Asesina del padre de su hija
El 14 de marzo se cumple el 11º aniversario de la muerte de Miguel Ángel Salgado, una triste efeméride que recuerda la lucha de un padre separado al cual el amor por su hija le costó la vida.
Un largo divorcio contencioso con su ex mujer, la abogada María Dolores Martín Pozo, estuvo plagado de falsas acusaciones de maltrato contra él y una compulsiva manipulación de su hija en su contra con el fin de romper el vínculo con su padre y su entorno. Amenazado de muerte públicamente (“Vamos a acabar contigo. No permitiremos que tengas a la niña. Antes te mato”, le dijo delante de testigos) tuvo que ser escoltado por la policía a la salida del juicio de divorcio en enero de 2007. Dos meses después su cadáver yacía en el garaje de su casa. Había conseguido la custodia de su hija, un triunfo amargo a un costo fatal. Su ex mujer fue acusada por instigar el crimen.
Se habían casado en 1998 y la fuerte personalidad de Dolores se transformó en una dominatriz que ejercía a su antojo su supremacía sobre Miguel Ángel en forma de maltrato psicológico. En 2004 no pudo más y se marchó. “¿Te vas? Pues te voy a dar donde más te duele”, dijo entonces. Siendo abogada pensó que le sería fácil deshacerse de su ex, hundirlo psicológicamente, y hasta romper su entorno social para que no pudiera levantar cabeza.
Comenzó saltándose el régimen de visitas estipulado tras la separación y denunciándolo por los sucesos más nimios, todos falaces, claro está. “A la niña le ha mordido un perro estando con su padre; la niña se ha caído del tobogán estando con su padre; la niña se ha puesto enferma estando con su padre y él no la ha llevado al médico”, etc.
Más tarde Dolores denunció que Miguel Ángel había abusado sexualmente de su propia hija. Aquí, la ley de violencia de género le daba una oportunidad excelente de mostrarlo como un mal padre y no lo dudó ni un segundo. Como abogada, sabía que a un padre encausado por agresión sexual se le retira inmediatamente la custodia de los hijos con lo que creía tener así bien atada esta cuestión. Pero, inesperadamente, los tribunales lo absolvieron afirmando en su sentencia que “Doña María Dolores Martín Pozo parece ser claramente obstaculizadora de los contactos entre la menor y el padre, ya que no ha permitido las visitas entre ambos desde hace tres años, con diferentes excusas y pretextos, e incluso graves acusaciones vertidas contra el padre, por supuestos abusos sexuales, que han quedado desacreditados según resolución judicial consecuencia de las diligencias incoadas en su día, por tales motivos, a instancias de la madre”. Miguel Ángel nunca llegó a conocer esta sentencia. Iban a comunicársela el 15 de marzo de 2007. El día antes, lo mataron. La resolución, además, le otorgaba a Miguel Ángel la custodia de su hija. Un logro, una rareza incluso, bajo un gobierno socialista títere de las feministas radicales de género, donde sólo al 1% de los padres se les otorgaba la custodia.
Muerto el padre, muerta la rabia. Si bien la custodia se le había otorgado al padre, ante su fallecimiento volvía a la madre debido a que ésta conservaba la patria potestad y su derecho a ser progenitor custodio nuevamente. La niña, que entonces tenía 7 años, terminó siendo la otra gran víctima perjudicada por todo lo sucedido.
Pero el misterio sobre el asesinato de Miguel Ángel planeó durante un tiempo sobre su ex mujer sin que pudiera probarse. A las constantes amenazas que recibió durante el proceso se sumó un hecho fortuito que puso la pista definitivamente sobre Dolores Martín como presunta culpable de su muerte. El semanario Interviú revelaba en junio de 2008 una conversación telefónica mantenida en abril de 2007 por la actriz Ana García Obregón con su guardaespaldas, Eloy Sánchez Barba, en la que aquélla supuestamente le preguntaba si conocía a alguien dispuesto a dar un “escarmiento” a Jaime Cantizano, presentador del programa “Dónde estás Corazón”. La actriz, muy irritada porque el programa anunciaba la emisión de unas imágenes de su hijo Álex, comentó con su escolta que eso debería hacerlo alguien de Los Miami (un grupo de matones profesionales). Esa conversación fue captada gracias a un pinchazo telefónico de la Guardia Civil durante la investigación del asesinato de Miguel Ángel, aunque Ana Obregón declaró más tarde no recordar aquella conversación y tener “la conciencia tranquilísima”.
Tirando del hilo se llegó hasta la abogada María Dolores Martín Pozo, la cual presuntamente pagó a Charles Michael Guarin, un ex paracaidista de Alcalá de Henares, para que perpetrase el crimen. A raíz de las pesquisas los tres fueron detenidos.
Otra singularidad de este caso es la que la obsesión por obtener la custodia de la niña hizo que Dolores Martín removiera todos sus contactos hasta lograr acceso directo a las más altas instituciones del Estado. Su padre, fontanero, que trabajaba en un edificio donde María Emilia Casas tenía amistades, se las arregló para que una inquilina, de nombre Elisa, intermediara ante la presidenta del Constitucional para que ésta mirara el caso de su hija.
