El Himalaya de mentiras de la Segunda República (1): el pacto de los lobos
Por Laureano Benítez Grande-Caballero.- Dentro del «Himalaya» de mentiras ?expresiva frase de Julián Besteiro, el único socialista con dignidad de la Segunda República? con que la ideología progre ha lobotomizado a generaciones de españoles desde la Transición, ocupa un lugar descollante la madre de todos los embustes, la joya de la corona del adoctrinamiento realizado por el agobiante marxismo cultural que domina hoy avasalladoramente nuestro país: la imposición de la idea de que la Segunda República fue un paraíso de libertad y democracia, cruentamente arruinado por una sublevación fascista que arrasó con un régimen democrático legítimamente elegido por el pueblo.
Así lo afirmaba el 19 de julio de 1936 ante los micrófonos del Ministerio de la Gobernación Dolores Ibárruri ?la lideresa de un partido comunista prosoviético «experto» en las libertades democráticas de las purgas y las chekas ?: «¡Obreros! ¡Campesinos! ¡Antifascistas! ¡Españoles patriotas!… Frente a la sublevación militar fascista ¡todos en pie, a defender la República, a defender las libertades populares y las conquistas democráticas del pueblo!…
¡Trabajadores de todas las tendencias! El gobierno pone en nuestras manos las armas para que salvemos a España y al pueblo del horror y de la vergüenza que significaría el triunfo de los sangrientos verdugos de octubre» ?octubre en el que se produjo un intento de golpe de estado de las izquierdas republicanas contra el gobierno centrista elegido en 1933?.
Este falseamiento descarado, esta alevosa manipulación de nuestra historia ha sido el protagonista principal con que se ha desarrollado un lavado de cerebro sin parangón en nuestro devenir histórico, ya que bajo su batuta se ha creado un ambiente guerracivilista cuyo producto más relevante es la vergonzosa y revanchista Ley de Memoria Histórica. Como dijo Goebbels: «Miente, miente, miente, que algo quedará: cuanto más grande es una mentira, más gente la creerá».
Mucho tiempo hemos sido engañados, porque la cuna de los españoles la han mecido con cuentos, como diría León Felipe. Engañados por lo menos 400 veces, cifra que marca aproximadamente el número de golpes que ejecutó la totalitaria y golpista Segunda República.
«400 golpes»: ése es el título del primer largometraje de Francois Truffaut, que dirigió y coescribió en 1959. El título hace referencia a una expresión francesa que podría traducirse como «hacer las mil y una», en alusión a las numerosas trasgresiones que hace el adolescente que protagoniza la película, expresión que a su vez podría explicarse como «hacer todas las tonterías posibles». Sólo que las mil y una trasgresiones de la ley, la justicia, el orden y la libertad que ejecutó la Segunda República no se pueden calificar precisamente como tonterías, sino más bien como golpes de estado: «coups de force», para decirlo a la francesa.
Todo empezó el 17 agosto 1930, cuando la Alianza Republicana promovió el llamado «Pacto de San Sebastián», reunión a la que asistieron representantes de todos los partidos republicanos, en la cual se acordó una estrategia para derribar la monarquía y proclamar la Segunda República. En octubre de 1930 se incorporaron a la conspiración golpista el PSOE y la UGT.
El plan consistía en provocar un pronunciamiento militar el 15 diciembre de 1930 en la ciudad de Jaca, que debería ser acaudillado por los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández. Al mismo tiempo, se convocaría una huelga general revolucionaria en toda España, dirigida por los socialistas. El objetivo era «meter a la Monarquía en los archivos de la historia», y establecer «la República sobre la base de la soberanía nacional en una Asamblea Constituyente».
La dirección de esa conspiración residía en un Comité Revolucionario, donde estaba la plana mayor de los republicanos más destacados, como Aniceto Alcalá-Zamora, Miguel Maura, Alejandro Lerroux, Diego Martínez Barrio, Manuel Azaña, Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Francisco Largo Caballero, y otros. Como se ve, no faltaba ninguno de los peces gordos que protagonizarán la Segunda República. Como se ve, todos eran unos siniestros golpistas. Ese Comité Revolucionario nombró incluso un Gobierno Provisional, que fue el que protagonizó el pucherazo tras las elecciones del año 31.
