Carlos Arturo Calderón Muñoz.- Me he enterado, por múltiples medios, de la detención de la que fue víctima. Le escribo para expresar mi solidaridad para con su situación. No sé que tan grave es su actual realidad jurídica, pero le envío mis mejores deseos y apoyo moral.

La siguiente es una recomendación proveniente de la paranoia de alguien que vive en el tercer mundo, pero la considero oportuna: si su integridad física se ve comprometida no vaya a intentar ser un cruzado; es mejor que se repliegue a un sitio seguro y continúe con su valiosa labor informativa, con esta influye positivamente en el futuro de España.

Acá matan periodistas y líderes sociales porque sí y porque no y la verdad a nadie le importa.

Desgraciadamente, en el estado de indiferencia de la sociedad española actual, ante un evento similar la respuesta sería idéntica a la de estas tierras andinas. Una nota menor en el diario y que venga la siguiente novela. Por lo anterior, insisto con mi petición de que no vaya a exponerse innecesariamente. Debe seguir con su trabajo informativo por el mayor tiempo que le sea posible.

Su merced es un hombre comprometido con España, sé que por amor a ella no le importaría morir, pero en este momento le es más útil a la Madre Patria manteniéndose con vida y continuando con su oficio periodístico.

Espero que su ánimo se encuentre vigoroso, reitero mis mejores deseos para con vuestra merced.