El papa vincula el asesinato de 55.000 judíos en Lituania con los partidos europeos que se oponen pacíficamente a la inmigración
De nuevo el ritual, el tono circunspecto al que obligaba la ocasión. Ayer Auschwitch y hoy Vilnius. Del asesinato cada año de cientos de cristianos, ni una palabra.
Se sabe que el papa argentino tiene una gran debilidad por sus “hermanos mayores” y lo demuestra cada vez que tiene ocasión. La jerarquía católica teatraliza muy bien esas filias. Sólo hay que observar la repercusión planetaria que tuvo la visita del sumo pontífice al campo polaco de Auschwitch. Allí le faltó sin embargo sincerarse, mientras avanzaba lentamente, con un enjambre de servidores y signatarios a su retaguardia. Todos en silencio, mientras Francisco surcaba el camino asfaltado, que orillan las mimosas y los lirios que brotan en este “símbolo del horror nazi”. O al menos eso dicen. En silencio, teatralmente en silencio, el papa argentino se detuvo y se llevó la mano al pecho con un aire involuntariamente dramático. Dicen que hay en el lugar centenares de miles de dramas que aún exigen justicia; dramas que pese a transcurrir 80 años siguen acechando, como extraños mensajeros, a diferencia de otros dramas de la historia, que han sido infamemente ignorados y olvidados. Por lo demás, todo marchó según el preparado ritual. Sabía Francisco que los amos del mundo observaban complacidos su andar quedo, con la túnica ceñida y un decadente gesto cuando parece que entra en oración: “¿Por qué, Señor, tanta crueldad?”. Las cámaras le acompañaban a cada paso y no sabemos si una mano le palparía o no el corazón, recobrada o no la conciencia, después de tanta parafernalia. Éstas deberían haber sido entonces sus palabras. Las palabras del vicario de Dios:
“Por qué, Señor, por qué hemos ignorado las trágicas muertes de esos 45 millones de civiles que no dispusieron de ningún rol en el conflicto que hoy exaltamos? ¿Por qué los halagos y elogios que alcanza esta visita a Auschwitz no habrían sido tales si mis oraciones alcanzaran también a las víctimas inocentes de Dresde, a las millones de niñas, mujeres y ancianas alemanas que fueron violadas y atormentadas por soldados del ejército rojo? ¿Por qué muchos historiadores y pensadores, incluídos no pocos pastores de mi grey, han sido y son perseguidos, encarcelados y denigrados públicamente por oponer resistencia a la verdad que nos fue dada sobre este campo que hoy recorro? ¿Por qué se solemnizan determinados hechos y en cambio se relativizan todos los demás? ¿Por qué los historiadores revisionistas son perseguidos en la medida que no lo son los que niegan la divinidad de tu hijo Jesús? ¿Por qué no encuentro palabras, que no sean fútiles, para recordar a tantos y tantos cristianos como son torturados y asesinados cada año allí donde impera la religión que las circunstancias políticas me obligan a calificar de pacífica? ¿Por qué la Iglesia ha perdido su instinto y su sustancia nutriente en nombre de esa modernidad que alabamos y bendecimos? ¿Por qué no me sería nunca admitida ninguna frase conmiserativa para esa población blanca sin la que esta religión que represento estaría reducida a sólo unas miles de personas? ¿Por qué abjuro del recuerdo de mis antepasados con idéntica lenidad a la de Pedro cuando te negó tres veces? ¿Por qué carezco del valor necesario para proclamar que la solidaridad no puede ser un cheque en blanco en manos de quienes pretenden aniquilar a los nuestros? ¿Por qué la Iglesia que yo represento está siendo cómplice de los proyectos eugenésicos contra la raza de nuestros evangelizadores y santos? ¿Por qué la sujeción a la corrección política me impidió amonestar, en los términos igual de severos que utilicé contra Donald Trump, a la candidata que pretendía alcanzar la más alta magistratura de Estados Unidos a lomos de la industria de armamentos y de los multimillonarios fondos de Planned Parenthood? ¿Por qué no soy capaz de escenificar gestos como el de hoy en los centros de poder y de decisión donde se proyectan conflictos, destrucciones y muertes, para solaz económico y control de unos pocos? ¿Por qué no condeno con el mismo