Ahora son las manos ¿hasta cuándo nos van a considerar idiotas?
José Manuel Otero Lastres.- En el ABC de hoy se publican varias fotografías de las manos de Pedro Sánchez, al parecer difundidas por La Moncloa, que se utilizan, según el faldón de la noticia, para demostrar la determinación del nuevo presidente del Gobierno. Seguramente, sus asesores de imagen no han consultado el diccionario de la RAE y, por eso, no saben que “determinación” puede significar “osadía” y “atrevimiento”.
Y en esto, estoy de acuerdo, el señor Sánchez es un osado, un atrevido, al haberse convertido en presidente del gobierno de España pensando solo en el glamour cortoplacista del acceso a la Moncloa, pero olvidándose de que hay que gobernar y, sobre todo, que ha llegado el momento de “pagar las facturas”.
Lo de gobernar está siendo como se esperaba. Había que sacar urgentemente al PP del gobierno dado el insufrible dolor que padecía el pueblo con al reforma laboral, la ley “mordaza” y la insoportable política de recortes. Pero todo parece indicar que Pedro Sánchez ha optado por temas mucho más trascendentes y urgentes como el traslado de los restos de Franco y la ley de eutanasia.
Y ¿los acreedores? Pues lo que todos pensábamos, que ya están a la cola tratando de cobrar lo suyo. Empezó Urkullu en nombre del PNV: acercamiento de presos de ETA, 37 transferencias más y, entre ellas, con ese lenguaje críptico que tan bien manejan los nacionalistas vascos, la caja de la Seguridad Social. Eso fue lo que prometió Sánchez. Pero ¿qué les dará? Esperemos que no se atreva a lo que ningún gobierno de España se prestó a hacer ni siquiera en los peores años de plomo del terrorismo etarra: romper la caja única de la Seguridad Social. Torra tampoco ha tardado en reclamar lo suyo: otro referéndum pactado y recuperar ciertas leyes autonómicas declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional.
Ahora ya sabemos por qué razón, excepto Ciudadanos, a los demás partidos no les gusta el PP. Porque es un partido que, con sus defectos, pone el interés de España por encima de todos. Y claro, en este “rebumbio” de cada uno a por lo suyo, es preferible la capacidad de cesión (eso sí previo el debido diálogo) del PSOE para mantenerse a toda costa en el poder que el rigor y la sensatez del PP.
Y ¿las manos? Puede que los asesores de marketing hubiesen pensado que convenía sacar las manos del telepredicador para transmitir determinación entendida esta palabra en el sentido de firmeza. Pero ¿por qué no pensar que es una premonición involuntaria de lo que va a ser la política de Sánchez: dar a manos llenas para conservar el poder aunque arruine a España? El tiempo lo dirá.
Hemos estado tanto tiempo sin un presidente de verdad, que a la que uno que llega de rebote, y hace cuatro cosas parece que ha dado vuelta al país.
Señores, de eso se trata la política… De ser valiente y tomar decisiones. Por fin entra un poco de luz donde sólo había oscuridad y telarañas…
Pues más se acerca ese tipo de noticias a los flirteos de la prensa rosa que a la seriedad.