Contra el Estado profundo
Gonzalo Vigo.- El Régimen del 78 es irreformable; es decir, la élite político-empresarial (o Estado profundo) no va facilitar las reformas que conduzcan a nuestra Patria a un efectivo estado de derecho, a una efectiva separación de poderes, a una efectiva prensa independiente, etc.
Tanto sus responsabilidades penales y civiles, como el mantenimiento de sus instrumentos de enriquecimiento, hacen imposible que el Estado Profundo vaya a permitir el esclarecimiento de lo que realmente ha sido ETA, el esclarecimiento de lo que realmente ha sido el crimen/pacto de Los Galindos (y su actualización el crimen/pacto de Alcácer), el esclarecimiento de lo que realmente ha sido el envenenamiento por el aceite de colza, el esclarecimiento de lo que realmente ha sido el 11M, etc.
El absoluto control por el Estado Profundo de los medios públicos y privados necesarios para evolucionar desde el actual régimen a un régimen efectivamente democrático hacen virtualmente irreformable el Régimen del 78.
Supongo que primero tratarán de re-encauzar el pifostio causado por el fracaso de la teledirigida crisis secesionista catalana (el procedimiento para imponer la reforma confederal asimétrica), para dentro de unos años lograr ya la reforma confederal.
El futuro maremoto de la suspensión de pagos española, por sí mismo, no garantiza nada en ninguna dirección, ni a favor de la Nación Española ni en contra, ni a favor de una efectiva democracia ni en contra. Lo único que garantiza es una repentina y duradera expansión de la pobreza entre nuestros compatriotas de a pie.
La sociedad española, en la media de corrupción de las sociedades de tradición católica, no dispone de mecanismos de autorregeneración. Por el contrario padecemos la policía política más potente de toda Europa salvo Rusia: El CNI.
Está aburridamente comentada la creación del partido veterocomunista Podemos por el CNI a partir de Izquierda Anticapitalista, con su hiriente legalización en el 10º aniversario del 11M (el 11 de marzo de 2014, y colocando como líder de Podemos al hijo de un con casi total probabilidad colaborador de los servicios de información franquistas dentro del FRAP), partido al servicio de la reforma confederal asimétrica, al servicio de las cuotas de territorio y las cuotas de negocio de las Famiglias.
Está aburridamente comentada la infiltración del partido Ciudadanos por el CNI (igual que, por ejemplo, hizo la Inteligencia británica con el UKIP para la operación Brexit), eliminando a los fundadores de Ciudadanos para teledirigir este partido con los nuevos Albertos, partido al servicio de la reforma confederal asimétrica, al servicio de las cuotas de territorio y las cuotas de negocio de las Famiglias.
Está aburridamente comentada la creación (y depuración interna de afiliados molestos) del partido VOX por el CNI, cuya inicial primera utilidad era el afloramiento (y eliminación) de disidentes dentro del PP, para el PP al encubierto servicio de la 2ª Transición.
Están aburridamente comentadas las idas y venidas del teledirigido apoyo periodístico a estos tres nuevos partidos según las necesidades del momento político del Régimen del 78, como en su momento se comentó la coordinada campaña periodística para eliminar a UPyD.
Igual que ocurriera desde la muerte de Francisco Franco, seguimos viendo ahora mismo el reencauzamiento de los ciudadanos mediante la dosificada violencia teledirigida.
En la Transición con la teledirigida ETA, y salvajadas tipo Montejurra de mayo 1976, o la matanza de Atocha de enero 1977.
Después, con la operación de inteligencia GAL (cuya finalidad era facilitar la persistencia de ETA simulando que se luchaba contra ETA), con la operación “caso Almería”.
Ahora con la violencia mínima imprescindible, pero violencia: para apoyar las expectativas de un partido político, para evitar la visibilidad ciudadana proespañola.
No conozco ninguna sociedad de tradición católica ahora mismo con mecanismos internos para autorregenerarse: La misma Francia de la IV república, con mucha diferencia la menos católica de las católicas, salió del atolladero de 1958 gracias al decisivo apoyo de la Inteligencia norteamericana a la opción De Gaulle (apoyo norteamericano derivado de la Guerra Fría). Y la crisis francesa de 1958 era infinitamente menos grave que la española de hoy.
Ignoro lo que harán el resto de los funcionarios, especialmente los de la policía política CNI: servidor, con todos mis errores y deficiencias, aporta lo que puede. Otros pueden hacer infinitamente más.
Totalmente de acuerdo con usted. No se como acabará la situación pero presiento que nada bien…
¡Que Dios nos coja confesados antes de que vengan a darnos el paseillo!