énfasis a los promotores del mayor genocidio moral y demográfico que haya conocido Occidente? ¿Por qué me siento obligado a abrazar al tirano que, en países muy cercanos al mío, ha allanado el camino al hambre y la desesperación? ¿Por qué no tengo el valor de reconvenir a los que esclavizan a sus mujeres, mutilan a sus hijas, rebañan el cuello a mis amados sodomitas y pueblan de mezquitas radicales nuestros paisajes europeos? ¿Por qué permití que se profanara la catedral de Buenos Aires y se humillara a los católicos que rezaban dentro? ¿Por qué permitimos que las leyes que son impuestas por la élite mundial encuentren muy poca o casi nula oposición concertada de los obispos y de los fieles católicos, conmigo a la cabeza? ¿Por qué yo y mis predecesores hemos dejado que lo políticamente correcto haya infectado las filas de la jerarquía y de todos los bautizados? ¿Y por qué si alguien se destaca por ser categórico, se le tilda de ser un fariseo que sigue la letra de la ley, o de un proselitista que no respeta las opiniones de los otros, o de un intolerante que levanta muros y dinamita puentes? ¿Por qué permito que el rebaño que pastoreo esté siendo conducido a las fauces del lobo? ¿Por qué mi vanidad me lleva a sentirme complacido por la lluvia de incienso, proveniente de los enemigos de nuestra fe, en vez de desconfiar de tales halagos? ¿De qué nos ha servido la muerte de tantos mártires cuando los pocos vocacionales que hoy nos quedan están siendo engullidos por el león que nosotros mismos hemos alimentado? ¿Por qué, Señor, por qué?”.
“Detectar a tiempo cualquier rebrote de esta perniciosa actitud”
El papa Francisco ha recordado este domingo que «hace 75 años, Lituania presenciaba la destrucción definitiva del gueto de Vilnius. Fue el 23 de septiembre de 1943. Según la versión oficial, de las 57.000 personas encerradas por los alemanes en el gueto, sobrevivieron solo dos mil.
Al término de una misa con más de cien mil personas en Kaunas, la segunda ciudad de Lituania, Francisco ha urgido a «detectar a tiempo cualquier rebrote de esta perniciosa actitud, cualquier aire que enrarezca el corazón de las generaciones que no vivieron aquello, y que pueden dejarse llevar por esos cantos de sirena».
Sin mencionar explícitamente ninguno de los seis o siete países con formaciones políticas que se oponen al cambio demográfico, el Papa ha salido al paso del «afán de primacía» y ha recordado los tristes casos en que «un pueblo se cree superior, con más derechos adquiridos, con más privilegios por preservar o conquistar».
El antídoto que Jesús propone «cuando aparece esa pulsión en nuestro corazón o en el latir de una sociedad» es, según Francisco, «hacerse el último de todos y el servidor de todos, allí donde nadie quiere ir, al encuentro con los últimos, con los descartados».
En los países europeos, esto significa «la atención delicada a los excluidos, a las minorías, para que alejemos de nuestros ambientes y de nuestras culturas la posibilidad de aniquilar al otro, de marginar, de seguir descartando a quien nos molesta y amenaza nuestra comodidad».
En la misa multitudinaria al aire libre, el Papa ha recordado los años trágicos de las sucesivas ocupaciones nazi y soviética, recordando que «Lituania entera puede testimonia con un escalofrío ante la sola mención de Siberia, o los guetos de Vilnius y Kaunas».
Alternando las miradas al pasado y al presente, Francisco ha advertido que «el afán de poder y de gloria constituye el modo más común de comportarse de quienes no terminan de sanar la memoria de su historia y, quizá por eso mismo, tampoco aceptan esforzarse en el trabajo del presente».
El programa del papa incluye, por la tarde, la visita al Museo de la Ocupación, el siniestro edificio que fue jefatura de la Gestapo y después del KGB, y el Monumento a las Víctimas del gueto.
Teniendo en cuenta que existen serias dudas (eufemismo) sobre el asunto del holocausto, no me extrañaría nada que este otro asunto de Lituania siguiese las mismas pautas que el anterior.
Las palabras de este pescadero me entran por un oído y me salen por el otro, sin solución de continuidad.
Va de retro satanas!!!
