Yo también abomino de la España de Franco y me adhiero a la Ley de memoria histórica de Pedro Sánchez
AR.- Aclarado queda a efectos legales que expreso hoy aquí, escrito y firmado, mi abominación por la España de Franco a que me obliga la nueva Ley de memoria histórica que el PSOE se propone sacar adelante con los apoyos de la extrema izquierda y los grupos separatistas de distinto pelaje. Nada más ejemplar que retractarme de mis errores y abrazar la España progresista que nos propone Pedro Sánchez, renunciando a cuanto pueda poner en cuestionamiento o en entredicho la etapa de modernidad justiciera que se nos anuncia.
De entrada, me desdigo de cuanto he escrito en este medio y también de las cosas que pertinazmente (y sin fundamento) he defendido desde mi temprana adolescencia. Debo subrayar aquí y ahora que en las chekas se predicaba el amor y el perdón, que Calvo Sotelo murió de un resfriado, que la república respetó siempre las vidas y haciendas de los católicos, que la revolución golpista de Asturias no existió, que Stalin apenas intervino en la guerra civil, que el oro de Moscú era y es una falaz y fascista mentira, que Franco recibió un país enriquecido y lo convirtió en uno de los más pobres del mundo, y que reprimió las ansias de libertad de millones de españoles levantando un gigantesco muro para que estos no pudiesen abandonar el país, no como en los países de obediencia soviética, donde sus habitantes eran libres de viajar donde quisieran.
Desmiento como falsas las informaciones que atribuyen al régimen de Franco la creación de la sanidad pública que hoy conocemos, las jubilaciones, las viviendas asequibles para todos los trabajadores, la germinación del turismo…
Aquel régimen controlaba y oprimía insoportablemente a los españoles, no como ahora. No puedo aceptar que España fuese en 1975 el segundo país del mundo en servicios, mientras los ilegales, los homosexuales, las feministas, los trepas abajofirmantes… carecían del derecho a ser servidos por el Estado. No me siento orgulloso de que España tuviese ese mismo año la segunda flota pesquera del mundo a base de esquilmar los caladeros de otros países, que hoy nos honran obsequiosamente con miles de “pagapensiones”. ¿Qué interés democrático tiene que en 1972 fuésemos el tercer país con mayor número de astilleros, cuando ya se sabe que barcos sin honra no es lo mismo que honra democrática sin barcos? ¿Acaso debemos congratularnos de que la actividad industrial representara el 36 por ciento del PIB nacional en 1974, cuando el 15 por ciento actual nos acerca mucho más a los objetivos de Kioto que reclaman nuestros ecologistas? ¿De qué le servía a la España de Franco tener una tasa de paro del 3,78 por ciento o que la clase media representara el 56 por ciento, si a cambio se privaba a los españoles del inmenso placer de votar cada cuatro años? ¿Acaso puede ser comparable en términos democráticos el ejercicio del derecho al voto con estadísticas tales como los 700.000 funcionarios de 1975 frente a los más de tres millones actuales; el 7,3 de deuda sobre el PIB en 1972 frente al 96 en 2914; o la existencia de 21 universidades laborales, hoy desaparecidas, frente al despiporre de los alumnos Erasmus?
