El mayor problema mundial
El mayor problema mundial se resume en una sola palabra: DESCRISTIANIZACIÓN. Cuando la soberbia del hombre le hace sentirse Dios en sí mismno, cae en un antropocentrismo exclavizante en su ruta opuesta al plan divino y en la soledad anímina de su libertinaje. Falsea y atenta contra el orden que ha de regir la moral y la familia, en la patria, en la justicia de derecho natural y divino-positivo, ocasionando la desestructuración de la sociedad, en sus relaciones normales de fraternidad cristiana y religiosidad trascendente, al fin último de la bienaventuranza. Si cada humano conociese la doctrina revelada por nuestro Señor y siguiera su ejemplo, el orden observado en cada ocasión personal e intransferible, sería el de una paz y confianza universal unidos en el amor y bajo la paternidad del único Dios.
Las envidias careerían de sentido al asumir cada quien el puesto que su vocación y dotes de talento innatos le adornasen. Al carecer de envidia (el peor pecado capital) no habría soberbia agresora e irracional, usurpadora del puesto que no le pertenecen y viviendo para gloria de Dios y obediente a sus leyes, el mundo sería un paraíso con las solas limitaciones del dolor y la muerte, como salpicaduras ineludibles del pecado original, pero aún así, estaríamos en la antesala de la gloria eterna.
Tomar conciencia de esta doctrina luminosa, irrebatible y de verdad eterna con su moral y medios sacramentales que nos fortalecen, nos descubre la maravilla de la vida en los planes del buen Dios, Padre de todos y de todo lo creado; es el único camino de Verdad y de Vida. Las consecuencias de ignorar y rechazar este modelo de sabiduría y santidad, no puede atraer otras consecuencias que la destrucción de lo creado y la infelicidad del ateísmo. Por eso “el principio de toda sabiduría es el santo temor a Dios”. Cuando la humanidad se materializa, se ensoberbece hasta el punto de creer que con su tecnología, decretos y antidecretos, proliferación de politicastros, que ni aman a Dios, ni a la patria ni a la justicia, peleas cotidianas por el “quítate tu para ponerme yo”, acaba creyendo que este mundo es el paraíso único y definitivo del que aprovecharse y acaba en la ley de la selva. Así, llamará al amor, “sexo”; a las leyes contranatura, “derechos” y a la corrupción degenerativa de cuerpos y de almas, “libertad”, falsificando conceptos para significar lo contrario de su objetivo significado.
Es obligación de primera urgencia volver al camino de la ley divina porque su aborrecimiento va a traer al mundo ese castigo divino anunciado en las sagradas escrituras (Mateo 24, II carta de Pedro; Apocalipsis 20…) y que tantos avisos del cielo en los últimos tiempos venimos recibiendo por boca de la Santísima Virgen, Madre abogada e intercesora nuestra, hasta con lágrimas de sangre demostrada. Muy poco caso ha hecho de ello el Vaticano y el castigo será sorpresivo y ya no lejano, por lo que Juan XXIII dijo al leer el tercer secreto de Fátima: “No quiero ser profeta de desgracias” y sigue sin ser revelado enteramente. El que no entiende esto, en vez de arreglar el tejado que se le está cayendo, se dedica a arreglar el trastero donde mete la fregona y las escobas.
Un ruego para todos: pongan por dentro, en las puertas de sus casas, la estampa de la Santa Faz; será un escudo protector contra la catástrofe próxima mundial anunciada repetidamente y selectiva para el camino de la purificación mundial. “Dichosos quienes creamos en todo lo revelado y anunciado. Pero el que persevere hasta el final, se salvará” (Mateo 24).
*Párroco de Villamuñio (León)
Siempre la soberbia ha sido el principal pecado capital, porque trae los otros o nos arrastra hacia ellos, pero eso da lo mismo cuando la sociedad se ha descristianizado y ha caído en manos del diablo.
¡Cuánta razón!
Rvdo . Pater.
Cuando era niño mi maestro nos dijo unas palabras que no he olvidado, quien muriese llevando el escapulario de la Virgen Maria se salvará . Ya lo tengo, de la Virgen del Carmen que es mi patrona, en el.cajon de mi mesilla de noche, debido a mi edad avanzada, cualquier día me lo pondré para siempre.
Así es. EL CONSUMISMO Y EL HEDONISMO son los nuevos “dioses” de los paganos, o no creyentes. Tanto tienes, tanto vales, es decir tu “valor” va en función de tu capacidad de gasto, de consumo. Y el hedonismo total y desaforado. Estoy cansado de oír a los padres decir que “mis hijos tienen DERECHO a ser felicites”, “quiero que sean felices”, etc., para lo cual se les malcría y da todo lo que quieren, haciéndoles unos perfectos INFELICES, pues llegará el día en que no podrás darles todo lo que te pidan. Además en la vida todo hay que conseguirlo… Leer más »
Mon cher ami, estás olvidando al “Marqués de Galapagar” y que decir del “Marqués del Barrio de Salamanca” de donde sacarán tanto dinero.
Que pensarán de ellos los votantes de PODEMOS, si es que los podemitas piensan.