El Club de Roma cumple cincuenta años
El libro “Come on! “, cuyos autores son Erns Ulrich von Weisäker y Anders Wijkman se ha preparado para el 50º aniversario del CoR en 2018. Ambos son co-presidentes del Club con sede central en Wintertur, en el cantón de Zurich y lo han redactado en cooperación con más de 30 miembros del Club de Roma constituyendo una importante aportación al aniversario. La huella ecológica humana sigue incrementándose –si no se evita- y conduce a un colapso de la economía mundial por sobrecarga. Así dicen los autores del libro ¡Venga, vamos! y proponen una revisión de la forma en la que gobiernos, empresas, sistemas de financiación, innovadores, familias y sociedad civil interactúan con nuestro planeta.
Sugieren posibles soluciones a la crisis ecológica y social global. En el núcleo está la sugerencia de desarrollar una nueva llamada al “mundo en pleno”: “No podemos continuar, dicen, dependiendo de un modelo social que se concibió para un mundo de menos de diez mil millones de habitantes”.
Es otra consecuencia del primer informe al Club de Roma, Los límites al crecimiento, que se publicó en 1972 y del que se han vendido más de treinta millones de ejemplares. Este informe permanece siendo la piedra angular de la filosofía del Club, pero se imponen nuevos cambios a añadir tal que el cambio climático, la irresponsabilidad de los mercados financieros, la nueva economía digital y otros tipos de tecnologías que han irrumpido en el escenario provocando un incremento de sesgos en la distribución de la riqueza y los ingresos de las gentes y la patente crisis de la democracia. Sumemos a esto la cuestionable viabilidad de los objetivos de desarrollo sostenible como la pobreza, la ignorancia, la falta de agua potable, etc. No los objetivos en sí mismos, que son dignos y válidos sino más bien considerar si de verdad pueden ser logrados con las políticas y criterios que se han usado. En nuestra evaluación, dicen y a nuestro criterio estos objetivos corren el riesgo de caer bajo las convencionales políticas de crecimiento al uso traído hasta la fecha.
Yo mismo, miembro del Capítulo español desde 1993, contribuyo humildemente a este evento con mi libro Desarrollo Sostenible. Problemática y resolútica, que ha merecido ser prologado por el presidente de honor del CoR, Ricardo Díez Hochleitner, como queda patente y en cuya portada campea una acuarela de la ópera Garnier pintada por mí, de la que estoy muy satisfecho.
Aparte de aportar magnitudes, proporciones y progresiones transcendentes y que tienden y empujan al planeta a esa crisis, porque son muy significativas y lo ve cualquiera -el agua, el hambre, la demografía, la biodiversidad, los derechos humanos, etc.- insisto en la importancia de la olvidada participación directa del pueblo soberano desde el nivel municipal en la Agenda 21 Local, que se prescribió en 1992 por el Programa 21 de la Cumbre de La Tierra -que bien podría ser esa llamada al “mundo en pleno” que proponen los copresidentes en Come on!- y que se ha venido burlando y hurtándose celosamente año tras año por los políticos “representativos” y “electos,” según dicen, ya que ellos, los habitantes de los municipios saben más de los municipios que nadie y el mundo está compuesto de casi dos millones de municipios, con su biosfera, biodiversidad y valores propios y bien pueden ejercer el cambio decisivo al concienciarse con esa sencilla participación.
Es el principio jesuítico de la subsidiariedad, en el que llevo insistiendo ya hace muchos años. No hay otra manera de conseguir una masa crítica que produzca la metanoía, el cambio profundo de mentalidad necesario para no caer en una crisis desastrosa y de difícil remedio.
Algunos de sus contenidos han aparecido en forma de artículos en las páginas de Alerta Digital, que ha atendido mi prédica en diversas ocasiones durante estos últimos años y ha considerado estos temas que han obtenido eco en sus numerosas lecturas y eso me produce satisfacción y felicidad porque evidencia que no he perdido el tiempo y se me ha escuchado.
Esperemos que también se me escuche en los ámbitos e instancias ante los que denuncio eso y tantas otras cosas transcendentes en esta materia, porque la humanidad se juega demasiado como para dejarlo pasar.
¿ Qué les pasó a los que hicieron la película “el Club de Roma?-
En vez de dejar los habitantes de la tierra en 1.500M porqué no dejamos de consumir cosas inútiles. Hay cantidades de tierras abandonadas que pueden dar de comer al doble del actual.
El cambio climático es un cuento, siempre ha habido cambios a lo largo de la historia.