¿Y qué decir de las anacrónicas ayudas del franquismo a las familias tradicionales? ¿Es de recibo que en vez de promover las prácticas abortistas y los derechos de las feministas, el Estado se dedicase a ofrecer tres niveles de ayudas a familias numerosas, según número de hijos? ¿Es lógico que se fomentara tanto el ocio hasta el punto de que los trabajadores dispusieran de un mes o treinta días naturales de vacaciones retribuidas al año, con paga extra en Navidad y el 17 de julio? ¿Pueden comprometerse más los beneficios patronales que obligando a dos medias pagas extras por beneficios de empresas y a extras menduales por trienios y quinquenios? El Estado franquista carecía de la sensibilidad del actual para poner en alza la importancia democrática de las familias sin hijos. Como si de un gigantesco paritorio España se tratase, la dictadura obligaba a un incremento mensual en nóminas por cada hijo de cada trabajador (conocido como puntos). Con lo moderno y avanzado que habría sido destinar ese dinero a oenegés y colectivos que trabajasen por una España multicultural, multiguay e inclusiva. Hoy debo defender y defiendo el uso especulativo del dinero, y no la antigualla franquista de que la riqueza no permaneciese inactiva ni pudiese aplicarse a fines ilícitos. ¿Qué patrimonios económicos habrían justificado el esfuerzo de nuestros democráticos mandamases si hubiesen observado principios tan recatados? ¿Qué nivel de prosperidad democrática habríamos alcanzado con normas tan escasamente democráticas como la que prohibía embargar los bienes privados (artículo 32 del Fuero del Trabajo)? ¿Podrían nuestros bancos haber acreditado un nivel tan alto de beneficios si hubieran tenido que convivir con las anquilosadas normas franquistas que perseguían de forma implacable todo tipo de usura? ¿Cómo podríamos haber hecho frente al sostenimiento de nuestra legión de democráticos subvencionados con el 2 por ciento del Impuesto de Tráfico de Empresa (ITE, actual IVA) o con una presión fiscal del 18,4 frente al 21 y 35 por ciento, respectivamente, vigentes actualmente?
¿Cómo no demonizar a los representantes de aquel Estado, que privaba a los alcaldes del derecho democrático a limitar la actividad empresarial a un puñado de privilegiados? ¿Puede tomarse en serio que la apertura de pequeños negocios o comercios apenas necesitaran de requisitos legales más allá de los relacionados con la seguridad y la higiene? ¿Puede ser eficaz un Estado moderno y progresista con una única ley y normativa nacional, como la que existía durante la dictadura, que agilizaba y dinamizaba la economía productiva interterritorial? ¿Es concebible un Estado sin un gigantesco sector público, garante de nuestras libertades democráticas, y no como en la oprobiosa, donde las diputaciones provinciales coordinaban la relación política entre estado y municipios, suplantando a las Comunidades Autónomas a un costo despreciable? Tampoco son admisibles las medidas populistas empleadas por el franquismo para aumentar el nivel adquisitivo en los hogares con un solo ingreso, tales como prohibir por ley interrumpir el suministro de agua, electricidad o carbón en hogares, por impago. O que se prohibiera trabajar más de ocho horas al día, permitiendo horas extras previa negociación, en contra del principio tan democrático de lo que el amo ordene y mande.
Tampoco puede entenderse, desde la perspectiva progresista de socializar el desorden, que el domicilio de los españoles fuese inviolable, bajo dura persecución penal. Ahora, felizmente, están expuestos al democrático disfrute de okupas y perroflautas. Millones de hogares nunca usaban llaves en sus puertas, lo que ocasionó un grave perjuicio económico a cerrajeros y fabricantes de alarma. Por otra parte, el poder intimidador de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado privó a miles de españoles del uso del derecho a delinquir. De ahí las cifras-trampas que los franquistas recalcitrantes nos restriegan cuando comparan los 150.000 presos actuales con los 85.000 de 1975.
Por desgracia, son abundantísimas las referencias sobre los éxitos sociales y económicos de la España de Franco que urge empezar a perseguir sin desmayo. Algunas verdaderas minucias, como la de Gonzalo Fernández de la Mora, por ejemplo. Cuenta en sus memorias una anécdota sobre Franco que los nostálgicos de la dictadura le dan una relevancia significativa: le informaba de que se iban a poner en marcha dos ciudades de expansión de Madrid: el actual Tres Cantos y Navalcarnero. Franco le dijo que Navalcarnero, no, porque él tenía allí tierras. ¿Acaso Fernández de la Mora nos estaba sugiriendo que Franco obró de forma distinta a como lo hubiera hecho cualquiera de nuestros ejemplares y honradísimos dirigentes democráticos?
También es una intolerable exaltación del fascismo que se ponderen como ejemplares las ejecutorias, libres de polvo y paja, de los alcaldes, los presidentes de Diputación, los gobernadores franquistas, porque entraron y salieron ligeros de equipaje. O que se destaque tanto éxitos tan dudosos como el de Pedro Zaragoza, falangista, el alcalde que puso a Benidorm en el mapa del turismo mundial a costa de privarle de su pintoresquismo como pueblo de pescadores y pequeños agricultores. O que se resalte como virtuosa la actitud del también falangista Agatángelo Soler, arquitecto y alcalde de Alicante, que hizo la Explanada de España. Cada Navidad, de forma populista, ponía en la puerta de su casa a un policía municipal para impedir que le llegaran regalos.
