Las cloacas del Estado tienen nombre y apellidos
De los países que componen la Unión Europea, España es el único país donde anida una figura (organización) ilegal, delictiva, conocida como “cloacas del Estado”. Esta organización se utiliza para, al margen de la Ley, efectuar seguimientos, interceptar conversaciones telefónicas, elaborar informes falsos y utilizarlos espuriamente, coaccionar, extorsionar y difundir a través de los medios de comunicación noticias e información, para lesionar la imagen de aquellas personas u organizaciones a las que puntualmente conviene criminalizar.
Las cloacas del Estado, forman parte de una organización cuyos miembros están incrustados en las Instituciones del Estado: Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Poder Judicial y de periodistas que se prestan, supongo que cobrando, a formar parte de las mismas.
No tienen el más mínimo escrúpulo y actúan con una total impunidad, al tener la apariencia de legalidad.
De todos son conocidas las grabaciones en el despacho del ex-Ministro del Interior, Jorge Fernández, el informe Pisa sobre la financiación de Podemos; las grabaciones de Villarejo, los seguimientos y grabaciones al que suscribe, secretario general del sindicato Manos Limpias, etc.
Yo fui objetivo de las cloacas del Estado: Villarejo, la UDEF, Pedraz, Daniel Campos (fiscal) y el periodista de ABC, Chicote (que tendrá que comparecer en los juzgados el 16 de diciembre por injurias y calumnias), urdieron el acoso y derribo de Manos Limpias y de Miguel Bernad.
Unas veces actúan por su cuenta y riesgo para posteriormente utilizar los informes obtenidos ilícitamente en beneficio propio, otras por encargo de entidades privadas, y otras finalmente por Instituciones del Sistema.
En cualquier caso, esta figura ha distorsionado y emponzoñado diversos procesos penales, dejando a nuestro sistema democrático en un déficit del que carecen los sistemas democráticos consolidados.
Cuando conviene al régimen del 78, validan sus actuaciones ilegales e ilícitas, lo cual convierte aún más, en perverso al sistema.
Se trasmite a la opinión pública, “un morbo” propio de novelas de intriga pero que vulnera derechos fundamentales de los ciudadanos.
En España, se ha consentido esa figura, cuyo rédito mayor los obtienen los medios de comunicación para aumentar sus lectores, pues somos un país de porteras, y el propio régimen, que consigue así apuntalar su agonía y derribo, que por suerte o por desgracia, es cuestión de poco tiempo…
*Jurista y secretario general del sindicato MANOS LIMPIAS.
….Pero hombre, no me ponga esa cara… Digame que pupas le han hecho esos prepotentes?…Le han puesto a parir? Eso en su propia casa con gases… Inyectados por secuaces contratados desde arriba, de abajo, o de al lado? Sabe lo que es cuidar a un hijo alemán semi-invalido, discriminado por sus antecedentes familiares, sin culpa dia y noche, con la matriz cayendo entre las piernas… A Barcelona, Port y otra indicaciones…Gritando desaprensivos desde la calle. Cuando era pequenyita y decián : Te voy a poner a parir… No sabia, que se podía, sin parir… Eso, es tortura, además de continúos… Leer más »
Y lo que menciona Ud no es sino la punta del iceberg. Cuando todo salga a la luz de poco le servirá a esta siniestra Stasi intentar huir a Marruecos o Suramérica, tienen al enemigo en casa. O el cazador cazado. Todo llega.
Y nunca las usan contra los enemigos del país. Antes bien al contrario. Ergo…
Don Miguel, a usted le han hecho la cama, como se dice vulgarmente.
Es usted una persona que va de frente, que no es desconfiada y, si me permito decirlo, INCLUSO INGENUA.
Usted piensa que todo el mundo es buena persona, y no es así. Estamos RODEADOS DE HIJOS DE PUTA…
Don Miguel, todo mi afecto para usted.
Es una víctima del ESTADO DE DESECHO en el que tenemos la desgracia de vivir.
Confío y espero que la buena gente de España sea consciente de ello.
¿PARA CUÁNDO SUS MEMORIAS? Creo tendrían mucho éxito, sobre todo si CUENTA LA VERDAD, como siempre hace en sus artículos.
Ánimo y adelante. ¡Da gusto verle vivir y actuar CON TANTA DIGNIDAD!
La pura realidad.
Se puede decir más alto, pero no más claro.