Todo lo que pueda hacer o decir esa SERPIENTE SATÁNICA JESUÍTICA que ocupa ilegítimamente el Trono de San Pedro, es pura basura. Primeramente: Lo de Auschwitz es todo un formidable MITO, la mejor y más grande MENTIRA en toda la Historia de la Humanidad al igual que todo el HOLOCUENTO; y segundamente: Lo de Lituania es otra FARSA con tintes ultrapublicitarios y espectaculares, muy del estilo y del gusto de esa CORROSIVA ETNIA MULTIMILLONARIA, CIRCUNCISA, NARIGONA Y MAESTRA DE LA MENTIRA de Cercano Oriente . . . .
Paquito el herej no conoce la cita bíblica que dice que la verdad os hará libres
al papa tanbien le gusta el plan kalergi
De hecho ganó el Premio Kalergi 2016.
Muy bien, D. Francisco, pero que muy bien. El gran triunfo de Satanás fue convencer a la Humanidad de que no existe. Y usted, secundando esa afirmación.
Perdón, quiero decir convencer a la Humanidad de que Dios no existe.
El Mundo Cristiano Occidental necesita otro Pontífice cuanto antes que sea más culto más Cristiano de Verdad y pues este además es un cero en Historia y se la inventa según se le ocurre y así no hay ningún Progreso.
Esta es una Iglesia que no es la de Cristo. Es una iglesia “amarilla” al servicio de los poderes de este mundo. El papa calla cuando tiene que hablar, causando grave escándalo y confusión. Y le falta tiempo para alabar a sus amos.
¡Qué desvergúenza la de Bergoglio! ¿Cuántos clérigos católicos colaboraron con el nazismo? Josef Tiso clérigo católico presidente Eslovaquia, estado títere del III Reich.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jozef_Tiso
El propio Pío XII.
Bergoglio miembro de la secta jesuita pasada a la la masonería y el personaje, que causará un grave cisma en la iglesia católica. No eres inocente de la parte que te corresponda del holocausto.
Qué curioso y de todas las mujeres violadas en Alemania por los invasores musulmanes ni una palabra de todas las guerras de inversión inventadas para robar petróleo y gas natural ni una palabra la definición prostituta religiosa o Babilonia la Grande le queda perfecta sirviendo al mejor postor como siempre en América la jerarquía católica siempre se vendió a los regímenes más brutales sadicos despiadados y genocidas
Otro al servicio de Soros.
No entiendo como éste papá es tan querido por millones de personas!!!no ven que es un comunista????
Pensar que San Francisco de Asís fue a Egipto a ver al Sultán y le preguntó porqué los musulmanes castigaban tanto e invadían países cristianos.
…..Y algo así también dijo Benedicto XVI antes de que lo echen.
Antipapa protegido por Satanas, lobo disfrazado que no protege y solo le preocupan judios y musulmanes…a ver si su amo lo manda a llamar pronto ante su presencia, antes de que destruya a la Iglesia.
Oiga, don Jorge, ¿usted es católico?
Y a este no le hacen una evaluación psiquiátrica?
Los jesuitas son el mismo demonio, fueron los mayores traficantes y dueños de esclavos africanos en el nuevo mundo además de los mercaderes judios..
Papafrita de mierda
Este Impostor Montonero,comunista recalcitrante,fariseo consumado,es una mala persona; de eso ya caben escasas dudas.Bastan los siguientes botones de muestra: Un elemento que conmina y exhorta a que todos los gobiernos acepten la invasión de hordas musulmanas en toda Europa sin importarle los graves sacrificios para los europeos cristianos que se ven obligados a sustentar a los parásitos y la delincuencia que comportan. Un “Pontífice” que se calla como un muerto ante los crímenes perpetrados contra cristianos en todos los países musulmanes. Un fullero charlatán cuyo nivel intelectual es inferior al de cualquier sacerdote con vocación, que cuando habla parece un… Leer más »
Un sinverguenza drogado de mate viene a culpabilizarnos de la muerte de 55.000 judìos a par que se caga de cobardìa ante el Gran Iman de Egipto, pudiéndolo todos nosotros ver besando e Corán de un pederasta, abusador de menores y negándose a denunciar el asesinato de miles de cristianos. ERES UN SINVERGÚENZA, TAN SINVERGÜENZA E HIPÓCRITA COMO EL ARZOBISPO DE TÁNGER.