Así que duro con ellos, presidente. Que lo que se acuerde en nombre de la memoria histórica no lo discuta nadie, y mucho menos en nombre de la Verdad, término con tantas connotaciones cristianas. Así que doble jarabe orwelliano a quien se atreva a opinar sobre Francisco Franco más allá de lo que establezca como legal la nueva ley de memoria histórica, a la que yo también me adhiero.
Perfecto, don Armando. A por ellos,
No señor, Calvo Sotelo murió de tosferina al no haberla pasado de bebé, y el duque de Veragua de una caída del caballo, que no nos vengan con cuentos .
Tampoco se incendió ninguna iglesia, si hubo fuegos fue por una partida de velas mal hechas que sin darse cuenta las habían hecho con pólvora, y así todo
Si algo que especialmente me inquieta, me molesta, me indigna, me enfada, me hace sufrir.
Es cuando a alguien no le permiten expresarse en libertad, me da una cosa en el estómago que me pone enfermo.
La censura, en todas sus formas, colores y variantes, que hay muchas, en muchos ámbitos, me repugna especialmente.
Perdón me refiero a 1975 15000 presos
En 1985 no había 85000 en la carcel ! Revise sus fuentes no creo que llegasen a 15000.
Todo jubilado actual puede confirmar estos datos
En realidad, es cuando Franco se pasa al bando neoliberal, por los años sesenta y algo, es cuando empezó a gobernar “el PSOE”, que es una tapadera de la CIA, el mismo PSOE que nos gobierna ahora.
Entonces todo crecimiento económico posterior a esa fecha es producto del PSOE.
Y el PP es simplemente un muñeco de paja, puesto ahí para simular que hay una democracia.
Bonito ejemplo, señor Robles, de Falacia de evidencia incompleta: https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_de_evidencia_incompleta Destacamos lo bueno y obviamos como si no hubiera existido lo execrable. Siguiendo su estilo de razonamiento, incluso a Stalin podría considerarsele un benefactor de la Humanidad: Fue responsable entre otras cosas de: -La mayor campaña de alfabetización en la Historia de la Humanidad -Dl primer sistema sanitario público del mundo, que contribuyó junto a la mejora de la alimentación a reducir en 3 veces las tasas de mortalidad en el país. -Alquileres y suministros a precios estipulados por el estado para todos los trabajadores. -Igualdad de derechos entre el… Leer más »
En España, a pesar de la ideologización a que han dado lugar el secularismo y el nihilismo y lo políticamente correcto imperantes, sigue siendo no poco desestimable el número de personas que rondan los 60 años, de ahí para arriba, que igual no tienen muchos estudios, muchas lecturas, pero que al haberse ganado la vida de una humilde y modesta manera (obreros, jornaleros, personal asalariado en muy diversos oficios…), al menos conocieron por propia experiencia que durante el régimen de Franco había más trabajo, dignidad y justicia social que en esta fraudulenta democracia.
Saludos, buenas tardes.
La nueva ley, que estoy seguro nos van a imponer rápidamente,debería llamarse
LEY DE MEMORIA HISTÉRICA SELECTIVA Y DE IZQUIERDAS.
Podrá ser ley -el papel lo aguanta todo-, y 350 imbéciles, también, PERO NUNCA DERECHO.
Excelente pieza irónica de nuestro apreciado maestro D. Armando Robles.
Para recordar y, sobre todo, difundir .
por mucho que hagan, no nos van a convencer. están en marcha las checas de largo caballero, las de Indalecio prieto, las de negrin, etc etc. menos mal que el marques de paracuellos ya ha fallecido(afortunadamente), sino eran capaces de montarnos otro parecido. pero tranquilo, pedro, hasta puede suceder que tu seas el próximo inquilino de alguna checa, todo llegará, yo confio mucho en jesus de Nazaret. ten cuidado pedro, mira lo que está pasando a tu alrededor: hungria, polonia Eslovenia, Eslovaquia, etc etc y ahora “ya” Italia. cuando llegue a España la verdad y la sociedad despierte tu pedro… Leer más »
Tiene mucha razón. Pero tiempos pasados, ya sabemos, fueron mejores.