El pronunciamiento fracasó, pues sus líderes lo adelantaron al día 12, y además la huelga no tuvo éxito, pero eso no fue óbice para que la República venerara como mártires a los dos golpistas sediciosos, incluso con una coplilla machadiana y todo: «La primavera ha venido/ de brazos del capitán./ Niñas, cantad a corro: ¡Viva Fermín Galán!». Los conspiradores fueron detenidos, y comieron las uvas en la cárcel Modelo, menos Alejandro Lerroux.
Curioso que, en estos tiempos en los que se pretende desterrar la supuesta memoria golpista de la España de Franco, los golpistas Galán y García Hernández tengan un monumento sito en una calle con su nombre, nombre que todavía no ha sido cambiado en virtud de la Ley de Memoria Histórica, como tampoco ha cambiado de denominación el nombre de otras calles de la ciudad que homenajean a otros héroes golpistas republicanos. Incluso existe una ruta histórica cultural sobre los lugares más importantes de aquel pronunciamiento golpista.
Este «coup de force» fracasó, pero fue el anuncio y el germen del pucherazo del 31, otro golpe de estado republicano, que se llevó a cabo sin militares sublevados y sin huelgas generales, pero que no por eso perdió su naturaleza subversiva de sublevación ilegal contra un gobierno legítimo, a raíz del cual el antiguo Comité Revolucionario se convirtió en el Gobierno de la República, que la propaganda izquierdosa que ha laminado la sociedad española pretende presentar como legítimo y legal.
Si la legitimidad de un gobierno se puede medir con arreglo al grado en el que responda a la voluntad popular ?que se suele expresar en las urnas?, el advenimiento de la República fue ilegítimo, porque fue fruto de un golpe de Estado, nombre real que hay que aplicar en este caso, frente al eufemístico «pucherazo».
Los comicios que convocó para el día 12 abril de 1931 el gobierno del almirante Juan Bautista Aznar tenían carácter municipal, por lo cual jamás podían haberse considerado como un plebiscito para elegir la fórmula del gobierno de España: Monarquía o República.
Si llegaron a considerarse así fue porque, cuando el día 5 se proclamaron en primera vuelta los concejales que resultaron elegidos porque en sus circunscripciones no tenían contrincantes, los monárquicos tuvieron un triunfo resonante, ya que consiguieron 14.018 concejales frente a los 1.832 republicanos.
Ante esta tendencia de voto claramente favorable a la monarquía, el conde de Romanones, creyendo que la victoria monárquica iba a ser clara, se atrevió a dar a las elecciones alcance plebiscitario, diciendo que en ellas «se ventila el porvenir de España y su forma de gobierno». Esta propuesta fue muy bien acogida entre las izquierdas y los republicanos, que se conjuraron para ganar las elecciones a cualquier precio con la intención de instaurar un régimen republicano.
Los resultados definitivos de las elecciones siguen siendo hoy día una incógnita. El hecho de que la República ?practicando una política de hechos consumados? se instaurara ilegalmente dos días después de los comicios impidió que los resultados de un número considerable de municipios llegaran a tiempo al Ministerio de la Gobernación, habiendo otros que no se contabilizaron a pesar de que llegaron antes del día 14.
Frente a la cuestionable fiabilidad del Anuario Estadístico de España de 1932, el investigador Shlomo ben Ami (1990) recurrió directamente a las fuentes, utilizando para ello las comunicaciones enviadas por los gobernadores civiles al Ministerio de la Gobernación, depositadas en el Archivo Histórico Nacional, con el fin de reconstruir los resultados reales de las elecciones, que arrojaron el siguiente saldo: en las capitales de provincia los republicanos consiguieron 1.037 concejales, frente a los 552 monárquicos; en cuanto a los concejales elegidos el día 5 abril en primera vuelta, los republicanos obtuvieron 2.592 concejales, por 18.616 de los monárquicos; en el resto de las provincias, hubo 5.321 concejalías republicanas, por 10.997 monárquicas.
