AD.- Fulgencio Coll será el candidato de Vox a la alcaldía de Palma, en Mallorca. Fulgencio Coll fue un general mediocre que ahora trata de hacer fortuna política. Fue ascendido al Generalato por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y eso lo descarta para nada que podamos resaltar ni ponderar. Un funcionario uniformado afiliado a la nómina. Uno más.

En tanto candidato vinculado a Vox Baleares, no podemos hacer abstracción de la vinculación del general con el video que su organización ha colgado en redes. Vox Baleares defiende la homosexualidad como un principio. Así lo han escrito los representantes de Vox Baleares en la presentación de un video bajo el título: «La España viva está en tu ciudad». En el video aparecen dos negros con estética rapera y haciendo el gesto de la V, la de la Victoria. Uno de ellos dice: «Yo voto a Vox, y él también si pudiera», en referencia a su compañero. A continuación se dan un sonoro beso en la boca.

Si el general Coll conservara un ápice de la dignidad y la vergüenza que de forma refleja concedemos a cualquier alto mando del Ejército, el general Coll tendría que haber dicho alto y claro que en modo alguno se siente identificado con el video y que no todo vale en política, sobre todo si antes se ha estado haciendo bandera de la virtud cristiana y de la moral natural como principio ideológico. Pero el general Coll ha permanecido callado, lo que le hace cómplice de la basura ideológica que defiende Vox a través del video.

¿Es esta la España que quieres dejar en herencia a tus nietos, general? ¿Merece la pena el barro en el que chapoteas por unos  cuantos miles de euros al año? Porque si te importara España y el futuro de los españoles, no hubieras permitido nunca que la organización de la que eres candidato reclame el voto para ti a través de dos negros homosexuales. Eres una vergüenza, general. Tu actitud es bastante indigna. Mereces que tus nietos se averguencen del papel que estás haciendo a cambio de unos votos.

Políticos que renuncien a sus principios los podemos encontrar muy fácilmente en todos los partidos. Para tener más de lo mismo, no hacía falta crear un nuevo partido teñido de color verde ni fichar a un general.

Ya no es ni siquiera el vídeo, general: son las implicaciones políticas y doctrinales que emanan de las imágenes. ¿Por qué callas ante el camino que ha elegido Vox Baleares, que es el de la ideología basura, la conversión de los principios en chapapote?

Nos preguntamos en qué creen estos altos mandos uniformados más allá de cobrar cada mes. Nos preguntamos qué sentido le dan estos pellas a conceptos tales como el honor, la dignidad y el coraje, a tenor de una imagen que avergonzaría a cualquier militar con apego a esas exigencias vitales.

¿Puede un general español contemporizar alegremente con quienes relativizan tan alegremente con las buenas costumbres? ¿Qué clase de vividor o de relativista moral puede ser el general retirado que permite esta infamia? ¿Qué ejemplo les estás dando a los tuyos?

Claro que nada de esto debería sorprendernos. Hace tiempo que el patriotismo que pregonan los altos mandos militares es más falso que un euro de madera. Meros funcionarios uniformados, vividores sin ningún apego a ese honor y a esos valores que fueron guía y norte para otros soldados en tiempos no tan remotos. Meros figurantes en desfiles sin sustancia y comparsas en misiones internacionales de pitiminí, donde se sigue a rajatabla la hoja de ruta establecida por el mundialismo en contra de las patrias europeas.

Las creencias que nos ofrecen estos uniformados son creencias vacías, porque hace tiempo que dejaron de creer en los preceptos doctrinales que fueron el sustento fundamental de los generales de otro tiempo.

¿Merece la pena un puesto de concejal a cambio de soportar tanta basura, tanta bajeza, a tanta gente rastrera y cobarde? Compórtate con la grandeza y la dignidad que hasta ahora no has tenido. No denigres más a los tuyos. No es necesario que te indiquemos el camino, general Fulgencio Coll.