Lo que esconde “La Manada”
José Francisco Serrano Oceja.- La sentencia del caso de La Manada ha desatado un clamor social, y una no menor polémica, con el que algunas realidades de Iglesia se han sentido interpeladas. Ahí está, por ejemplo, el mensaje de solidaridad con la víctima de las Carmelitas Descalzas de Hondarribia o el poema, también dedicado a la víctima, de las Clarisas de Villaviciosa. Lo dicho hasta aquí no es un recurso retórico. No olvidemos, como afirma el Padre Otilio Rodríguez, que Santa Teresa de Jesús escribió una de las más bellas apologías de la mujer, y su papel en la Iglesia, en su libro «Camino de Perfección». Texto, por cierto, que tachó el dominico P. García de Toledo, tal y como se demuestra en el manuscrito de Valladolid. Solidaridad feminista general, también en la Iglesia, que convendría se extendiera al caso de las jóvenes que son víctimas de la trata de mujeres, con unos verdugos que se amparan detrás de un «negocio». Y hablando de voces solidarias, hasta el presente se echa en falta algunas otras con discernimientos de fondo y forma, clarificaciones morales y no ocurrencias.
Pero poco se han puesto sobre la mesa algunas cuestiones que están en el trasfondo de esa barbarie, y que tienen que ver con evidentes carencias y contradicciones de la educación moral en España. Sin afán de precisión, ahí están el consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes, y no tan jóvenes; la necesidad del vértigo y del riesgo en la forma de participar en la fiesta o la banalización de las relaciones sexuales. También podemos añadir la normalización de conductas depravadas, tal y como se manifiesta en la trivialización de los mensajes de los miembros del grupo. O, por seguir en esta lógica, la cuestión de los efectos de la pornografía, que se ha convertido en la principal educadora sexual de miles de adolescentes. Si nadie duda de las relaciones entre pornografía, machismo y conductas violentas hacia la mujer, que se convierte en mero objeto sexual en un proceso de deshumanización y de cosificación, ¿por qué se producen determinados silencios en momentos de necesaria clarificación pública?
Con este articulo ha puesto usted el dedo en la llaga ,le felicito.