Carlos Arturo Calderón Muñoz (R).- Entre los años 60 y 70, el profesor John B. Calhoun realizó un experimento popularmente conocido como Universo 25, en el que creó un espacio confinado de 2.7 metros cuadrados y 1.4 metros de alto. En este lugar introdujo cuatro parejas de ratones con excelentes condiciones genéticas. El pequeño universo tenía agua y alimento ilimitados, se mantuvo en condiciones impecables y por supuesto era carente de depredadores. Básicamente un paraíso alimenticio en el que el espacio era restringido pero la supervivencia estaba asegurada. El lugar podía albergar hasta 3840 ratones.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

Hasta el día 315 del experimento los ratones se reprodujeron a gran velocidad, llegando a los 600 individuos. De ese punto en adelante los nacimientos empezaron a descender. En ese período comenzó a resquebrajarse la estructura social. Germinaron brotes de gran agresividad entre los machos, las hembras empezaron a perder el interés en la maternidad y a pesar de tener recursos ilimitados se enfrentaron salvajemente por el dominio de territorios.

Cada generación se hizo más agresiva que la anterior. A partir del día 600 la sociedad entró en un apocalipsis total. La homosexualidad floreció como pandemia, los ratones más débiles se alejaban de los demás y de repente, al mejor estilo de Big Columbine, entraban en modo Berseker-Kamikase atacando a todos sin misericordia. Las pocas hembras que parían abandonaban a sus hijos al nacer. Los machos no cuidaban del hogar y dejaban a sus hembras, los bebes terminaban siendo canibalizados por sus vecinos. Otros machos se alejaban de las zonas de conflicto y se dedicaban al narcisismo absoluto, sólo jugando y comiendo todo el día, nunca mostraban interés alguno por las hembras. En su pico más alto la población llegó a los 2200, el experimento se dio por finalizado cuando apenas quedaban unos pocos ratones, de los cuales el más joven tenía alrededor de 900 días, unos 90 años humanos.

Bill Gates.

Por supuesto nunca hemos visto ese nivel de hipersexualidad, agresión y apatía en ninguna civilización como etapa final de su existencia y jamás nos podría ocurrir eso a los humanos, que somos seres libres por naturaleza. Dejando el sarcasmo de lado y usando las estadísticas del Banco Mundial, podemos observar que para 2015 el 54% de la humanidad vivía en áreas urbanas. En Norteamérica ese porcentaje llegaba al 82% y en la Unión Europea al 75%.

Esos números en sí mismos ya son bastante dramáticos, pero si realmente quieren saber que tan cerca estamos de nuestro propio hacinamiento, deberíamos ver los datos un poco más de cerca y hacer nuestras propias cuentas. 300 ciudades en Estados Unidos, con más de 100.000 habitantes, apenas representan un 0.79% del espacio territorial del país, pero albergan al 28% de la población. En la madre España 50 ciudades ocupan un 2.56% del territorio y son el hogar del 32.38% de la gente; acá en Colombia 20 ciudades equivalen al 2.38% del espacio nacional y contienen al 45% de los habitantes del país.

Declaraciones sistemáticas de todo tipo de líderes internacionales durante décadas, siguen una hoja de ruta que pretende crear sistemas absolutamente controlados para que en ellos viva la humanidad. Bill Gates ha dicho que a través de vacunas (que él financia) y servicios de salud se podría reducir a la población mundial en un 10 o 15%. El magnate de los medios y gran acaparador de tierras, Ted Turner, piensa que lo ideal sería que la población humana decayera en un 95%. El “ambientalista” con gran peso en la política estadounidense David R. Brower, sugería que tener hijos debería ser un crimen contra la sociedad.

