Inseguridad funeraria
Hace muchas noches que no duermo bien. Estoy inquieto y escarbo en la arena, a la vez que miro mal a lo que se mueve. Me siento acorralado. A punto estoy de tirar viajes y derrotes a uno y otro lado y echo humo por los ollares. Sencillamente, me asiento mal sobre el terreno y desconfío de todos los que se acercan con aspecto de zurdos contrariados y es que me come la inseguridad funeraria, sí una inseguridad nueva que nunca había sentido. La que afecta a la paz de los muertos.
He llegado a esta conclusión tras una campaña de meses a la que se vienen sometiendo a Francisco Franco Bahamonde, fallecido en octubre de 1975, y desde este gobierno provisional, malapoyado por separatistas, comunistas, arribistas, masones (o masón), anarquistas y otras hierbas aromáticas qué, en lugar de convocar elecciones que es para lo que está y para lo único que sirve -nos ha engañado a todos- hace fiesta de ratón pura sangre –hay que valer- entre abucheos, posturicas ridículas y diciendo memeces de avío en boca de ministros y ministras que para qué. Y desea firmar su estúpida y ridícula trayectoria con un gesto de resentimiento, odio y mal perder que por más que vista de seda el Tezano las encuestas del CIS, va a cosechar lo que yo le diga en cuestión de votos, y además que sí.
Y me digo:
1-Si Franco ganó una guerra de calle en 986 días, contra un régimen bolchevique, a lo diecisiete, traído en un golpe de estado contra la monarquía votada mayoritariamente en unas municipales en 1931.
2-Si se enfrentó al comunismo internacional y al socialismo izquierdoso y lo derrotó incuestionablemente, habiendo partido de la nada.
3-Si el comunismo vestido de republicano, desde 1931 había puesto toda la carne en el asador, sobre todo la carne de los curas y las monjas en número de ocho mil, la de la gente normal por decenas de miles, como en Paracuellos -que a Carrillo le dolían los calcaños de tanto matar- en las chekas y en los amaneceres rojos de la Casa de Campo, que era el imperio del desmadre asesino.
4-Si no contento con esto el régimen bolchevique quemaba hasta veinte mil templos y monasterios cristianos, profanaba tumbas e imágenes, y se trajo a sesenta mil brigadistas comunistas preparados al efecto, bajo la bandera roja de la hoz y el martillo para empujar, que no la republicana tricolor.
5- En fin… si hacen eso con ese hombre que, tras heredar el hambre, los piojos, el expolio y la destrucción republicana y los maquis, y cuyos responsables aún se llevaron a México en el Vita lo que quedaba en los montes de Piedad, ya en atraco privado, para regalarse una vida que para qué, y pese a todo a su muerte en 1975 dejar a España en el nº 9 del ranking mundial de economías, digo:
¿Qué no harán con los pobres contribuyentes que no pintamos nada?
Y no duermo. Les veo localizando mis restos miserables y haciendo con ellos mangas y capirotes… los veo esparcidos por la calle, mi calavera rodando por ahí… y me despierto a media noche asustado y mojando las sábanas y lloro desconsoladamente. Me quedaba eso, me digo, mi última morada y me la expropian a su capricho, y sólo porque no les salen las cuentas por más que cambian los factores arteramente y siempre les salen pérdidas y más pérdidas. No consiguen ganar una sola batalla, por birria que sea y la pagan con los pobres porque sabemos la verdad.
Pues bien, pese a que la Constitución del 78, que tengo en la mesilla cargada y amartillada por si vienen a por mí -como gustaban hacer en la idílica república virgiliana- y que en su artículo 33.1 reconoce la propiedad privada inviolable salvo causa justificada de utilidad pública o interés social y mediante un procedimiento de Expropiación forzosa que establezca la correspondiente indemnización o justiprecio.
Sí, muy bien… pero el vicio de asaltar enterramientos que se traen estas gentes desde siempre, el estigma de la profanación de tumbas grabado en su ADN, que se adivina en su sonrisa a la vista de restos y restillos, me preocupa, no me permite sosegar, me da inseguridad funeraria y espero a la luz de la mañana para tomar aliento.
Si la nación voto mayoritariamente por la monarquía en el 31, ¿como es que Franco no permitió el regreso ni de Alfonso ni de Juan? ¿acaso fue traidor al deseo de los españoles?, ¿no fue esa la excusa para montar el “alzamiento”?, los argumentos sin lógica no van mas allá de un papel.
De todas formas sosegate, como diría un porteño, puedes dormir mas tranquilo que en Julio del 36.
Alfonso abandonó POR MIEDO(res derelictae, se llama eso) y Juan creía que tenía derecho dinástico así, gratuitamente ¿originado en el abandono de su padre?. FRANCO HIZO LO MEJOR PARA ESPAÑA A CRITERIO DEL VENCEDOR no de los comunistas, claro, nunca de un traidor a nada. Aquella monarquía no funcionaba bien, por eso derivó en una república que se autoproclamaba por sí sola ilegítimamante. Eso de dormir tranquilo cuando hacen lo de siempre como si nada, no es fácil ni para un porteño y menos para un español.