Falacias capciosas-sofísticas
El humano siempre encuentra recursos tópicos, ingeniosos y absurdos a la hora de autojustificarse en ese caballo de Troya del insulto, de la caricatura o de la apariencia de bien y virtud.
Uno de ellos tan común es el de insultar, motejar o acusar a otros de lo que él mismo es, adelantando el calificativo antes de que se le aplique en su estricto y justo sentido. Así tenemos el caso de quienes descalifican de racistas y xenófobos, fascistas a quienes se defienden de los invasores, de los ‘okupas’, de los antipatriotas, de toda esa ralea de basura abusadora de la falta de autoridad y justicia de un sistema político liberal y de falso humanismo ateo.
¿Quién es el racista y el xenófobo sino aquel que atropella derechos legítimos, que te invade el piso, que delinque porque nada tiene que perder y además no paga impuestos ni teme el rigor de una justicia adulterada?
Esos son los que desprecian toda ley moral, los que se ríen de toda raza noble y leal a su fe y a sus fronteras. El tópico de la caridad es otro recurso. Si un “mantero negro e ilegal” muere de un infarto, no faltará quien acuse al país invadido de racista”. Si una negra asesina a un niño blanco, que nadie la tilde de racista. Vemos cómo los enemigos de la verdad, de las patrias y de la propiedad privada cabalgan de espaldas a la justicia y el orden público.
Por su afinidad con el sentimentalismo lastimero, que poco tiene que ver con la virtud teologal del amor al prójimo por amor y referencia a Dios, padre común de toda la especie humana, quien no se ama a sí mismo, mal puede exigir que los demás le amen. De esa forma explotan la bondad y fe que no tienen, manteniendo su miseria moral y material a cuenta de los “payos”, que siguen creyendo en su inocencia de necesidad involuntaria. Misericordia es socorrer al náufrago ocasional. Lo que no es misericordia es buscar al que busca al náufrago ilegal para ser socorrido en la valla ilegalmente franqueada del mar, cuando existe otra valla de rejas infranqueables.
¿A qué jugamos? Defender la patria y sus enseñas, virtud cristiana y patriótica, es llamada por muchos como “fascismo”, sin que conozcan ni la filosofía fascista, ni quién la fundó, ni cuándo ni para qué. Pero se llega a degenerar un término estricto para convertirlo en un insulto.
Patriotismo es por ejemplo el del caballero español don Antonio Tejero, que denuncia el caos terrorista y a quienes, hijos y nietos de los héroes y mártires españloles de nuestra Cruzada de Liberación del 36, callan cobardemente ante la inicua y revanchista ley de piojo rojo zapateril, de la “memoria histórica”, y no se revuelven con uñas y dientes contra quienes “escupen en sus tumbas”. ¿Infidelidad, cobardía, olvidos de grandezas ejemplares para el mundo?
España peca de miedosa, comodona, cobarde o indolente ante su propia decadencia moral y religiosa. Cada día, tiene menos derechos a quejarse.
¡Viva España y sus héroes!
Cuando un preso se salta la valla de la cárcel la policía primero le dan el alto. Y si no cesa en su intento le disparan. Y todo le mundo lo ve bien, inclsuo los más progres. jamás se ha escuchado a ningún sentimental manifestarse para que no se les dispare. Sin embargo, cuando miles de invasores se saltan nuestras vallas fronterizas, muchos de ellos con antecedentes penales en sus países de origen, terroristas, violadores, ladrones, o con decenas de hijos en África a los que abandonan a su suerte con sus madres, una sola pelota de goma contra ellos… Leer más »
Desearía mucho que el Padre Calvo se dignara a comentar la última herejía del apostata Bergoglio, donde niega dos verdades fundamentales de la fe como son: El infierno y la inmortalidad del alma.
https://adelantelafe.com/el-papa-bergoglio-pronuncia-la-herejia-aniquilacionista-otra-vez/
Muchos cenutrios ven al padre Calvo como un cura integrista-cosa que no es mala, ser íntegro e integrista es correcto- y desconocen que es un gran filósofo.