En abril de 2008 María Emilia marcó su teléfono pese a que sobre Dolores pesaba una dura sentencia de divorcio que la presentaba como una madre “obstaculizadora” y “alienante”. [Alienación parental: Dícese del síndrome que surge fundamentalmente en las disputas por la guarda y custodia por el cual uno de los progenitores (Dolores según la justicia) manipula a los hijos para que odien al otro progenitor].
La Presidenta del Constitucional la desvió hacia dos abogadas de la Asociación de Mujeres Progresistas y se despidió con un “si alguna vez recurre en amparo, pues ya me vuelve a llamar”. Pero aquella conversación, que también fue intervenida por la Guardia Civil, dejó tocada a Emilia Casas por mucho que el Supremo haya archivado el procedimiento en el que se investigaba si incurrió en asesoramiento ilegal.
En diciembre de 2011, el tribunal de la sección quinta de Madrid declaró probado que la abogada Dolores Martín Pozo, ante “el temor de perder la custodia” de su hija, concibió “la idea de terminar con la vida del padre”. Condenada a 22 años de prisión es la única culpable de dejar huérfana a su propia hija menor de edad por su exclusivo egoísmo personal psicopático. Eloy Sánchez Barba fue condenado a 12 años y, asombrosamente, el presunto matón Charles Michael Guarin, fue absuelto por no haber “quedado acreditado que interviniera en los hechos y que fuera la persona contratada por encargo de María Dolores”.
Nuestra Asociación de Padres Separados de las Islas Baleares rinde homenaje a la memoria de Miguel Ángel Salgado Pimentel cada 14 de marzo con una manifestación que, paradojas del destino, casi coincide con el día del padre. En ella proponemos que este día sea considerado como el “Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra el Hombre” una reclamación que creemos justa dado el sistemático pacto de silencio que se impone sobre este tipo de violencia ejercida contra los hombres por razón de sexo.
También quiero tener un recuerdo por su familia. Sus padres no encuentran consuelo para una pérdida tan injusta como dolorosa, su hermano José Manuel, que se le parece asombrosamente, su novia, con quien iba a casarse después de cuatro años de relación, sufren los daños emocionales colaterales, aunque no menos importantes, de un suceso que nunca debió ocurrir.
Por todo ello, hoy queremos recordarlo como un padre responsable, una buena persona que quiso cuidar y proteger a su hija como mejor sabía y quería, teniéndola consigo; ambos se merecían mutuamente. Miguel Ángel Salgado tendría ahora 48 años. Descansa en paz.
*Presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de Las Islas Baleares (APFSIB)
Seguro que este asunto no lo sacaron de forma insistente en las televisiones, si hubiera sido al revés aun estarían comentándolo
Se trata de un maltrato claramente de una mujer hacia su expareja y padre de sus hijos, abusando del tipo de carácter apocado de él y el arremetedor de ella, así como de su posición laboral y legal como letrada. Mal hecho, no; peor. Ojalá no se lo llegue a perdonar su egolatría y ansias de venganza. Pero tanto monta, monta tanto…, ya lo sabemos, por ambas partes. Con lo fácil que es concebir el matrimonio como algo flexible, en que entran en juego la edad, los hijos, la salud, el empleo o falta de el,….Se trata de un compromiso… Leer más »
Conozco de primera mano algún caso de divorcio criminal pero no dejan de sorprenderme hasta dónde son capaces de llegar algunas representantes del sexo débil y víctimas protegidísimas por la ley esa contra la violencia “de género” (que no, que los humanos tenemos sexo y las tiendas de trapos, género).
Y Miguel Angel es un caso en el que se ha conseguido acusar, probar y sentenciar como autora a su ex esposa. ¿Cuántos casos habrá en los que no se ha conseguido ni siquiera acusar?…
Aquel hombre que falleció tras sufrir unas repentinas diarreas crónicas que los médicos no sabían atribuir diagnóstico… (evacuol en gotas en las comidas).
Aquel hombre que falleció en la bañera de casa electrocutado… (se suicidó).
Aquel hombre que casi muere a sartenazos tras una sobredosis de pastillas para dormir …https://www.alertadigital.com/2013/12/20/una-mujer-de-valencia-intenta-matar-a-sartenazos-a-su-marido-tras-adormecerlo-con-pastillas-que-disolvio-en-una-infusion/
Aquel hombre marido de Maje la policía…
Y tantos otros “aquel hombre”…
Espero que esta hideputa ESTÉ POR LO MENOS EN LA CÁRCEL, y que el colegio de abogados la haya sancionado e impedido EJERCER LA PROFESIÓN, pues no se puede utilizar la noble profesión de abogado de una forma tan torticera.
Don Ramiro, el día que los colegios de abogados empiecen a expulsar de la profesión a todos los miembros, hombres y, especialmente, mujeres, que actúan torticeramente en casos de divorcio, igual tienen que ir a una ETT para contratar personal.