Los republicanos consiguieron mayoría en 40 capitales de provincia, especialmente en las ciudades más populosas, lo cual les proporcionó la excusa para proclamar que la voluntad del pueblo español era la instauración de la República.
En democracia es un hecho bien sabido que en las grandes ciudades se necesitan más votos por cada escaño que en las pequeñas localidades, pero finalmente lo que decide el triunfo es el número de escaños conseguidos, no el número total de votos que ha obtenido cada formación política.
Lo que resultaba claro era que la España rural ?lo que hoy suele llamarse «España profunda»? había votado masivamente a favor de la monarquía, mientras que en las zonas urbanas habían predominado los republicanos. El mismo gobierno republicano y el Anuario Estadístico de 1932 reconocieron el triunfo de las candidaturas monárquicas.
Así pues, resulta realmente sorprendente que, ante el hecho de que los datos que ofrecía el recuento parcial de votos eran claramente favorables a la monarquía ?22.150 concejales monárquicos, frente a 5875 concejales republicanos?, a las ocho de la tarde del 14 abril el rey se dispuso a partir al exilio.
Lo que era un aplastante triunfo de la monarquía se convirtió en derrota, perpetrándose un auténtico golpe de Estado, porque los miembros del gobierno ?excepto dos?, los políticos monárquicos y especialmente los dos mandos militares más importantes ?Berenguer y Sanjurjo? interpretaron las elecciones en clave plebiscitaria, afirmando que habían sido un triunfo de la República y una catástrofe para la monarquía, con lo cual forzaron la marcha al exilio de Alfonso XIII.
En este sentido, es muy revelador es el telegrama que envió el general Berenguer ?ministro de Gobernación? a los capitanes generales de las distintas regiones militares: «Las elecciones municipales han tenido lugar en toda España con el resultado que por lo ocurrido en la propia región de V.E. puede suponer. El escrutinio señala hasta ahora la derrota de las candidaturas monárquicas en las principales circunscripciones […] se han perdido las elecciones […]».
Cuando el almirante Aznar ?presidente del Gobierno? acudió el día 13 al Palacio Real para despachar con el rey, declaró ante los periodistas en clave derrotista que: «¡Que quieren ustedes que les diga de un país que se acuesta monárquico y se levanta republicano!».
En esta misma línea, el conde de Romanones afirmó también en clave negativa que: «El resultado de las elecciones no puede ser más lamentable para los monárquicos. Ésta es la realidad y es preciso decirlo, porque ocultarlo sería contraproducente e inútil».
Pero, por encima de todo, lo que más contribuyó al nacimiento de la República fue el miedo a que los republicanos y las izquierdas tomaran las calles ?como habían hecho en los días previos a las elecciones? y arrastraran España a una revolución de corte socialista. Aquí tenemos una muestra más de la ancestral cobardía de la derecha española, aliada esta vez a la deserción de un Rey.
La misma tarde del día 13, el Comité Revolucionario republicano-socialista emitió un comunicado en el que se decía que las elecciones habían sido «desfavorables a la Monarquía [y] favorables a la República», amenazando con «actuar con energía y presteza a fin de dar inmediata efectividad a los afanes implantando la República».
Esta amenaza revolucionaria ?«actuar con energía»? se planteó como una seria posibilidad cuando el general Sanjurjo ?futuro golpista en el 32 y en el 36, cuando llegó a ser el cerebro del Alzamiento Nacional?, Director de la Guardia Civil, en la noche del 12 al 13 abril mandó un telegrama a las comandancias dejando claro que no haría nada para reprimir un levantamiento contra la monarquía. Poco antes, se había limitado a bajar la cabeza cuando el conde de Romanones le había preguntado si podía responder sobre el acatamiento de la Guardia Civil a la voluntad del país.
Este mensaje fue conocido inmediatamente por los principales dirigentes republicanos, gracias al chivatazo que les dieron empleados de correo infiltrados por el PSOE. El terreno, pues, estaba expedito para el cambio de régimen.
