¿Son las mujeres efectivas en el Ejército?
En la pregunta va implícita el debate entre el militar institucional (o vocacional) y el ocupacional, que parece ser el caso de esta comandante, que sigue abierto, pues responde, también al modelo de FAS que se pretende, máxime cuando está abierta la cuestión sobre la profesionalización del Ejército. La profesión militar, para ser auténtica, hay que vivirla vocacionalmente. Y ello sin perjuicio de que cada día gane más en un pretendido ocupacionalismo fruto de la inevitable especialización técnica.
La única cuestión que parece haber suscitado, aquí y en otros lugares, algunos problemas es la de la integración de las mujeres en las FAS. El principio constitucional de igualdad veta cualquier discriminación por razón de sexo; y en virtud de la necesaria desigualdad a la que lleva la igualdad bien entendida han existido, en ocasiones, dobles baremos: el masculino y el femenino, menos exigente por estar adaptado a las globalmente inferiores capacidades y condiciones físicas de la mujer.
El problema tiene dos importantes variaciones: en primer lugar, si es posible que la mujer ocupe cualquier puesto en las FAS; y, en segundo, si es necesario y conveniente un doble baremo de pruebas para el acceso a la carrera militar o a algunos de sus puestos y funciones.
Como término general existen las siguientes diferencias:
1.- Físicas: menor peso, menor estatura, menor resistencia a la fatiga, mayor resistencia al dolor, diferencias constitucionales, menor fuerza, mayor flexibilidad, mayor elasticidad.
2.- Psicológicas: menor estabilidad emocional, menor resistencia al estrés, menor control emocional, mayor capacidad verbal, menor agresividad física, mayor sumisión, menor independencia.
Muchas de estas diferencias, además de las fisiológicas derivadas de las físicas y con posibles consecuencias psicológicas (periodo, embarazo, lactancia, menopausia), son las que llevan a numerosas fuerzas armadas a vetar el acceso de la mujer a determinados puestos en las FAS o, en general, a primera línea de fuego (éste es el caso de Inglaterra, Francia, República Checa, EEUU y Grecia). Otros ejércitos, como es el caso del israelí, tras la experiencia de movilización general y participación de la mujer en combate han comprobado que existen una serie de circunstancias que obligan a apartarla de esa primera línea, aun cuando hace un papel insustituible en segunda línea. Finalmente, en otros países se permite que las mujeres ocupen cualquier puesto, como son los casos de Hungría, Canadá, Suecia, Belgica, Holanda y Noruega, aunque muchos de ellos tengan limitaciones puntuales en los destinos como submarinos, tanquistas, comandos especiales o fuerzas navales. Hay países en los que en ningún caso participa la mujer en las Fuerzas Armadas. Italia y Alemania, principalmente.
Lo que en ningún caso debe hacerse es rebajar el baremo para cubrir los puestos vacantes con quien sea. Es decir, a cada tipo de puesto le corresponde un mínimum físico y psíquico que debe ser superado por quien sea para ocupar ese puesto. Pues, de otro modo, se perdería la efectividad militar y, por tanto, la guerra.
La fallecida ex ministra socialista de Defensa, Carmen Chacón, junto a un grupo de mujeres militares.La fallecida ex ministra socialista de Defensa, Carmen Chacón, junto a un grupo de mujeres militares.
En España, la incorporación de la mujer a las FAS es una cuestión que se ha legislado tarde y mal. El Decreto Ley 1/1988 trató de ordenar esta cuestión sin demasiado éxito. (Derogado por el R.D 562/1990 de ingreso en los centros docentes militares). Y es que a los problemas derivados de la legalidad se unen otros reales: instalaciones en cuarteles, campamentos, buques, etc. La regulación posterior ha sido incompleta e incoherente, entre otras cosas, porque nunca se ha sabido hacia dónde ir.
En este sentido, existían diferentes baremos de pruebas físicas para acceso a militar de empleo en la modalidad de tropa y marinería, y no, en cambio para las Escalas Superiores y Medias del CGA. ¿Es justificable ese doble baremo? ¿Por qué no pueden ingresar varones que, no pasando su baremo, sí pasan el de las mujeres? Pero aún resulta más clamoroso que se vetara de forma general el acceso de soldados femeninos a destinos de tipo táctico u operativo en destinos de la Legión, de operaciones especiales, paracaidistas, así como de fuerzas de desembarco, dotaciones de submarinos o de buques menores, unidades que sí podian estar bajo el mando de oficiales y suboficiales féminas.
El artículo 129.2 in fine de la Ley 17/99 dice expresamente que “entre los requisitos exigidos para ocupar determinados destinos se podrán incluir límites de edad o condiciones psicofísicas especiales (…), sin distinción ninguna por razón de sexo”. Pauta interpretativa que deroga, implícitamente, toda distinción de puestos en razón de sexo, como los antes señalados.