El General Don Francisco Franco diría: “haga como yo, no se meta en política”; pues eso, hagamos España otra vez, en la medida de nuestras fuerzas.
Viva España, Viva el Rey.
VIVA ESPAÑA, SÍ, SIEMPRE, pero no puedo adherirme a su “Viva el Rey”.
Este Rey no me representa. Y su padre, todavía menos.
Cuando a los niños les ocultamos por razones obvias temas como la sexualidad, por ejemplo, la respuesta natural es un incremento de la curiosidad del mismo por dicho tema. Creo y espero que esta manera de tratarnos como si fuéramos niños a los que hay que prohibir el acceso a temas incómodos de abordar por nuestros “tutores”, creará un efecto contrario entre la población. Al menos en una parte de los más jóvenes que hayan podido mantenerse un poco a salvo de la degeneración y el adoctrinamiento escolar. Que analicen el antes, el durante y el después del Franquismo. Que… Leer más »
pues estaría bien tener muchas cosas de la época de Francisco Franco,no sería todo oro ni perfecto,quedarse con lo mejor,el bien para los españoles, el mundo está gobernado por gentuza y poderes sin escrúpulos
En Francia existe una ley que prohíbe hablar bien de Napoleón. Es por esto que existe un monumento con su tumba incluida ya destruida. Es mas todas las desgracias de Francia , incluida la ocupación nazi, son culpa de Napoleón.Suena a chiste¿verdad?.
Pues bien aquí ocurre esto. Algún listillo dirá…No compare a Franco con Napoleón. Pues si , yo si lo hago. ES HISTORIA.
No conozco yo esa ley a la que usted alude que en Francia esté prohibido hablar bien de Napoleón, ¿ Me querría indicar usted cuál es , nombre de la ley o número de la ley? Al contrario Napoleón en Francia 200 años después es un héroe nacional. Aquí en España, en Alemania , Italia etc en unas centurias más algunos estadista también serán héroes nacionales. Es cuestión de tiempo . Adolf H . Decía….los jueces de este estado pueden condenarnos tranquilamente, más la historia que es hija de una verdad superior, vendrá para absolvernos a todos nosotros de culpa… Leer más »
Creo que no se me ha entendido.Estimados contertulios.Naturalmente que Napoleón es un héroe de Francia.Solo trataba al igual del genial articulo que hemos leído hacer la comparación critica ficticia. La tumba del Emperador es visitada y reverenciada por muchos franceses y aunque en España sus tropas cometieron desmanes y atrocidades ,eso no quita su lugar en la Historia.¿Se imaginan un Gobierno francés intentando hacer con Napoleón lo que están haciendo estos impresentables con el Generalísimo?Lo dicho.
El régimen de Franco, a pesar de todo lo bueno que trajo tiene una mala imagen por ser gente uniformada. A partir del mayo del 68 francés y sobre todo los hippys, el movimiento pop, la guerra de Vietnam y todo lo demás, los militares pasaron a tener muy mala imagen frente a los jóvenes desgreñados y vestidos de manera informal. Y hoy en día esa mala imagen de los uniformados se mantiene
Prefiero un millón de veces una persona uniformada y disciplinada a una caterva de mareas caóticas, bipedas ,desgreñadas , indisciplinadas y malolientes.
Y yo
un Artículo de reflexión en clave efectiva para los tiempos que corren, en general las tomaduras de pelo que está sometida la población con las televisiones no gusta a las gentes, cualquiera que desee saber la verdad de los hechos sin duda el escrito es un ejercicio que invita a ello. La TV no debería ser el legitimador de las mentiras de los tramperos.
Jose Antonio!!!…presente!!!
Arriba España!!!
El PSOE, grupos de extrema izquierda…y CIUDADANOS están en el ajo.
Que hagan las leyes que deseen, que yo cumpliré las que quiera.