Jose L. Palomera.- En España, los cientos de miles de consumidores de casinos online carecen de cualquier derecho, propio del consumidor. Si ganas más de lo que los casinos entienden “razonable”; es decir, menos de lo que te gastas, cierran tu cuenta de juego sin más.

Si reclamas, nadie te hará caso. La DGOJ (Dirección General Organización del Juego) echará balones fuera y te dirá que es un tema contractual donde ellos no entran. Siendo en estos casos el jugador quien tiene que denunciar en los juzgados.

La DGOJ a pesar de ser la encargada de dar las licencias de juego, no quiere saber nada de los contratos que los casinos hacen, asesorados por afamados gabinetes de abogados, algunos de los cuales, además de asesorar en los galimatías legales mediante los cuales se pagan menos impuestos, o, casi ninguno, lo cual, los ciudadanos de a pie, seguimos sin entender- son participes- accionistas.

Estos contratos, entre jugadores y casinos, se rigen por los t&c- términos y condiciones – los cuales, entre otras cosas, incluyen la potestad del casino para “mandarte a la puta calle y sin rechistar.

No miento al decir, que, bajo excepciones, en los casinos online- solo es posible jugar con cierta estabilidad mientras no se gane. Los únicos que tienen segura su participación son los perdedores. Esto es así y lo demuestro donde haga falta.

Como ejemplo real citaré al casino online Mekur magic.es, https://www.merkurmagic.es/
En el apartado 11. derecho a rechazar, se dice literalmente: merkurmagic se reserva el derecho en exclusiva discreción a rechazar cualquier registro iniciado y a anular o suspender un registro realizado.

Este casino cerró mi cuenta de juego sin motivo alguno después de haber ingresado más de cuatro mil euros. Una vez pregunté, se me dijo que por motivos comerciales- tuve la suerte de ganar un premio. Denuncié el caso a la DGOJ, la cual no le dio mayor importancia, recordándome que tenía la vía judicial para reclamar. ¿Para decirme esto, se dedica el dinero público que va a este organismo dependiente de Hacienda? y cuyo presidente actual tiene la suerte de recibir premios, y loas del sector…

-Por otro lado, iniciar una reclamación judicial sabiendo de las dificultades, económicas de la mayoría de los jugadores, además del afamado gabinete de abogados que el casino dispone, es algo, que, bajo excepciones, ninguno hace. –

La misión de la DGOJ, de no estar confundido, es, entre otras cosas, conceder licencias y regular el juego. Lo primero lo hace, pero no así lo segundo. En mi opinión, no se puede decir que se regula el juego, cuando no quiere saber nada del más que abusivo contrato que los casinos hacen a su medida.

En mis escasos cabales, entiendo que conceder una licencia de juego lleva implícito que las normativas que la adquiriente disponga para comerciar con la misma, ha de ser, al menos, mínimamente neutral entre las partes-jugador, casino, lo cual no sucede una vez se permite, o no se actúa, cuando el casino decide porque le interesa cancelar las cuentas de juego de los clientes que sin hacer absolutamente nada anormal, tuvieron la suerte de ganar más de lo que el casino en cuestión entiende posible.

Que yo conozca, este abuso intolerable apenas tiene eco en las asociaciones de consumidores.

Posiblemente sea porque los jugadores con adicción lo único que quieren es jugar, quitar “el mono”.

Precisamente por eso las asociaciones de toda índole, consumidores, asociaciones dedicadas -esos dicen al menos- a combatir la patología del juego deben de actuar sin ambages. Permitir que el consumidor de juegos no pueda, o no deba, ganar si desea participar, una vez que, de alguna manera, paga por su participación, es intolerable del todo. Es más, tienen a la ley de su parte: Hace un mes más o menos, la Audiencia Provincial de Cantabria estimó el recurso de un jugador de apuestas deportivas online a quien la plataforma en la que participaba le impuso una restricción debido a las ganancias que obtenía.