A simple vista parecieran declaraciones inconexas sin estructura aparente, pero luego vemos que alguien con el poder de David Rockefeller, descaradamente acepta que él y su parche de racistas oligarcas son los responsables de crear un mundo unipolar en el que exista un único gobierno, religión, policía, moneda y forma de pensamiento. El NWO que llaman los payasos de YouTube. Dentro de este esquema de control se utilizan la culpa y el remordimiento como armas para que la humanidad acepte su prisión. Uno de los hombres fuertes de FIAT, Aurelio Peccei, decía que el enemigo de la humanidad era el hombre; para atemorizar a la gente se les diría que el hambre, la polución, el calentamiento global, la escasez de agua y otras tantas calamidades son responsabilidad única de los hombres y que por lo tanto se necesita de un ente regulador para proteger a la humanidad de sí misma.

Y hablando de tutoriales para esclavizar planetas enteros con regulaciones burocráticas, en junio de 1992, la ONU se reunió en Rio de Janeiro (Muy simbólico tomando en cuenta a “Ciudad de Dios”) para crear el Programa 21, más conocido como Agenda 21. Un programa de desarrollo sostenible lleno de melosa neo lengua con términos verdes, conservacionistas y ambientales en pro del equitativo uso de los recursos. En plata, un excelente camuflaje de aspiraciones tiránicas.

La Agenda 21 habla en sus 351 páginas de la implementación de sus políticas a nivel global, nacional y local. Algunos renglones son muy dicientes en medio de la ambigüedad del documento. En la sección 16 del capítulo 5 se habla de la incorporación de medidas para crear una transición demográfica. Por transición demográfica se refieren a sacar a las personas de las áreas rurales (al menos a una mayoría casi absoluta) para reubicarlas en las ciudades, como bien lo establece la sección 19 del capítulo 7.

En el mismo capítulo 7, en su sección 20, se habla de entregarle poder a las ONG para manejar el medio ambiente y reconocer que los individuos necesitan ciudades. En la sección 27 se dice que las pequeñas explotaciones agrícolas son insostenibles por que dañan el ambiente (¿?), en la sección 28 se promueve la idea de crear tierras comunales (Eufemismo para dominadas por el gobierno) para reemplazar las pequeñas explotaciones.

Todo el documento habla de crecimiento inteligente, políticas verdes, sostenibilidad y eso se basa en la idea de que los gobiernos transfieran a ONGS y reguladores internacionales el control de todos los aspectos de la existencia humana. Dejando atrás la teoría y pasando a la práctica, vemos como en todo el mundo se están creando políticas que castigan la autosuficiencia y nos fuerzan a vivir en ambientes controlados.

En el transcurso de los 90 se empezaron a adoptar los preceptos del “Global Biodiversity Assesment” que está ligado con el “Wildlands Project”. Para resumir las casi 1200 páginas de estos documentos, podemos decir que exigen que al menos el 50% del territorio Norteamericano sean áreas salvajes a las que sea prohibido el acceso humano. Esas áreas deben ser rodeadas por otras en las que sólo se permita la explotación de recursos con permisos del gobierno federal y bajo la vigilancia de ONGS. Se permitirían asentamientos humanos bajo estrictas medidas de “sostenibilidad” en como máximo el 25% del territorio.

Con las ley H.R.875 impulsada desde 2009 por la esposa de un alto ejecutivo de Monsato, ya se creó en Estados Unidos un sistema legal en el que la producción de alimentos será absolutamente industrial, las granjas orgánicas y pequeñas explotaciones serán eventualmente eliminadas con esta y otras leyes . El club de comida orgánica Rawsome Food de California ya ha sido atacado por las fuerzas SWAT en dos ocasiones, les han quitado productos y arrestado a varios de sus miembros, el delito… vender leche pura de vaca y regalar los excesos de producción. En 2011 la policía decomisó alimentos de granjas orgánicas de Nevada con la excusa de que eran un peligro biológico.

La Food Act de 2014, que entró en vigor en Nueva Zelanda desde marzo pasado, hace que la producción agrícola de aquel país oceánico sea absolutamente industrial, ilegalizando de facto las producciones de supervivencia o explotaciones a pequeña escala. Desde 2011 las regulaciones de la Unión Europea restringen o directamente prohíben la mayoría de hierbas medicinales, argumentando que los milenarios conocimientos tradicionales son peligrosos para la salud. Otorgándole así el monopolio del bienestar humano a las farmacéuticas. En Oregón un hombre ha tenido que pelear por años contra una sentencia de la corte, que le daba cárcel por recolectar agua de lluvia en varios pozos de su propiedad.

