La moción de censura de Pedro Sánchez ha tenido un objetivo: salvar el bipartidismo
Desde que se puso en marcha el actual sistema democrático todos hemos sido testigos de las puñaladas traperas que se lanzan los que de la mano de un partido político aspiran a ocupar un lugar en la ubre del Tesoro Nacional. Todos hemos visto que, cuando se aproxima la cita con las urnas en cualquier de sus formas, lo que en realidad importa a los aspirantes a la teta del Estado es ir en las listas para tener opción al pesebre o ser designado para algún carguito como responsable o asesor de algo o de alguien, que tenga como premio una remuneración de cinco o seis mil euros mensuales amén de los privilegios.
Esto ha sido lo habitual cada cuatro años. Sin embargo, resulta muy sospechosa la rapidez con que se han desarrollado ciertos episodios que han concluido finalmente con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Nos fijamos bien, todo se ha ido desencadenando con una sincronización milimétrica. Ya he dicho en más de una ocasión que, el autor intelectual, quien haya estado midiendo los tiempos para poner en escena las distintas farsas políticas a través de los medios de contaminación, ha realizado una labor excepcional. El trabajo ha sido sucio y para un fin siniestro, pero lo han bordado.
La mentira, el engaño, la falsedad y la traición entre la clase política, creo que ha llegado a su punto más álgido en democracia. Primero fue Rajoy con sus votantes, a los que traicionó miserablemente no derogando ni un solo despropósito de Zapatero poniendo en libertad a los asesinos y violadores más repugnantes, y rindiéndose a los golpistas catalanes con la aplicación de un 155 a la carta.
A renglón seguido, el PP subestima y se cisca en el partido “Ciudadanos” llamando a su líder “desleal” para encumbrar a Pedro Sánchez, a pesar de los apoyos que el partido naranja ha brindado al gobierno de Rajoy durante todo lo que llevamos de legislatura.
Después adquieren protagonismo una vez más los “cuatro gatos” sucesores de Sabino Arana, con ocasión de la moción de censura presentada por Pedro Sánchez para desbancar a Rajoy, a pesar de haber llenado sus alforjas apenas unos días antes por la venta de sus cinco votos, para apoyar los PGE.
Luego el PSOE de Pedro Sánchez se cubrió de gloria. Después de lisonjear con los “marqueses podemitas de Galapagar” para conseguir su apoyo a la moción de censura, Pedro Sánchez logra su objetivo pero sin dejar que Podemos tenga posibilidad de entorpecer la campaña electoral puesta en marcha por los socialistas, con intención de anularlos y atraer de nuevo los votos que se fueron a los comunistas a raíz del “movimiento 15-M”.
El PP y el PSOE han interpretado perfectamente su papel. Recuérdese a Sánchez llamando “indecente” a Rajoy, y, el ahora ex presidente del gobierno, resaltando la “lealtad” de Sánchez en asuntos de Estado para atacar al líder de “Ciudadanos”. De lo que se desprende, que ambos se ponen de acuerdo para que Rajoy no dimita y haya moción de censura, con objeto de que bajo ningún concepto se convoquen elecciones. Pedro Sánchez consigue por fin llegar a la Moncloa, pero, no con intención de gobernar en lo poco que queda de legislatura, sino para lanzar su particular campaña electoral con todos los medios bajo control al objeto de salvarse, permitiendo a su vez que el PP pueda recuperarse tras la dimisión de Rajoy.
Los dos han creído en las encuestas que les avanzaban que de celebrarse comicios, el batacazo para ambos sería de libro mientras que “Ciudadanos” hubiese obtenido un éxito arrollador en la mayoría de circunscripciones.
En resumen, hay que salvar el bipartidismo. Todo lo acontecido desde mucho antes del golpe de Estado en Cataluña, hasta llegar a esta moción de censura, ha sido la puesta en escena de una serie de farsas por entregas perfectamente diseñadas y orquestadas, que han culminado con una interpretación magistral de nuestra clase dirigente sobre cobardía, traición, engaño y falsedad.