Temprano en la mañana del 14 abril, el general Sanjurjo se dirigió al domicilio de Miguel Maura, donde se encontraba reunido un nutrido grupo del Comité Revolucionario que había conspirado para derribar a la monarquía en diciembre de 1930. Nada más entrar, se cuadró ante Maura y le dijo: «A las órdenes de usted, señor ministro».
Ante aquella debilidad de la Monarquía, totalmente carente de apoyos, los jerarcas republicanos convocaron manifestaciones y algaradas callejeras, aparentemente con la intención de celebrar un triunfo que todavía no había sido corroborado por la documentación electoral, pero cuyo verdadero objetivo era amedrentar a las escasas fuerzas monárquicas, que contemplaban el paso a la bancada republicana de figuras como Maura o Alcalá-Zamora.
A todo esto hay que añadir la postura indolente y cobardona de Alfonso XIII, quien, con la excusa de que no deseaba ser la causa de una guerra civil, y afectado por la muerte reciente de su madre y por el miedo que tenía su mujer de acabar ante un pelotón de fusilamiento como sus parientes los Romanov en la Rusia bolchevique, se rindió y marchó al exilio. Miguel Maura reconocería: «Nos regalaron el poder. Suavemente, alegremente, ciudadanamente: había nacido la II República española».
Sí, la República había nacido, entre adulteración de datos, amenazas revolucionarias, deserciones entre las filas monárquicas, cobardía de la Casa Real, conspiraciones de oscuros conciliábulos republicanos, y mil y una trapacerías, convirtiendo aquellos comicios en un aquelarre golpista. No es de extrañar el curso pucheril de los acontecimientos, si tenemos en cuenta que los mismos que usurparon ilegalmente el poder dos días después de las elecciones interpretando a su manera y manipulando los resultados electorales, son los mismos que unos meses antes habían urdido un siniestro plan, un auténtico pacto de los lobos para derrocar al régimen monárquico por la vía de los hechos y la fuerza.
Este pacto ?y golpe de Estado? de los lobos volvió a repetirse en la asonada revolucionaria de octubre de 1934, y en la toma del poder por el Frente Popular en febrero de 1936.
La II República fue un fiasco total, llena de falsas promesas para el pueblo, que obviamente no dieron solución a sus principales problemas, estuvo marcada por el enfrentamiento y el desorden continuo. Analizando detenidamente los acontecimientos que se dieron lugar durante aquel régimen hace tiempo que llegué a la conclusión de que dicha república fue configurada para provocar la guerra civil, obviamente por intereses a nivel internacional. Sobre todo desde la guerra de sucesión ha sido una obsesión continua por parte del anglo-sionismo el dividir y debilitar a España.
UNO DE LOS MEJORES ARTÍCULOS QUE COINCIDE CON LO QUE SIEMPRE HE PENSADO SOBRE EL DESGRACIADO NACIMIENTOS DE LA II REPÚBLICA
“la Segunda República, un régimen cuya implantación vino acompañada de una persecución religiosa -quema de conventos, expulsión de la Compañía de Jesús, prohibición a los religiosos de dedicarse a la enseñanza, etc.- que al cabo de cinco años llegó tan lejos que acabó desencadenando una guerra. A modo de ejemplo, en sólo dos meses tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, 142 iglesias fueron incendiadas. Esa brutal persecución religiosa prosiguió en toda España hasta la sublevación militar y continuó en la zona dominada por el gobierno del Frente Popular arrojando cifras terribles: fueron asesinados 13 obispos, 4.184… Leer más »
En lugar de hacer la ley de memoria histórica, deberíamos tener la LEY DE VERDAD HISTÓRICA , para saber cosas como esta: “La IIRepública se ha convertido en un mito fraudulento que la izquierda española se ha agenciado por su romanticismo ideológico y sectario. República procede del latín res pública, es decir, “la cosa pública, lo público” y no es ni de derechas ni de izquierdas. En España la izquierda ha construido el mito de la II República, una especie de arcadia feliz que supuestamente trajo innumerables derechos y libertades, aunque se demostró que fue todo lo contrario, Lo cierto… Leer más »
Al final uno de los miserable culpables, Azaña, antes de marchar al exilio al final de la guerra, manifestó a los españoles en el último mitin en la plaza de toros de Barcelona en el inicio del discurso la tremenda frase:PAZ, PIEDAD Y PERDÓN. Es lo que pedía a las tropas nacionales, después de lo que había liado con todos sus adlateres en España. Y por ahí hay una ley de memoria histórica haciendo un daño irreversible, el peor la desunión de los españoles. Dios confunda al Maldito ZP.