En España se les ocurrió la brillante idea de ponerles un impuesto a las personas que tengan placas de energía solar o que utilicen baterías tipo Tesla para autoabastecerse de electricidad. En Colombia el INVIMA está obligando a que los campesinos maten a las gallinas criollas si estas se encuentran “cerca” de explotaciones avícolas industriales, supuestamente para impedir riesgos en la salud del consumidor. Hasta los campesinos andinos serán forzados a comer pollos mutantes llenos de hormonas. Eso sin contar que gracias a las FARC, como Sendero Luminoso en la hermana Perú, millones de habitantes rurales han sido expulsados de sus tierras para terminar engrosando los cinturones de miseria de las grandes ciudades (Y pensar que voy a tener que ver a esos malditos terroristas en el congreso. Igual que ya lo hizo Pablo Escobar como representante o el paramilitar de Mancuso dando discursos, ¡QUE RABIA!)

De momento sólo he mencionado países ampliamente gobernados por las tesis capitalistas o de corte occidental. En la imaginación de la gente ese modelo de desarrollo es opuesto al de las economías emergentes representadas por el grupo BRIC, pero… En 2001 un economista británico, que trabajaba como director de economía global de una filantrópica organización sin relación alguna con desfalcos a occidente por parte de judíos conocida como Goldman Sachs, llamado Jim O’Neill, acuñó el término de BRIC para referirse a los modelos económicos que regirán al mundo. Se refería a Brasil, Rusia, India y China. O’Neill es experto en la especulación de divisas (FOREX) y en 2010 lo nombraron presidente de Goldman Sachs.

Jacob Rothschild

En resumen, la idea de que los BRIC son una alternativa al neoliberalismo capitalista más salvaje, nos ha sido vendida por los neoliberales capitalistas más salvajes. Voy a ignorar a Rusia porque Putin, a pesar de tener varios aspectos nocivos para la supervivencia de los blancos y Occidente en general, ha impedido que la taiga del oso se someta completamente al control globalista, por algo Jacob Rothschild lo acusa de ser un traidor al NWO. En Brasil podemos ver como la tendencia es la misma; 85 ciudades representan el 2.44% del territorio y aglutinan al 38.78% de la población. En China e India la cuestión se torna muy interesante.

David Rockefeller

Las primeras 90 municipalidades chinas albergan al 40.60% de la población y sólo equivalen al 11.92% del territorio. A simple vista parece que están mejor que los otros países, pues el índice de hacinamiento es numéricamente menor, pero si comparamos los datos con los que mencioné anteriormente nos llevamos una sorpresita. Ese 11.92% del territorio chino es del tamaño de Colombia. Si aquí tuviéramos esa misma tasa de hacinamiento, la tierra de Nairo Quintana albergaría a más de 555 millones de habitantes. Si aplicáramos esa densidad a España, 245 millones de personas vivirían en el suelo Ibérico.

Ted Turner

David Rockefeller afirmó y sigue convencido, de que el modelo aplicado por Mao en China era el que debían seguir todas las naciones del mundo para establecer su gobierno global. Para el que no sepa, eso implica matar de hambre a decenas de millones de personas y reubicar a punta de pistola a los que queden en grandes ciudades, en las que puedan disfrutar de apartamentos en los que sólo cabe una cama. No es de extrañar que Goldman Sachs y el combo de financistas del que es parte hayan sacrificado el modelo económico occidental para hacer crecer el de los chinos. Es mucho más rentable.