La Sección Segunda de la Audiencia de Cantabria considera que “no se puede afirmar una conducta fraudulenta del actor por más que la estadística le configure como un jugador fuera de lo normal y con ganancias superiores a la media, lo que per se no puede constituir una causa válida de restricción de las apuestas, so pena de afirmar que tan solo puede apostar el que pierde”.

Hace unos días salió otra nueva sentencia en el mismo sentido https://www.laopiniondemurcia.es/municipios/2019/08/29/vecinos-caravaca-vencenjuzgado-casa/1047965.html?utm_source=rss.

A pesar de esto la DGOJ no se entera, o no quiere enterarse. Los casinos, algunos casinos al menos, conscientes del pasotismo de ésta, del Gobierno, y otras instancias jurídicas, siguen manteniendo, la famosa cláusula del (Derecho a rechazar) – en mi opinión- una cláusula propia de regímenes dictatoriales. El hecho de tener que perder, o no ganar, para poder participar en un determinado juego de azar, es una injusticia inasumible en cualquier país medianamente democrático que funcione.

Ningún jugador le indica al casino cuanto debe ganar. En mi caso, una vez reclamé los ingresos puesto que no había motivo alguno para cerrar mi cuenta, simplemente me ignoraron, al igual que a todos aquellos jugadores que carecen de la posibilidad de hacerlo llegar a los tribunales. Miles y miles de jugadores. Es por eso, por lo cual he decidido dar voz a esta injusticia que nadie parece querer verla, tal vez no interese ni al poder, ni a los poderosos, por algo será.

Lo cierto es que esta clase de negocios se le permite partir, o no se hace nada, con la ventaja de ganar siempre. Y lo peor de todo es que esas ganancias provienen de jugadores con adicción, con más o menos, pero con adicción.

Estoy cansado de oír a muchos casinos, y gentes del sector, que el juego es un entretenimiento, que ellos ofrecen a la sociedad… Esto no se ajusta a la realidad, lo digo por que llevo mas de diez años pasando por el infierno del juego y lo conozco como nadie.

En el momento, en que hay en juego, dinero, que no sea el juego de la Kina donde los jubilados apuestan unos céntimos, el ocio es relativo a lo ganado, o perdido. Si ganas el ocio te llega hasta las orejas. Si pierdes, el ocio se convierte en que no llegas a final del mes…

Cierto es, que hay jugadores exentos de adicción que juegan en los casinos. Sin embargo, estos por si solo no dejan en las arcas las decenas de millones de ganancias de algunos grupos de casinos con excelentes resultados en comparación con años anteriores.

Para más muestra , la gran cantidad de casinos que hay, la DGOJ acaba de conceder nuevas licencias-tenemos cinco veces más, echando por encima- que Colombia- no podrían mantenerse con jugadores pasivos , o exentos de adicción.

Un jugador sin adicción se puede gastar, ciento cincuenta, doscientos euros al mes, como mucho, con estos ingresos, más de la mitad de los casinos online tendrían que cerrar.

Esa es la lógica razón por la cual digo que son los adictos, lo más adictos al juego, quienes hacen posible el mantenimiento de tantos casinos, sin dejar en el olvido, los domicilios sociales de muchos casinos en determinados paraísos fiscales, en un caso al menos, con el visto bueno de la DGOJ. Otro asunto que la gente de a pie no entendemos, ni entenderemos jamás

Por último. No tengo la menor duda de que los casinos online se nutren de jugadores españoles, digamos, que compulsivos. No tengo duda de que una buena parte se llevan el dinero fuera.

No tengo duda de que nunca pierden.

No tengo duda de que los jugadores estamos discriminados, además, algunos, con adicción desgraciadamente.

No tengo duda de que “No va más” Esto tiene que romper por alguna parte.

No me queda más que decir por experiencia propia, que, si usted es jugador de casinos online- o piensa serlo, tenga por seguro que únicamente podrá jugar si pierde, al menos, en el casino arriba mencionado:

Merkur magic.es. Si tienen la suerte de ganar les echaran a patadas y sin un duro.