“Suicidio asistido”
Eufemísticamente se pretende denominar a tal delito como “muerte digna”.
La dignidad de una muerte no viene determinada por ser causada tras una enfermedad, por dura y cruel que ésta se haya mostrado.
Se muere como se vive, se suele decir. Y es verdad. Si se ha llevado una vida digna, nunca será la muerte “indigna”.
Lo que ocurre (en muchos casos) es que el familiar no puede más. Comprensible, sí; pero ello no puede/debe dar pie a “la solución final”.
Lo importante es incrementar los cuidados paliativos. Qué priorizan la mente sobre el cuerpo.
El “estado vegetativo”, término que se emplea en muchos de estos casos, induce erróneamente a pensar que el sujeto sea más un vegetal que un ser humano.
Sería mejor hablar de privación de la consciencia, nunca permanente, porque no existe la certeza absoluta de que un paciente no pueda jamás volver en sí.
Qué se lo pregunten, si no, a Jan Grzeb, un obrero polaco al que un trauma craneal sobrevenido por accidente laboral le terminó precipitando en 1988 a un estado de inconsciencia profunda.
Los especialistas le dieron seis meses de vida. Sin embargo, su esposa Gertruda mantuvo la esperanza y se ocupó de sus cuidados.
La recuperación de Jan, al cabo de 20 años!, – padre de cuatro hijos- le permitió conocer a sus once nietos…
Siguiendo los “razonamientos” de los defensores de la eutanasia, sería de nuevo obligado admitir una serie de prácticas respecto a las cuales el hombre ha necesitado siglos para comprender su naturaleza contraria a la dignidad de la persona: por ejemplo, los duelos de honor.
Y podríamos añadir la toma de sustancias dopantes y el recurso a las mutilaciones genitales por motivos culturales también como posibles declinaciones de esos “razonamientos”.
La legalización de la eutanasia causa un perjuicio a los valores de la Sociedad que se fundan en el respeto a la vida humana.
La percepción del valor y la dignidad de cada vida cambiaría. Como un producto de consumo, la vida humana perdería su valor a medida que se aproximara su “fecha de caducidad”.
Es un atrevimiento al que habrá que resistirse. Repugna la frivolidad con la que se defiende este acto injustificable de quitar la vida. que es además un descenso a los espacios más tenebrosos de la mente. La Vida y la Muerte son algo sagrado y por lo tanto intocable.
La decadencia moral comenzó en el momento en que gentuza, mal llamados “politicos”, comenzaron a “ceder” al “demonio de la corrupción” donde el valor ” crematístico” de un “cargo” importa mucho más que la conciencia de servicio, la honestidad y la humildad para reconocer, con sabiduría y virtud, que NO ES LICITO EL “TODO VALE”. Por eso estamos inmersos en una verdadera guerra entre el Bien y el Mal, y la lucha se dirime entre el pueblo llano y los políticos de todas las adscripciones. La dicotomía Izquierda-Derecha, es pura falacia maniquea, aquí entra la única realidad posible: el desalojo… Leer más »
POR DIOS: La eutanasia un crimen planificado y propio de países en decadencia moral. Sólo cinco la llevan a cabo y en casos muy especiales. La inmensa mayoría de países y pueblos del mundo la rechazan. Es obvio// Un ser muy querido murió en el hospital La Candelaria de Tenerife, el mes pasado, porque unas feminazis empoderadas, “decretaron” dieta absoluta y altas dosis de morfina y otros sedantes. A los diez días murió. Entró por problemas de tensión arterial y, después de pruebas absurdas, humillantes y peligrosas, encontraron la justificación a su inhumano veredicto: la arteria aorta estaba a punto… Leer más »