La leyenda de Victorino en Las Ventas comenzó hace medio siglo
A. G. Abad.- El 18 de agosto de 1968 debutó en Madrid la ganadería de Victorino Martín. Aquel día comenzó un idilio con la afición de Las Ventas que ya es leyenda. La corrida estuvo rodeada de una gran expectación. El ganadero de Galapagar había ofrecido gratis sus toros a las figuras en una campaña por la integridad. Tras solucionar el conflicto que Victorino mantenía con la empresa de Madrid, a la que reclamó el dinero pactado por una novillada en julio de 1965 lidiada a nombre de Hermanos Martín, seis cinqueños con divisa azul y encarnada se lidiaron con éxito en la primera plaza del mundo.
El camino hasta el debut venteño no fue fácil, ya que unos meses antes, en junio, el ganadero fue gravemente herido en el campo por un semental. Nueve cornadas recibió Victorino Martin, que le pusieron al borde de la muerte y de las que tardó meses en recuperarse.
El éxito de sus toros aquel 18 de agosto de hace medio siglo curó definitivamente sus heridas. Pepe Osuna, Paquiro, que resultó herido, y Adolfo Rojas, fueron los valientes. La corrida caló con tanta fuerza entre los aficionados, que el 8 de septiembre se anunció de nuevo en Las Ventas. Juan Antonio Romero, José Luis Barrero y Flores Vázquez, los matadores en una tarde en la que el público se puso de nuevo de parte de los cárdenos de la “A” coronada. Tal ambiente crearon los victorinos que la tercera corrida que tenía en el campo fue anunciada de nuevo en Madrid. El 22 de septiembre llegaron los primeros triunfos de los toreros. El Inclusero dio una vuelta al ruedo, Paquiro cortó una oreja, mientras que Paco Ceballos se fue de vacío.
Tres corridas en apenas una mes sellaron para siempre un pacto con la afición de Madrid. Tanto, que al año siguiente lidió otras tres corridas. El 20 de abril la primera con Luguillano y Paquiro, que dieron sendas vueltas al ruedo, y Sánchez Bejarano. La segunda el 10 de agosto con la vuelta al ruedo para el quinto de la tarde al que Andrés Vázquez le cortó las dos orejas, más otra que se llevó del segundo. Completaban el cartel Joaquin Bernadó y García Higares, y aún lidiaría otro festejo el 18 de septiembre.
A partir de ahí la leyenda se fue agrandando. En la temporada de 1970, de nuevo Andrés Vázquez a hombros en la primera encerrona con los ya famosos victorinos, y tardes y más tardes que se recuerdan por grandes toros y toreros a hombros, por la casta y la bravura siempre de los albaserradas de Victorino. Estaba por llegar el indulto de “Belador” en el 78, la “corrida del siglo” en el 82 con Ruiz Miguel, Palomar, Esplá y el ganadero a hombros, las gestas de Niño de la Capea o Roberto Domínguez… Días inolvidables de la divisa de un ganadero que ha hecho historia.