados también la buena fe, y no actuar como enemigos. De seguir así, los padres hacen firmar a los hijos nada más traerlos al mundo. Pero lo digo siempre respetando cada punto de vista. La cuestión es dónde hallar el punto medio que genera confianza y, dado el caso de fracaso, ausencia de abuso o retorcimiento. Y es que el hombre… Leer más »
Un amigo mío se casó con una rumana, de grandes pechos… ¡Creo que mi amigo no veía otra cosa! Le dije que no se casara, y que hiciera separación de bienes. No hizo ni lo uno ni lo otro. Confirmó la vieja tesis de que tiran más dos tetas que dos carretas. Ahora, varios años después, y con un hijo con la tetas, digo con la rumana, ESTÁ YA EN LA PUTA CALLE. Ella se ha quedado con su piso, un ático de dos plantas, en una de las mejores zonas de la ciudad, y con el 60% de sus… Leer más »