No es tiempo de paños calientes. Es hora de buscar soluciones, no deprimirse, y estar preparados para el combate. Porque, díganme, ¿acaso la extrema izquierda no está amenazando con incendiar las calles si en las próximas elecciones generales sufren un descalabro? ¿Acaso no es urgente buscar soluciones sabiendo el futuro que nos espera con la precariedad laboral, los contratos basura, los salarios de miseria que se nos imponen, la quiebra de la Seguridad Social, y la posibilidad de que el okupa de la Moncloa y su banda quieran culminar la misión encomendada? ¿Acaso esa urgencia no requiere también no deprimirse, para poder reaccionar y detener la piqueta demoledora y destructora puesta en marcha para acabar con nuestra nación? Y por último, ¿acaso no debemos estar preparados y prevenidos para poder combatir si fuera necesario, a toda esta caterva de comunistas y traidores que pretenden imponernos una dictadura criminal y sanguinaria semejante a la de Venezuela?

Si analizamos detenidamente nuestro presente, no se trata de encontrar un empleo y considerarse salvado ¡No! Hoy en España, y gracias a estos vividores de la política a quienes los trabajadores y contribuyentes les importamos una higa, encontrar un puesto de trabajo no garantiza una estabilidad, sólo es un acceso temporal a la percepción de unos euros para poder sobrevivir, pagar impuestos, y poder sostener el sistema autonómico y las prebendas de los pesebristas y su gigantesca red clientelar.

¡Cuánto daño han hecho y siguen haciendo esta caterva de vividores en nombre de la democracia! La ingeniería social y el adoctrinamiento llevado a cabo desde los centros de enseñanza, con ayuda explícita e implícita de los medios de contaminación, sobre todo audiovisuales, tanto públicos como privados, pone a todos ellos en el punto de mira como responsables directos cuando todo este daño causado tenga que ser juzgado por el Tribunal de España.

Estos personajillos que en unos años se han forrado dirigiendo programas radiofónicos y televisivos envileciendo y encanallando a nuestro pueblo, no sienten vergüenza del riquísimo patrimonio que han amasado en apenas unos años ¿Que saben estos lacayos de la “telemierda” sobre madres abnegadas o padres desesperados, si su única misión ha sido y es, buscar “carnaza” en una sociedad enferma para llenar sus espacios televisivos captando audiencia entre lo más limitado e inculto de la masa?

Ellos mismos y para más recochineo, se autopublicitan como defensores de los “excluidos sociales” y de las clases más desfavorecidas ¡Mentira! Son paladines de la izquierda extrema y de la extrema izquierda; de la violencia en las calles contra todo el que no admita sus postulados. O sea, del comunismo y la represión criminal y sanguinaria. Hipócritas forrados de millones, que no hacen ascos a las aportaciones del IBEX-35 cuando éstas van dirigidas a insertar publicidad en sus programas televisivos.

Comunistas ricos a costa del capitalismo que dicen despreciar. Lo de colaborar de manera desinteresada y altruista en un asilo de ancianos desamparados, hospicio o cottolengo, eso es para “puretas” de la derecha cavernícola. Es mucho más progre y democrático llenar la andorga con suculentas mariscadas, buenos vinos, y bacanales con putas y putos a puerta cerrada y protegidos con seguridad privada.

Esta patulea infecta, seleccionada por todo menos por su nivel cultural y grado de honestidad, y que tanto saben de “crónicas marcianas”, “salvados”, o de “ensanchar el círculo de sus amistades”, han convertido la televisión en la “capilla sixtina” del escarnio y la burla más cruel y humillante, y lo hacen, porque les llueve dinero proveniente de primeras firmas que los patrocinan sin taparse la nariz.

¿Qué saben éstos que dirigen a los “grandes hermanos” del lupanar lo que es un comedor de Cáritas, buscar un empleo y no encontrarlo, trabajar de sol a sol sin apenas descanso, pasar frío, calor, y a veces hasta hambre, ser desahuciado del hogar por impago, y hasta no poder llevar el sustento a casa para cubrir simplemente las necesidades básicas de una familia? ¿Que saben estos comunistas montados en el euro gracias a la “caja tonta” e hipócritas hasta la náusea, lo que es una madre desmoralizada o un padre consumido por el sufrimiento y la impotencia ante su drama familiar?

¿Defendéis la justicia social? ¡Mentira! Defendéis los intereses bastardos de las grandes multinacionales que sostienen los programas de televisión que os han hecho millonarios ¡Hipócritas, mentirosos, nunca habéis estado al servicio de la verdad y de la justicia!