Miembros de los Mossos d’Esquadra.

Los Bomberos de la Generalitat catalana se coordinaron con los Mossos d’Esquadra para permitir el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. La comunicaciones internas de la Policía autonómica catalana revelan un plan sincronizado con el servicio de extinción de incendios del Gobierno catalán para impedir el acceso de las Fuerzas de Seguridad a los centros de votación.

La Guardia Civil ha acreditado, tras analizar de manera exhaustiva las órdenes intercambiadas por los Mossos a lo largo de aquella jornada, que los bomberos actuaron al servicio de la Policía autonómica. Concretamente, con el objetivo de «establecer cordones humanos y bloqueos de acceso a los puntos de votación».

Así, tal y como refleja la Policía Judicial en un nuevo informe, esta operativa conjunta de Mossos y Bomberos constituye un «hecho destacable» que había pasado inadvertido hasta el momento. Así, hubo «grupos de bomberos» que se desplegaron «en distintos puntos de votación con uniforme de servicio y en algunos casos con los vehículos oficiales».

Todo ello con el objetivo de taponar la entrada de la Policía Nacional y la Guardia Civil a los diferentes puntos electorales. Conformando una «primera línea» de actuación para interceptar, por delante de las cadenas humanas, la llegada de los vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La Guardia Civil señala como ejemplos de este plan de actuación coordinada una comunicación «que consta en el Canal 721 de Región Policial Pirineo Occidental». A las «17.17 horas» del 1 de octubre, se registró en esta zona una comunicación en la que se informaba de la llegada al lugar de «bomberos uniformados» dispuestos a hacer todo lo posible para permitir la jornada electoral ilegal.

Pero es que en otro punto de la geografía catalana, esta vez a las «10.04 horas», se informó por radio de que junto a un grupo de personas «que ofrecen resistencia a la actuación policial se encuentra una primera línea de bomberos». «Tras ellos, ciudadanos», resaltó la comunicación de los Mossos. Otro diálogo interno por la emisora de la Policía autonómica catalana, en esta ocasión a las «15.56 horas», y en «la localidad de Esterri d’Àneu», desvela que el acceso al punto de votación se encontraba «cerrado por un camión de bomberos matrícula 9670 CWV».

Este despliegue conjunto de Mossos y Bomberos se enmarca en el objetivo común de «no actuar en ningún momento en los puntos de votación y contra las personas que se concentraban en los mismos». Estando presidida la intervención de todos ellos, tal y como concluye la Guardia Civil, por «una actuación de pasividad y falta de celo profesional en el cumplimiento del mandato recibido dimanante del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de impedir la celebración del referéndum ilegal del uno de octubre».

Al mismo tiempo, «la inferencia» que hacen los investigadores del análisis de las comunicaciones internas pasa por que «la Jefatura de los Mossos d’Esquadra quería dejar claro a la opinión pública tanto nacional como internacional que ellos no tenían nada que ver con las actuaciones que llevasen a cabo las Fuerzas de Seguridad del Estado». «De hecho», precisa la Policía Judicial, «se recogen varios comunicados (de Mossos) que ante actuaciones policiales de los Cuerpos de Seguridad del Estado, los agentes debían separarse de la zona para que no se les viera». Al mismo tiempo, han quedado grabadas comunicaciones en las que agentes de la Policía autonómica catalana transmiten la petición de apoyo por parte de mandos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para desalojar los colegios y retirar el material electoral, recibiendo siempre la misma respuesta por parte de sus superiores jerárquicos: «Que permanecieran a la espera de recibir instrucciones que nunca se llegan a transmitir».

Esta compleja estrategia encaminada a que se consumara la jornada electoral ilegal se complementaba con la utilización, por parte de los propios organizadores del referéndum, de «personas vulnerables a modo de escudos humanos para tratar de impedir la acción policial». La radiofrecuencia de la localidad de Sant Feliu de Llobregat registró en este sentido una comunicación al filo de las dos de la tarde que indicaba que los independentistas habían puesto «a menores en primera fila como escudos».

Por todo ello, «los decomisos de material electoral, cierre y precinto de colegios fueron realizados cuando finalizó la actividad en los mismos, con la votación y el recuento concluidos». «Cumpliendo el Cuerpo de Mossos d’Esquadra con lo expresado públicamente en su día por el máximo responsable político en materia de Seguridad del Gobierno autónomo catalán, el consejero de Interior Joaquim Forn, cuando anunció que los Mossos garantizarían que los ciudadanos catalanes pudieran votar el 1 de octubre con libertad y seguridad».