India es aún más eficiente en amontonar gente. Las 207 ciudades principales equivalen al 7.21% del territorio y agrupan al 14.65% de la gente. Para que se hagan una idea, ese 7.21% es aproximadamente la mitad del tamaño de España, ahí han metido más de 183 millones de personas. Si aplicáramos esos números a Iberia, en la madre patria tendrían una población de 391 millones de personas embutidas en casilleros postales. Tomando en cuenta que el crecimiento demográfico europeo depende de la inmigración y el tipo de gente que los globalistas les envían, estoy seguro que no van a llenarse de espectaculares rubias noruegas, sino más bien de integrantes de las Maras o ganadoras del concurso de Miss Helsinki 2017. (Lo anterior sin demeritar la soberbia belleza de las mujeres españolas. Por cierto, estoy soltero, recibo hojas de vida).

La razón por la que nos venden a los BRIC como el futuro es porque en realidad son el futuro. Uno en el que millones de personas van a ser reducidas a espacios propios de explotaciones avícolas, que incluirán vivir como ratas bajo la tierra (Eso ya pasa en China). Seres que sólo existirán para producir lo que se les mande y consumir los que les obliguen. Sin nunca saber lo que será pisar la tierra negra, inhalar el aroma de una rosa o conquistar la cima de una montaña. Porque todos esos placeres serán lujos de una minoría ultra rica. Como Al gore, que nos mete pánico con el fin del mundo para que no usemos energía eléctrica, mientras él vive en una mansión que consume 30 veces lo que un gringo promedio.

El profesor John B. Calhoun.

Quien crea que exagero debe echarle un vistazo al proyecto urbanístico más ambicioso de China. Los amarillos quieren unificar 9 ciudades, incluyendo la emblemática Shenzhen, en una sola mega metrópolis que para 2030 albergará 57 millones de personas. Si esa ciudad fuera un país sería el número 24 en población a nivel mundial, o dicho de otra forma, esa sola ciudad va a tener más habitantes que otros 172 países y territorios del mundo. Por su parte en Estados Unidos el proyecto “America 2050”, tras del cual se encuentra la mano de la Fundación Rockefeller, promueve la idea de duplicar la población de 11 mega regiones en las cuales ciudades gigantescas, albergarán a la mayoría casi que absoluta de los habitantes del país. Si los chinos quieren crear una mega ciudad para 2030, los gringos planean hacer lo mismo, 11 veces, en su propio territorio.

¿Tengo que citar más fuentes con datos objetivos? Creo que es bastante obvio para todos que las sociedades se están descomponiendo a ritmos acelerados, exactamente a la misma velocidad en que crecen las mega urbanizaciones. Las personas ya no se hablan entre sí, sienten desconfianza de todo, se creen culpables de exhalar mucho porque con eso fomentan el calentamiento global. Nos matamos sin razón, los hombres son maricas sin ansias de gloria y las mujeres están dominadas por la vanidad. El hedonismo impera y cada vez vemos formas más degeneradas de la conciencia humana manifestarse con impunidad en el mundo.

La Agenda 21 se firmó justamente en la ciudad que por más de 30 años había sido hogar de la favela Ciudad de Dios, aquella que resume en una frase de su película la realidad del experimento con ratones de Colhoum “Lucha y nunca sobrevivirás… Corre y nunca escaparás”. Es casi como si el mismo demonio hubiera planeado ese simbolismo.

Y bien, ¿cuál es la solución? Está en su sangre, españoles, en la nuestra, hispanos. En ese espíritu indomable que ha sabido asegurarse el espacio vital en medio del asedio y que nunca ha dejado de explorar. Nos fascina cruzar límites para volver a crear, en medio de la nada, nuevos brotes de civilización. Empezaremos por recuperar todos los espacios rurales de los que nos han expulsado con el miedo y el amor al lujo. Pero no se olviden de que nuestro destino son las estrellas. Tomaremos por asalto el cosmos y nos expandiremos, creando vida en planetas desiertos. En algún lugar de la Biblia dice que polvo somos y polvo volveremos a ser; pues sí, somos polvo de estrellas y las estrellas sólo pueden brillar.

Seremos, en ese oscuro caos de perdición apocalíptica, el brillo de la esperanza, de la verdad que nunca muere. Seguiremos siendo luz.

*Desde San Bonifacio de Ibagué (Colombia)