“Rutas suicidas”: un instrumento letal para destruir a nuestro pueblo
Es normal que los jóvenes se diviertan. Jóvenes que por el simple hecho de serlo mantienen un pulso con la vida buscando modelos y ejemplos en los que basar su personalidad. Jóvenes que a pesar de haber abandonado la niñez siguen aprendiendo por medio de la imitación, porque no han tenido la ocasión todavía de aprender de las experiencias propias y buscan la imitación de las conductas de los que suponen han vivido más que ellos.
Estos términos que en España siempre se contemplaron como algo natural, sufrieron una grave transformación con la llegada de los socialistas al poder. Transformación anunciada con bombo y platillo por el ínclito Alfonso Guerra, cuando ejercía en el Parlamento el mismo papel, eso sí, mucho más coherente y con más enjundia, que hoy desempeñan Pedro Sánchez o Pablo Iglesias. Decía Guerra por aquel entonces: “Cuando los socialistas lleguemos al poder, a España no la va a conocer ni la madre que la parió.
Este socialista que hoy en la “reserva” se muestra tan “moderado”, era por aquel entonces más hiriente incluso que el Rufián de nuestros días. Vestía por aquel entonces una andrajosa chaqueta de pana. Nada que ver con sus actuales trajes de Armani y sus gafas de marca. Conocía como nadie la “hoja de ruta” meticulosamente diseñada por la Internacional Socialista, en la que se contemplaba por ejemplo, entre otras muchas cosas, la disolución de La Legión y de la Guardia Civil. El objetivo el mismo: tomarse la revancha en tiempo de paz, por haber sido derrotados en una Guerra Civil que los socialistas iniciaron y perdieron. Para ello, había que destruir la España que heredaron de Franco, ya que su artífice era una figura emblemática en la lucha contra el socialismo y la masonería.
No hay que olvidar que España fue el único país que venció al socialismo en Europa, y, para vergüenza de esos regímenes criminales y sus dirigentes, nuestro país alcanzó con Franco el noveno puesto industrial en el mundo, mientras la Alemania del Este, la extinta URSS y sus países satélites, todos bajo la bota del socialismo y hasta la caída del muro, vivieron sumidos en la represión, el hambre y la miseria.
Pero, ¿qué le sucedió al PSOE cuando ganó las elecciones en 1982? Pues que una cosa era predicar y otra dar trigo. Fue tocar moqueta y poder, y de inmediato bajaron el volumen de su discurso. Se encontraron las arcas del Tesoro a rebosar y miles de empresas productivas, y optaron por llevar a cabo su plan pero de manera más sutil y habilidosa. Lo primero de todo fue ciscarse en su programa electoral. A continuación, crear 800.000 puestos de funcionarios para colocar a los suyos y crear una red clientelar que los perpetuase en el poder. Ya tenían en sus manos la llave del Tesoro Nacional, la de RTVE, y la de los Centros Educativos rigurosamente controlados por sus adláteres.
Con una mayoría absoluta en el Parlamento podían iniciar ese ansiado adoctrinamiento del que hoy estamos recogiendo sus frutos. Evidentemente, y después de la farsa puesta en escena el 23-F de 1981 de la que fueron parte sustancial, no se olvidaron de algo tan importante como controlar las cúpulas del Ejército, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional a base de sustanciosas partidas presupuestarias y jabón, mucho jabón. Instituciones éstas que, por aquel entonces, estaban siendo objetivo del comunismo criminal, terrorista y sanguinario, y que a sus víctimas las enterraban a la hora de la siesta para no crispar los ánimos de los disidentes. Y, por último, como hemos podido comprobar más tarde, dentro de la estrategia socialista estaba también contentar a los independentistas “moderados” con concesiones a porrillo para mantenerlos callados. Poco les importaba entonces ser cooperadores necesarios de los que podían llevarnos sin ninguna duda hasta el capítulo doloroso del que hoy nos lamentamos.
Llegados a este punto y sin oposición en el Parlamento, el adoctrinamiento de los jóvenes era objetivo prioritario para destruir la España que habíamos heredado del régimen de Franco. Se trataba de conseguir un cambio de conciencia colectiva que pudiese inocular el odio contra todo lo que España significaba y había representado a lo largo de su historia.
Era cuestión de preparar el terreno para lo que vendría después, y que por desgracia hoy tenemos oportunidad de comprobar. Para ello, era necesario debilitar depauperar y desvitalizar a nuestro pueblo.