Fueron pasos que se fueron dando hacia una meta que era imponer un regimen bolchevique, primero se cargaron la monarquia que actuo cobardemente
La frase atribuida a Goebbels en este artículo nunca se ha demostrado como cierta. Es mera atribución propagandística del Imperio Anglosionista para manchar la reputación del susodicho. No hace falta más que leer la multitud de textos y discursos que dejó a la posteridad para darse cuenta de que esa frase no pudo ser dicha por él; es, sin embargo, más propia de ratas miserables como el alcohólico y criminal de guerra Winston Churchill o el judío soviético y genocida Ilyá Grigórievich Ehrenburg. “La buena propaganda no necesita mentir, de hecho no tiene por qué mentir. No tiene ninguna razón… Leer más »
Excelente artículo Don Laureano, esa el la pura verdad y no hay otra, por mucho que se empeñen los socialistas en inventar la historia. Si hay una cosa que el marxismo ha sabido hacer, como usted muy bién dice es la propaganda, han sabido utilizar el lenguaje desde el minuto uno, ellos son “el pueblo” y el resto los que oprimen a ese pueblo y si aún encime ese pueblo tiene alergia a los libros pues ya tenemos la unión perfecta. Ese es el motivo por el cual en Europa pero sobre todo en España siguen teniendo adeptos una ideología… Leer más »
Tan sólo quiero citar un par de frases: “La nación es bastante apta para las armas, pero desordenada, de suerte que sólo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa mantenerla unida y en orden.” – El rey Fernándo el Católico. Quédense con la frase EL QUE SEPA MANTENERLA Y UNIDA. El resto viene por añadidura. Y, fíjense, que ya en tiempos romanos se decía algo parecido: “La nación hispana o la Hispania Universa no supo unirse contra Roma. Defendida por los Pirineos y el mar habría sido inaccesible. Su pueblo fue siempre valioso pero mal jerarquizado.” – Lucio… Leer más »
Memoria histórica es lo que le ha faltado siempre a la tribu de Caín ,la SINIESTRA (izquierda) Han olvidado los destrozos económicos en los paises que han dominado.Han olvidado los destrozos mentales a las personas simples a los que hacen creer que la PARÁSITOCRACIA PIRAMIDAL SATÁNICA que los explota como a animales ,tiene la intención de proteger a los trabajadores.(Por sus hechos los conoceréis).Han olvidado las matanzas ,asesinatos y genocidios por decenas de millones de personas que han sido expoliadas ,torturadas y liquidadas en nombre del pueblo .Han olvidado toda la PROPAGANDA SATÁNICA revolucionaria con la que han lavado el… Leer más »
Y vosotros habéis olvidado todo las barbaridades que habéis hecho?
«Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la… Leer más »
Hábilmente el fantasma de Largo Caballero a poseído a Pedro Sánchez y cada vez mas el marxismo rancio le esta corrompiendo. Espero no corrompa España.
“Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada”, sí pero la propiedad privada de pequeños y medianos propietarios, a los grandes propietarios rurales, industriales y banqueros no los tocaron, ahí estuvo el engaño hacia las clases populares, como siempre ha hecho esta gente. Hay que darse cuenta lo mentiroso que era este individuo, Largo Caballero(El llamado Lenin español), el mismo que junto al partido en el cual militaba, el PSOE y la UGT apoyaron el directorio militar de Primo de Rivera, el mismo que tuvo un cargo en la secretaría de estado con Primo de Rivera, el que dijo… Leer más »