Colau indica a un militar que no es bienvenido en el Salón de educación

Hay soldados con honor y funcionarios con uniforme. Por desgracia, lo que prevalece en España son estos últimos. La alcaldesa ultraizquierdista de Barcelona expulsó en 2015 a dos altos mandos militares de un recinto público y los dos funcionarios hicieron mutis por el foro sin pedirle a la rolliza regidora el respeto exigible. Sentimos entonces bochorno por este incidente. Sobre todo los que sentimos aún devoción y reconocimiento por aquellos soldados españoles que durante siglos y siglos fueron los reyes de las batallas y asombraron al mundo con su valor hasta el sacrificio, con su estoicismo ante las adversidades, con su alegría en los momentos más difíciles.

Los políticos de la democracia han logrado, sin embargo, que el estamento castrense español sea una más de esas instituciones florales e ineficaces que vegetan a la sombra de esta umbría corruptocracia.

Quisiéramos que en el ánimo de muchos militares españoles calasen otros principios y otras ideas distintas de las oficiales. Por ejemplo, que el deber de un representante de las Fuerzas Armadas es mantener siempre alto el orgullo y fortalecida la dignidad porque son portadores de una exigencia que viene de muy atrás y que se basa en el honor y en la tradición por encima de cualquier concepto ideológico.

Ese mismo honor, norte y guía de quien viste un uniforme militar, debe orientarles siempre, especialmente en los momentos difíciles, por ejemplo cuando una sectaria comunista logra expulsarlos de un recinto público. No hay rincón en España donde la presencia de un militar esté de sobra. Lástima que estos acomplejados funcionarios no estén para dignidades ni recordatorios.

Un año más la historia se repite. La presión de Ada Colau ha provocado que el Ejército no esté presente en el Salón de la Enseñanza de Barcelona en la próxima edicición de 2019 (20-24 de marzo), según informa ABC tras el anuncio de fuentes oficiales del propio departamento que dirige la ministra Margarita Robles.

Se trata de la primera vez desde el año 2001 en que los militares no tendrán un espacio en el mayor evento educativo y laboral que se celebra en Cataluña. La presencia de las Fuerzas Armadas en este tipo de citas en toda España se impulsó tras la profesionalización militar (y el consiguiente fin de la «mili) con la necesidad de explicar este oficio a los jóvenes que contemplan diferentes opciones profesionales. Actualmente se participa en casi 200 eventos anuales en toda España.

Desde 2016 la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha realizado comentarios públicos poco favorables a la presencia militar en el Salón de la Enseñanza de Barcelona. Esta polémica motivó que la asistencia al estand de las Fuerzas Armadas se incrementara hasta las 7.000 personas atendidas y en 2018 se recuperó un estand de mayor tamaño y la asistencia alcanzó los casi 8.000 interesados en informarse.

Se niega tajantemente que obedezca a algún tipo de contraprestación a ERC, PDCat o la marca de Podemos en Cataluña a cambio de apoyos parlamentarios para el Gobierno de Pedro Sánchez.

Pero hay que volver a recordarlo: la presencia de las Fuerzas Armadas en el salón de Barcelona ha sido una constante no sólo con gobiernos de José María Aznar o Mariano Rajoy, también lo fue con José Luis Rodríguez Zapatero y con sus ministros de Defensa José Bono, José Antonio Alonso y Carme Chacón.

Por otra parte, fuentes solventes consultadas por el citado rotativo informan de que la decisión adoptada por la directora general de Reclutamiento y Enseñanza Militar (Digerem), Amparo Valcarce, se hace extensible también al evento educativo anual de Tarragona, donde tampoco participarán las Fuerzas Armadas. Se trata del «Espacio del Estudiante» que se celebrará en la localidad de Valls los días 14 y 15 de marzo. «Previsiblemente, también se denegará la presencia en los eventos de Gerona y Lérida», informan.

Se da la circunstancia de que esta Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar depende de la Subsecretaría de Defensa, donde al frente se sitúa Alejo de la Torre, un comandante del Cuerpo Jurídico Militar.

La Delegación de Defensa de Barcelona es quien gestiona la inscripción y el personal militar que lo atiende. La Digerem del Ministerio de Defensa es quien sufraga los gastos y monta el «stand», contratándolo directamente con la Fira de Barcelona, lugar donde tiene lugar el Salón de la Enseñanza de Barcelona.

Digerem, ejecutora del plan

La Digerem tiene contratada una empresa para el montaje de estands en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valladolid y Gijón para los años 2018 y 2019. Estos son los principales cinco eventos educativos para Defensa. El presupuesto que se manejaba para la edición barcelonesa era de 25.000 euros para la contratación de los cien metros cuadrados de suelo del expositor y de otros 50.000 euros para el mostrador e instalación del mismo.

«Normalmente se movilizan unos 20 militares para atender a los jóvenes que se interesan en la oferta profesional de las Fuerzas Armadas», explican fuentes militares. Esta veintena de personas suelen ser de los Ejércitos de Tierra y Aire, de la Armada y de los Cuerpos Comunes (Jurídico, Intervención, Sanidad y Música).

Sólo en la edición del pasado año en Gerona (ExpoJove) acudió personal civil del Ministerio de Defensa a presentar la oferta laboral de las Fuerzas Armadas; es decir, funcionarios sin uniforme.

Evidentemente, la ausencia de las Fuerzas Armadas en el Salón de la Enseñanza de Barcelona tendrá un valor simbólico el año que viene dado el contexto sociopolítico en el que nos encontramos, a dos meses de las elecciones municipales y con el independentismo envalentonado por la ausencia de acción del Gobierno contra sus actos vandálicos, como fue el ataque a la vivienda del juez Pablo Llarena. «Además, hay que pensar que es uno de los pocos eventos donde los militares lucen uniforme públicamente y fuera de los cuarteles en Cataluña», explica una fuente militar.

«Que no se va», adujeron desde el Ministerio de Defensa cuando se planteó el procedimiento para acudir. No obstante, desde el departamento que dirige Robles aún se está a tiempo de rectificar.