El pesimismo cunde entre el empresariado catalán por la crisis política
Los empresarios y directivos catalanes son los que muestran un mayor pesimismo de toda España debido al proceso de incertidumbre política que se vive en Cataluña, hasta el punto de que un 68 % de ellos califican la actual situación económica de regular, mala o muy mala.
Así lo constata la edición catalana del informe «Perspectivas España 2018», que la consultora KPMG, en colaboración con la patronal CEOE, ha elaborado a partir de 256 entrevistas a ejecutivos realizadas en noviembre y diciembre, semanas después de la fallida declaración unilateral de independencia del Parlament.
En concreto, el 24 % de los encuestados califica de mala o muy mala la coyuntura económica en Cataluña, muy por encima del 10 % que utilizó estos términos en la anterior edición del informe.
Por su parte, un 44 % de los directivos considera que la economía va regular, mientras un 32 % la valora positivamente.
A doce meses vista, la perspectiva tampoco es muy halagüeña, ya que un 35 % cree que la economía catalana mejorará, un 38 % que se mantendrá igual y un 27 % que empeorará, cifra que casi triplica el 10 % que apunta la media española.
Esa menor confianza se percibe también en las previsiones sobre la economía española, de manera que Cataluña destaca por tener el mayor porcentaje de directivos con una opinión mala o muy mala sobre la evolución económica del país: seis de cada diez encuestados catalanes cree que la situación continuará igual en 2018 y un 18 % que empeorará.
«La incertidumbre política está marcando la vida empresarial de Cataluña desde hace tiempo y no parece que vaya a abandonar el escenario a corto plazo», señala el informe de KPMG.
Pese a todo, la mayoría de directivos encuestados (casi un 80 %) espera incrementar sus ventas este año y un 14 % que se mantengan estables. Eso sí, aumenta ligeramente, del 5 al 9 %, el número de quienes pronostican una menor facturación.
La mitad de las empresas, además, prevé aumentar las inversiones en los próximos doce meses, sobre todo en tecnología, y un 38 % espera reforzar la plantilla. Esta última cifra, no obstante, es notablemente inferior a la del pasado año, cuando un 53 % de los encuestados auguraba un incremento en las contrataciones.
En cuanto al «brexit», los directivos catalanes son conscientes de que la salida del país británico de la UE puede tener un impacto negativo en su negocio y las barreras arancelarias, la contracción de la economía británica, la depreciación de la libra y los cambios regulatorios son los factores que más les inquietan.
En cualquier caso, el 35 % de los empresarios catalanes consultados no considera necesario adoptar planes de contingencia para hacer frente al «brexit».