Los neandertales tenían una mecánica respiratoria distinta a la de los humanos modernos
La columna vertebral de los neandertales era más estable que la de los humanos modernos. Asimismo, tenían las costillas inferiores orientadas de manera más horizontal lo que hace suponer a los investigadores que su respiración dependía en mayor medida del diafragma frente al caso de Homo sapiens donde intervienen tanto el diafragma como la caja torácica.
Así se acaba de demostrar en una investigación, liderada por Asier Gómez-Olivencia, investigador de Ikerbasque, y Ella Been, investigadora del Ono Academic College de Tel Aviv en la que también participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Estos especialistas han trabajado con los restos fósiles del yacimiento de Kebara (Israel), en concreto con los restos fósiles del individuo Kebara 2.
Para crear este modelo virtual del tórax, los investigadores se basaron tanto en las observaciones directas del esqueleto de Kebara 2, guardado actualmente en la Universidad de Tel Aviv, así como en escáneres (tomografía axial computerizada) de las vértebras, costillas y huesos pélvicos. Una vez reunidos todos los elementos anatómicos la reconstrucción virtual se hizo por medio de un software 3D especificamente diseñado para este fin. “Éste fue un trabajo meticuloso”, dice Alon Barash de la Bar Ilan University en Israel, “tuvimos que escanear cada una de las vértebras y todos los fragmentos de costillas para después re-colocarlos virtualmente en 3D”.
“En el proceso de reconstrucción, fue necesario ‘cortar’ y volver a alinear de manera virtual algunos huesos que mostraban deformación, así como hacer imágenes especulares de las costillas mejor conservadas para sustituir aquellas peor conservadas del otro lado”, comenta Asier Gómez-Olivencia, Investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU).
“Las diferencias entre un tórax neandertal y un humano moderno son llamativas. En los neandertales, la posición de columna vertebral respecto a las costillas indica una columna vertebral más estable. Además, el tórax es más ancho en su parte inferior”, detallan Daniel García Martínez y Markus Bastir, investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) co-autores del trabajo.
“Un tórax más ancho en su parte inferior y unas costillas orientadas de manera más horizontal, tal y como se puede ver en la reconstrucción, sugiere que la respiración de los neandertales dependía en mayor manera del diafragma”, explica Ella Been del Ono Academic College. “Nuestra especie depende tanto del diafragma como de la expansión de la caja torácica. En este estudio podemos ver cómo el uso de nuevas tecnologías y metodologías en el estudio de los restos fósiles proporcionan nueva información para entender especies extintas”, añade Mikel Arlegi (UPV/EHU-Universidad de Burdeos).
Estos nuevos resultados son coherentes con un reciente trabajo de dos de los co-autores, Markus Bastir y Daniel García-Martínez (Grupo de Paleoantropología, MNCN), en el que apoyan la presencia de una mayor capacidad pulmonar para los neandertales.
Patricia Kramer de la Universidad de Washington resume gráficamente el trabajo: “Esta es la culminación de 15 años de investigación en el tórax neandertal, y esperamos que futuros análisis genéticos nos den pistas adicionales sobre su fisiología respiratoria”.
Avanzando en el conocimiento de los neandertales
Los neandertales fueron cazadores-recolectores que habitaron Eurasia occidental durante más de 200.000 años, tanto durante periodos glaciares como interglaciares hasta que se extinguieron hace unos 40.000 años. Mientras que algunas de las regiones anatómicas de estos humanos extintos se conocen relativamente bien, otras como la columna vertebral y las costillas son menos conocidas porque estos elementos son más frágiles y no se conservan bien en el registro fósil.
En 1983, un esqueleto neandertal parcial (denominado oficialmente Kebara 2, y apodado Moisés) perteneciente a un individuo masculino joven que murió hace aproximadamente 60 mil años, fue descubierto en el yacimiento de Kebara (Monte Carmelo, Israel). Este esqueleto no conserva el cráneo, ya que tiempo después del enterramiento el cráneo fue retirado, probablemente como consecuencia de un ritual funerario. En cambio, preserva todas las vértebras y las costillas, así como otras regiones anatómicas frágiles como la pelvis o el hueso hioides (un hueso situado en el cuello donde se insertan algunos de los músculos de la lengua). Es por tanto el esqueleto que, hasta el momento, conserva el tórax más completo del registro fósil de los neandertales.
Durante más de 150 años se han recuperado restos neandertales en muchos lugares en Europa y Asia occidental (incluyendo Oriente medio), y la forma del tórax de esta especie humana ha sido objeto de debate desde 1856, cuando se encontraron las primeras costillas pertenecientes a este grupo humano. En la última década las reconstrucciones virtuales se han convertido en una nueva herramienta, cada vez más usada, en el estudio de los fósiles.
Esta metodología es especialmente útil con restos fósiles frágiles como las vértebras y costillas que conforman el tórax. Hace casi dos años, el mismo equipo de investigación presentó una reconstrucción de la columna vertebral de este mismo individuo, que indicaba la presencia de una columna con curvaturas menos acentuadas en estos humanos con respecto al Homo sapiens.
Este trabajo fue realizado por un grupo internacional de investigadores de Ikerbasque, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Université deBordeaux, Ono Academic College, Tel Aviv University, University of Washington, Bar Ilan University y Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Mentira todo esto. No hay evolución a mejor sino degeneración a peor a causa del pecado de Adán y Eva. Todo tiende al caos según un conocido principio científico. Siempre es más creíble un principio científico que una hipótesis científica. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.