Por mandato de la Ley 17/99 y del RD. 66/2000, la OM. de 12 de abril de 2000 dispone que serán las correspondientes convocatorias las que establezcan un doble baremo físico para medir la capacidad de los aspirantes en los procesos selectivos. Así pues, en las resoluciones por las que se convocan plazas para los centros docentes militares de formación (así como para MPT.s) se incluyen ya dobles baremos.
Jurídicamente ya no tiene cabida la discriminación en el acceso y en la posterior carrera, aunque hay que revisar, precisamente, el concepto de igualdad en el acceso y la carrera, no pareciendo lógica la asimilación de políticas de “discriminación inversa” según modelos civiles y por la propia naturaleza de la función militar.
En cuanto a la existencia de dobles baremos se argumenta que en deporte las pruebas son diferentes, pero la guerra no es un deporte. También se señala que, en todo caso, la diferencia cualitativa entre hombre y mujer enriquece el funcionamiento de las FAS, y es cierto, sobre todo si nos dirigimos a los más altos escalones de mando y dirección, pero no es así en niveles inferiores en los que la capacidad física y ciertas actitudes de obediencia militar son todo.
Desde mi punto de vista y dado lo delicado de la cuestión (eficacia militar adversus igualdad civil), parece lógico establecer una sólida y rigurosa política de puestos que, con realismo, acepte al mejor, física y psicológicamente, sea hombre o mujer. Con unas pruebas únicas que sean lo duras que tengan que ser.
Teniente coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca
muy bien explicado,pero da igual,no hay ejército español,esta a las ordenes de la OTAN,NOM e intereses de las élites extranjeras,en caso de guerra ganará el que quiera la OTAN,,dejando inoperatívos desde aviones a misiles,aparte de no vender munición,
la inmensa mayoria no lo son,hay ciertas excepsiones,y menos en combate cuerpo a cuerpo,que es raro hoy en dia,lo que es muy eficiente es la falsa propaganda de la igualdad
Si el hombre debe preparar la guerra para preservar la paz, la mujer no debería entrar en la estructura que representa esta preparación y mucho menos tomar parte activa en la tragedia que es siempre la guerra, si no preservando la vida que sólo ella puede garantizar a través de sus hijos a los que, en cambio, siguiendo el ejemplo de las madres de Esparta, aquellas que cuando su patria era atacada por sus enemigos conminaban a los suyos a combatir en su defensa y refiriéndose al escudo que portaban les decían : ” vuelve con él o sobre él,… Leer más »
La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en el pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata a su amor,
y cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
<>…
Y suenan patrias canciones,
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones,
el grito de Patria zumba.
Y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra,
para cubrir tanta tumba…
Incomprensiblemente el final del primer verso no se ha reproducido
en su totalidad. a pesar de que lo he escrito totalmente.
Todo el mundo conoce la obra maestra del poeta Bernardo López García titulado Oda al dos de mayo.
Aunque ya lo saben el verso termina así.
grita al hijo que se va:
“¡Pues que la Patria lo quiere,
lánzate al combate y muere:
tu madre te vengará!”
Si lo quieren disfrutar entero en Internet lo tienen.
Absolutamente de acuerdo con usted, Dña.María Luisa. Lo ha explicado usted con una belleza y exactitud insuperables.
La pregunta correcta que habría que plantearse,es para que realmente sirve el ejercito español? Es realmente efectivo?
Dicho todo lo anterior, estoy absolutamente de acuerdo en que establecer baremos distintos para ocupar un mismo empleo es un puro dislate, una injusticia intolerable y la mejor prueba de que la incorporación de la mujer a los ejércitos obedece a postulados ideológicos que tienden a imponerse contra toda razón o criterio de sentido común. “Es que si se ponen los mismos baremos exigiendo un mínimo idéntico para ocupar un mismo puesto que requiere un mismo nivel de eficacia, no entraría ninguna”, es lo que el político “piensa”; pues no hay problema: como tienen que entrar mujeres “sí o sí,… Leer más »
En mi opinión el enfoque de la cuestión no debe ser tanto si la mujer puede o no hacer las mismas cosas que un hombre (que probablemente sí pueda, como también existen niños soldados de letal eficacia y ello no arguye sobre la idoneidad del encuadre militar infantil) sino si “debe hacerlas o no” desde una perspectiva ontológica y antropológica conforme a lo que, por naturaleza, constituye la esencia de lo masculino y lo femenino y, en definitva, sobre si debe o no haber distinción de funciones dentro de los diferentes ámbitos sociales de existencia, tanto civil como militar. Pues… Leer más »