La guerra de Corea (1950-1953)
Primer punto caliente de la guerra fría, a los cinco años justos de terminada la segunda guerra mundial. Evento que vino a confirmar la razón que tenía Patton cuando, una vez en Europa con un ejército importante y unos aliados occidentales de verdad, hechos al combate y la superioridad de tener ya la bomba atómica, quiso llagarse hasta Moscú y acabar con el peligro comunista, que habían utilizado para acabar con Hitler y que ya daba muestras de su nula fiabilidad y el horror que encerraba para el futuro de la paz alcanzada en el Pacífico.
Al final de la Segunda guerra mundial, EEUU había pactado con la URSS dividir las dos Coreas por el paralelo 38, quedando la del norte a cargo de los comunistas y la del sur de los EEUU. El 25 de junio de 1950 Corea del norte invade a Corea del sur.
Cuando EEUU intervino inmediatamente –porque mantenía fuerzas sustanciales en Japón- ante la sorpresa de Stalin, con un ejército de la ONU liderado por Douglas MacArthur, los del norte ya tenían arrinconados a los del sur en un pequeño perímetro al sureste de la península, en torno a la ciudad portuaria de Pusan, con un éxito aplastante, buscando como es habitual en los comunistas el hecho consumado para negociar. EEUU consiguió que la ONU se implicase con unas resoluciones que motivaron una intervención de varios aliados en torno a EEUU, pese a las objeciones de la URSS y de la China ya comunista desde 1949.
Se sumaron fuerzas de Australia, Bélgica, Canadá, Colombia, Francia, Filipinas, Grecia, Holanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y Tahilandia, sin permitir que se unieran las de la China nacionalista de Taiwan, que hubiera implicado una guerra mucho más complicada y peligrosa. En septiembre ya había tomado la capital Pyongyang. En ese momento fuerzas chinas masivas -380.000 hombres armados por la URSS- apoyan a los del norte y recuperan territorio hasta la capital del sur, Seul, en enero del 1951. Las tropas de Harry S. Truman se ven desbordadas por tanto chino y MacArthur, con su experiencia ante Japón y su efectividad contrastada, propone usar bombas atómicas y solicita 26 artefactos nucleares.
La gente de Truman, blandita, se arruga y deponen a MacArthur, sustituyéndole por Matthew Ridgway en 1951, perdiendo la ventaja sobre los comunistas, que campan por sus respetos en la zona hasta la fecha, tras mantener a Europa rota y amargada hasta 1989. Se conforman con volver al paralelo 38 y buscar un armisticio que da la ventaja a los comunistas en la zona. Ese es el resultado plausible de la blandura buenista, cuando pudieron evitarlo in rádice. Corea del Sur hoy es una potencia económica con un altísimo nivel de vida, de democracia y de libertad y un pilar de occidente, mientras la dictadura comunista, rancia y fracasada, del norte, pilotada por el engendro del King-kong ese, donde se habla de canibalismo para llegar a final de mes, anda tocando las pelotas a EEUU y a todo occidente con sus bravatas pirotécnicas.
Esta guerra se llevó por delante a más de tres millones de civiles norte y sur coreanos y una buena cantidad de combatientes surcoreanos (600.000), americanos (54.000) y chinos (500.000) y nuestro conocido Pablo Picasso, tan ecuánime él, pintó algo como Masacre en Corea (1951), claro, aunque se pueda constatar y se constate siempre cómo los comunistas utilizan a sus masas fervientes como carne de cañón y a título gratuito.
¿Adivinan quienes eran los masacradores consagrados por su mano para la eternidad? Pues los americanos, los estadounidenses contra el pobre pueblo de Corea del norte que había invadido la Corea del sur el 25 de junio de 1950, para empezar, arrinconándola en el perímetro de Pusán de donde tuvieron que ir a sacarles con la ONU.
Es sorprendente la capacidad de este hombre para meter la pata hasta el corvejón y sospechosa su filia comunista, que sin embrago no le empujó a vivir en Moscú, ni en ningún sitio auspiciado y administrado por Stalin, como les ocurre a los bardenes y a los anabelenes, sino que era notorio, como en ellos, su gusto en nadar y solazarse por el execrable occidente, tan capitalista y tan malo. Tan fascista. ¿Dónde estaba Pablo Ruiz bañándose el 25 de junio de 1950 cuando los del norte invadían a los del sur? ¿En Saint Tropez? ¿En Niza? En la Côte d’Azur, seguro. Cualquier día le echarán la culpa a Franco que en aquellos días había terminando con los maquis comunistas que querían volver a liarla en España y a Stalin le quedaban dos añitos no más.
¿A cuánto le pagarían al jodío el kilo de pintura de esta, tipo Guernica? Nadie lo dice.
Don Pablo Ruiz Picaso era comunista.
YO, TAMPOCO.
“Corea del Sur hoy es una potencia económica con un altísimo nivel de vida, de democracia y de libertad y un pilar de occidente, mientras la dictadura comunista, rancia y fracasada, del norte, pilotada por el engendro del King-kong ese, donde se habla de canibalismo para llegar a final de mes, anda tocando las pelotas a EEUU y a todo occidente con sus bravatas pirotécnicas.” AD sigue en su línea, reproduciendo textos a cada cual más ridículo, sobre Corea del Norte. Es francamente penoso. Parece que cuando se trata de Corea del Norte (pero no sólo de ese país, sino… Leer más »
No debato sobre las opiniones de nadie, ya que estas no me interesan. Para opiniones las mías. El caso es que aquí no es cuestión de opiniones discutibles (siempre lo son) sino de falta de datos fiables y argumentos razonables. Se puede simpatizar o “antipatizar” con cualquier cosa, pero discutir sobre gustos es una pérdida de tiempo. Volviendo a caso concreto, se echa en falta un análisis serio de la cuestión. Textos como los señalados son intrascendentes y prescindibles. No nos aportan nada. Una retahila de tópicos no constituye una base adecuada para asomarse a cuestiones complejas como la presente.… Leer más »
El primer gran ridículo y abandono de un pueblo por USA, después de la II Guerra Mundial.