De ahí que la despenalización del consumo de sustancias estupefacientes y la puesta en marcha de las llamadas “rutas del bakalao”, marcaban un antes y después en la conducta de nuestros jóvenes. “Rutas suicidas” utilizadas como instrumento letal para anestesiar, distraer, y finalmente destruir la mente de las nuevas generaciones.
Cuando los jóvenes son autodidactas a la fuerza; cuando han perdido la noción de la disciplina y el esfuerzo porque todo les viene dado por esa misma condición de jóvenes; cuando no se les explica que a la persona hay que rellenarla de valores morales diferentes de la mentalidad de consumo y placer; cuando los padres pasan a ser una reliquia sin fuerza moral con la que imponerse a una juventud adoctrinada en todo tipo de derechos sin ninguna obligación; cuando la educación como norma suprema de la conducta social se olvida y encontramos a jóvenes apenas niños borrachos y drogados, entonces, nos damos cuenta que hemos perdido el norte. A partir de aquí, los jóvenes, que piensan que esa carrera salvaje nunca acabará, y nosotros, que nos hemos visto arrastrados hasta perder el papel rector de adultos, nos encontramos con el resultado de esas “rutas suicidas” en forma de una agresividad manifiesta en los hogares, en los centros escolares, en establecimientos sanitarios, contra la Policía, etc. Cientos de jóvenes encuentran la muerte en la carretera por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas; en el transcurso de reyertas y enfrentamientos con exhibición de armas blancas y de fuego, o con jeringuillas clavadas en el brazo en cualquier rincón de un parque.
Es muy penoso ver a familias destrozadas por la muerte de un hijo, pero, ¿quiénes son los verdaderos responsables? ¿Se preocupó alguien de explicarle que ese no era el camino, que había otros alternativos? La repetición de estos acontecimientos que hoy forman parte del paisaje urbano, pone de manifiesto que las “rutas suicidas” de alcohol, promiscuidad sexual, música estridente, y drogas, han dado su fruto, y, lo que me parece todavía más triste y penoso, la nula capacidad de reacción de nuestro pueblo ante este siniestro panorama.
La corrupción, la cobardía y el complejo, de quienes muchos españoles pensaban que defendían sus intereses, ha sido decisiva para que los enemigos históricos de España estén hoy en el Gobierno. Por lo tanto, tenemos que reconocer, mal que nos pese, que los enemigos históricos de España y de nuestra civilización cristiana y occidental, de momento, han logrado su objetivo.
En 1982, España crecía al 2%, el PIB era de 200.000 millones (600.000 en 1993), la inflación del 20% y 800.000 parados. Había sectores que se mantenían a través de costosas ayudas estatales: siderometalurgia, pesca y naviera. Decenas de bancos cerraron ntre 1975 y 1982.
Son como documentos históricos, ponen perfectamente sobre el papel la descripción de la realidad y sirven para la eternidad porque no dicen más que verdad. Estoy de acuerdo al cien por cien con cada palabra. Si le viese al autor con el uniforme de teniente general, entonces sería como miel sobre hojuelas.
Estimado señor Román, suscribo su reflexión al 100%, pero me pregunto… por recta y seria que sea la familia (no olvidemos, la primera que educa a la juventud de nuestro país, o al menos así debiera ser), ¿de qué nos sirve cuando en la escuela, incluso en las privadas, se les mandan mensajes contradictorios, al amparo de los planes educativos que la progresía nos implanta por imposición? Quitan, de facto, la patria potestad para ciertos temas (como el cambio de sexo documental, o el aborto adolescente), y de hecho amenazan con hacerlo legalmente a quien se oponga a puntos clave… Leer más »
Buen articulo, has hecho un barrido de conciencia. Solo espero q lo mismo q suoeramos esa etapa negra socialista, recuperemos la autonomia p educar a nuestros hijos.
Administrador: Qué educación podría usted darle a sus hijos si se presenta en este foro denigrando la lengua española.
Totalmente de acuerdo.
Muchas familias piensan que A SUS HIJOS ya les educarán en la escuela, pero en los centros formativos SE ENSEÑA, y eso en el mejor de los casos, pero LA EDUCACIÓN EN VALORES DEBE DARSE EN CASA.
Hay que estar con los hijos, hablar con ellos, dialogar, etc., sin imponer nuestra autoridad, pero de forma que ellos mismos se den cuenta de cual es la camino verdadero…
Exelente su artículo. Muy buen punto de vista. Gracias por explicar las cosas tan claras.