El gobierno de la “ideología de género”, de la cultura de la muerte y del revanchismo, ha logrado su primer objetivo: alcanzar el poder de forma legal pero ilegítima para conformar un equipo de actores bajo criterios de puro mercadeo, no para gobernar -cosa que se presume difícil-, sino para lanzar una campaña electoral desde los resortes del poder y con la mayoría de los medios de contaminación bajo control absoluto, al objeto de entrar en los hogares y que solo se escuche un discurso socialista falso y engañoso las 24 horas del día.
Cuando el dinero habla la verdad calla. Pedro Sánchez ya tiene un derecho adquirido; el derecho a poder disfrutar de una pensión vitalicia de 80.000 euros anuales, chófer y coche oficial, escolta y secretaria, aunque hubiese cesado en el cargo al día siguiente de su nombramiento.
Lo de Cataluña es otra historia para este siniestro personaje, que sostiene que España es una nación de naciones. El golpe de estado llevado a cabo por Puigdemont y su banda en Cataluña, o que la región catalana pueda ser gobernada por un supremacista, xenófobo y racista como Torra, a Pedro Sánchez y a su equipo de marketing les trae completamente sin cuidado.
Lo único que le urge al recién nombrado presidente del gobierno de España es, primero su futuro económico y el de su familia; a continuación, colocar a sus más estrechos colaboradores/as en puestos relevantes como secretarías generales, dirección de instituciones, o como asesores en cualquier entidad pública; y por último, enchufar en cualquiera de las tres administraciones y chiringuitos varios a cientos de miles de sus palmeros, antes de que las urnas los echen para siempre en las próximas elecciones.
Hay una hoja de ruta trazada y perfectamente diseñada en base a un exhaustivo conocimiento de la gran masa de borreguil y su reacción en las urnas ante determinados hechos. Dichos detonantes capaces de inducir a la masa borreguil a votar una u otra opción son evidentemente de sobra conocidos por todos los partidos. No en vano todos tienen cientos de asesores con sueldos millonarios. En otras palabras: aquí nadie da puntada sin hilo. Sea como fuere la farsa continúa. Los actores siguen con sus burdas interpretaciones y el público permanece patéticamente afecto a sus ídolos y a la no… Leer más »
Qué tonterías escribe. Si por Sánchez fuera no existiría el otro partido del bipartidismo ya inexistente, haría desaparecer al PP si pudiera
Que envidia vivir en esa infantil ingenuidad.
Tú no eres Autar, tú eres TONTO, individuo. Pero, ¿cómo se puede ser tan tonto e ingenuo?.
Pues si ese era el objetivo, me temo que ha errado totalmente.
– Ha hundido al PP, que andaba ya renqueando.
– Después de esta cagada, el PSOE no volverá a tocar poder en muchos años.
Pero, eso sí, PUEDEN DEJAR A ESPAÑA QUE NO LA CONOZCA NI LA MADRE QUE LA PARIÓ (como diría la lengua viperina de Arfonzo GUERRA, el cobarde).
Pienso que el papel más siniestro ha sido el de Ciudadanos .
Fue el origen de todo.
Si Ciudadanos no hubiese apoyado el PP en lo de los presupuestos, hubiesen habido elecciónes y posiblemente las hubiese ganado.
¿Porque no lo hizo así?
Aparentar decencia para recabar el voto de los desengañados y luego cuando llega la hora de la verdad engañar , traicionar. Para que nada cambie.
Cuál es tu precio traidor?
El primer indicio lo tuvimos en las andaluzas que cubristeis a los socialistas corruptos.
Ahí le doy la razón totalmente. Fueron los primeros.
Esta reflexión la llevo a barruntando mucho tiempo.
Mi opinión de manera resumida:
Podemos JAMÁS tocará poder.
C’s cuyo prograna dice claramente (con respecto a Cataluña) que Nunca aceptará aventuras “secesionistas”. Relativo a las Provincias Vascongadas, lleva como uno de los principales puntos “derogar” el Cupo Vasco.
Por tanto C’s TAMPOCO logrará el poder.
Para gobernar queramos O NO PPSOE pactan cada 8 años con los Nacionalistas(vascos y Catalanes) se mantienen en el poder hasta que San Juan baje el dedo.
De hecho, su Gobierno es de escaparate, pero dudo, por el bien de todos, que logre las tentativas que se propone. Dejará todo el berenjenal al PP mientras se hace autopropaganda.
Una trampa saducea…