Pablo Iglesias quiere “dinerito” para hacer presidente a Pedro Sánchez
Paloma Cervilla.- Tres meses mareando la perdiz, un debate-teatro de investidura, un desprecio público bochornoso, para terminar pidiendo “dinerito”. El vil metal que, al final, es lo único que le interesa, junto con los sillones, a esta utraizquierda populista de Podemos.
Pues desde ayer por la tarde ya estamos en lo que era lo único importante: a mí dame ministerios con presupuestos para yo hacer las tropelías que me da la gana, y yo te hago presidente del Gobierno. Esto, de una manera muy resumida pero perfectamente entendible, es lo que le ha pedido Pablo Iglesias a Pedro Sánchez para mañana investirlo presidente del Gobierno.
Atrás ha quedado la bochornosa actitud de Pedro Sánchez en el debate de investidura mendigando, en las narices de Pablo Iglesias, la abstención del Partido Popular y Ciudadanos. Y mientras le daba este bofetón público, por detrás le estaba pidiendo el apoyo. No me extraña que Iglesias se levantara y le pidiera al menos respeto público, oiga, dijeron, que yo solo tengo dos mejillas, no es cuestión de que me vapulee tanto, que yo no quiero ser un elemento decorativo en su Ejecutivo.
Pero ahora estamos en lo que estamos, en la hora de la verdad. Carmen Calvo llamó ayer a Pablo Echenique para negociar ya la manteca. Quedan menos de cuarenta y ocho horas para que Pedro Sánchez sea elegido presidente o se repitan las elecciones generales.
Un día para diseñar la vicepresidencia que quiere Irene Montero y los ministerios, con presupuestos, que van a dirigir los podemitas, sí, no se echen las manos a la cabeza, es lo que hay.
Usted y yo, con nuestros impuestos, vamos a financiar los despropósitos de la extrema izquierda. Pero digámoslo, es lo que han votado los españoles, ahora ya no valen los lamentos. Esta es la democracia.